domingo, 5 de agosto de 2012

un Libro de ALTERNATIVAS.



         Últimamente noto mucha crispación social........estos días trabajando en la tienda-consulta,lo respiro fácil y me da asco ver a personas entrar en fuertes discusiones con el tema de la reducción de salarios a los funcionarios y demás cuestiones actuales,que si son unos vagos los funcionarios dicen  unos,que si no me toques los "cojones" contestan los funcionarios,Buuufffff!!!!!.......cuando veo el espectáculo deprimente que me montan,perturbandome totalmente la Armonía de mi lugar de trabajo,montándome una mini guerra civil en el local,enseguida les comento que lo único que quieren es dividirnos y así vencer....... y que en vez de ver la flecha que nos han disparado,tratemos de ver el Arco que continuamente nos perturba con dichos flechazos últimamente con gran intensidad y frecuencia.......
          Lejos de llevar la actitud de la avestruz no queriendo ver de donde vienen las flechas y así no cargarme con responsabilidades añadidas y seguir con mi inconsciencia,el hecho de intentar lo más posible no sólo ver mi ombligo si no el mirar desde todas las posibles y más amplias perspectivas con el yo,ellos y nosotros,tanto internas cómo externas que la visión holográfica de Ken Wilber nos desarrolló.......









      Centrándonos en el cuadrante derecho-inferior,este libro que lleva circulando por la Red,(que copio y pego) en esta entrada,lejos de parecerme paranoias,con datos empíricos y objetivos siendo una buena EXPOSICION de nuestra situación no solamente en España sino Global,nos exponen junto con sus posibles ALTERNATIVAS que da nombre al título de dicho libro,para salir de la situación..........una buena visión del cuadrante en cuestión del Ellos y Nosotros.......toda ayuda es poca hoy en día dada  la situación en la que nos encontramos Social-Económico Global.Otra,es molestarse en levantar cabeza,querer VER e interpretarlo tal cual ES!......





Hay alternativas 

Propuestas para crear empleoy bienestar social en España 

sequitur 

ATTAC España 

sequitur [sic: sékwitur]: 

Tercera persona del presente indicativo del verbo latino sequor : 

procede, prosigue, resulta, sigue. 
Inferencia que se deduce de las premisas: 
secuencia conforme, movimiento acorde, dinámica en cauce. 


Diseño cubierta: Miguel Vagalume 


 del texto, Vicenç Navarro, Juan Torres López 
y Alberto Garzón Espinosa, 2011 


 de la edición, Ediciones sequitur, Madrid 2011 
www.sequitur.es 


de la edición, ATTAC España, 2011 
www.attac.es 


ISBN: 978-84-95363-94-7 
Depósito legal: 


Impreso en España 


A todas las personas, y especialmente a las más jóvenes, 
que a partir del 15M han salido a las calles 
para rechazar las políticas neoliberales que recortan los 
derechos sociales y para reclamar otras medidas alternativas 
y más justas para salir de la crisis 

VICENÇ NAVARRO 
(www.vnavarro.org; Twitter: @VicencNavarro) politólogo y economista, es 
catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas de la Universidad 
Pompeu Fabra de Barcelona y ha sido catedrático de Economía Aplicada de 
la Universidad de Barcelona y de la Complutense de Madrid. Exilado por 
motivos políticos es y ha sido Profesor de Políticas Públicas de la The Johns 
Hopkins University de EEUU durante 40 años. Autor de veintiocho libros traducidos 
a varios idiomas, es uno de los científicos sociales españoles más citados 
en la literatura científica internacional. 

JUAN TORRES LÓPEZ 
(www.juantorreslopez.com; Twitter: @juantorreslopez) es catedrático de 
Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla. Ha ocupado diversos cargos 
de responsabilidad académica y ha sido secretario general de Universidades e 
Investigación de la Junta de Andalucía. Autor de numerosos artículos científicos 
y de divulgación económica y de una veintena de libros, además de dirigir 
o participar en numerosas obras colectivas como el best seller Reacciona. 

ALBERTO GARZÓN ESPINOSA 
(www.agarzon.net; Twitter: @agarzon) es licenciado en Economía y diplomado 
en Administración de Empresas y Máster en Desarrollo Económico; actualmente 
realiza su tesis doctoral sobre modelos de desigualdad y crecimiento. 
Coordina la revista digital Economía Crítica y Crítica de la Economía, 
fundada en el seno del movimiento de jóvenes economistas críticos en 
España. 

Índice 


Prólogo de Noam Chomsky 9 
Introducción 11 

I. Las causas de la crisis mundial 17 

II. Las singularidades de la crisis española 37 

III. Lo que hay que solucionar: agenda para 
una economía más justa y eficiente 61 

IV. Las condiciones para crear empleo decente 83 

V. La hipoteca del déficit social 103 

VI. ¿Bajar los salarios o subirlos para crear empleo 
y recuperar la economía? 119 

VII. La financiación de otro modelo de 
actividad económica 141 

VIII. Otra Europa, otro mundo 167 

IX. La economía al servicio de las personas 
y en armonía con la naturaleza 191 

X. 115 propuestas concretas 209 

Prólogo 


En 1978 el presidente del sindicato más poderoso de 
Estados Unidos, Douglas Fraser, de la federación de los trabajadores 
de la industria del automóvil United Auto Workers 
(UAW) condenó a los "dirigentes de la comunidad empresarial" 
por haber "escogido seguir en tal país la vía de la guerra de clases 
(class war) unilateral, una guerra de clases en contra de la 
clase trabajadora, de los desempleados, de los pobres, de las 
minorías, de los jóvenes y de los ancianos, e incluso de los sectores 
de las clases medias de nuestra sociedad". Fraser también 
los condenó por haber "roto y descartado el frágil pacto no 
escrito entre el mundo empresarial y el mundo del trabajo, que 
había existido previamente durante el periodo de crecimiento y 
progreso" en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial 
conocido comúnmente como la "edad dorada" del capitalismo 
(de Estado). 

El reconocimiento de la realidad por parte de Fraser fue 
acertado aunque tardío. Lo cierto es que los dirigentes empresariales 
y sus asociados en otros sectores de las élites dominantes 
estaban constantemente dedicados a una siempre presente 
guerra de clases, que se convirtió en unilateral, sólo en una 
dirección, cuando sus víctimas abandonaron tal lucha. 
Mientras Fraser se lamentaba el conflicto de clases se iba recrudeciendo, 
y desde entonces ha ido alcanzando unos enormes 
niveles de crueldad y salvajismo en Estados Unidos que, al ser 
el país más rico y poderoso del mundo y con mayor poder 
hegemónico desde la Segunda Guerra Mundial, se ha convertido 
en una ilustración significativa de una tendencia global. 


HAY ALTERNATIVAS 

Durante los últimos treinta años el crecimiento económico 
ha continuado -aunque no al nivel de la "edad dorada"-, pero 
para la gran mayoría de la población la renta disponible ha permanecido 
estancada mientras que la riqueza se ha ido concentrando, 
a un nivel abrumador, en una facción del 1 por ciento 
de la población, la mayoría de los ejecutivos de las grandes corporaciones, 
de empresas financieras y de alto riesgo, y sus asociados. 
Este fenómeno se ha ido repitiendo de una manera u 
otra a nivel mundial. China, por ejemplo, tiene una de las desigualdades 
más acentuadas del mundo. 

Se habla mucho, hoy en día, de que por el hecho de que 
"Estados Unidos esté en declive" hay un cambio en las relaciones 
de poder a nivel global. Esto es parcialmente cierto, aunque 
no significa que otros poderes no puedan asumir el rol y la 
supremacía que ahora tiene Estados Unidos. 

El mundo se está convirtiendo así en un lugar más diverso 
en algunos aspectos, pero más uniforme en otros. Pero en todos 
ellos existe un cambio real de poder: hay un desplazamiento del 
poder del pueblo trabajador de las distintas partes del mundo 
hacia una enorme concentración de poder y riqueza. La literatura 
económica del mundo empresarial y las consultorías a los 
inversores súper ricos señalan que el sistema mundial se está 
dividiendo en dos bloques: la plutocracia, un grupo muy 
importante, con enormes riquezas, y el resto, en una sociedad 
global en la cual el crecimiento -que en una gran parte es destructivo 
y está muy desperdiciado- 
beneficia a una minoría de 
personas extraordinariamente ricas, que dirigen el consumo de 
tales recursos. Y por otra parte existen los "no ricos", la enorme 
mayoría, referida en ocasiones como el "precariado" global, la 
fuerza laboral que vive de manera precaria, entre la que se 
incluye mil millones de personas que casi no alcanzan a sobrevivir. 


Estos desarrollos no se deben a leyes de la naturaleza o a 
leyes económicas o a otras fuerzas impersonales, sino al resultado 
de decisiones específicas dentro de estructuras institucionales 
que los favorecen. Esto continuará, a no ser que estas 

10 

PRÓLOGO 

decisiones y planes se reviertan mediante acción y movilizaciones 
populares con compromisos dedicados a programas que 
abarquen desde remedios factibles a corto plazo hasta otras 
propuestas a más largo plazo que cuestionen la autoridad ilegítima 
y las instituciones opresivas entre las que reside el poder. 
Es importante, por lo tanto, acentuar que hay alternativas. 

Las movilizaciones del 15M son una ilustración inspiradora 
que muestra qué es lo que puede y debe hacerse para no continuar 
la marcha que nos está llevando a un abismo, a un mundo 
que debería horrorizar a todas las personas decentes, que será 
incluso más opresivo que la realidad existente hoy en día. 

NOAM CHOMSKY 
Boston, agosto 2011 

11 

Introducción 


Semanas antes de que termináramos de escribir este libro el 
presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão 
Barroso, afirmaba refiriéndose a la situación en la que se 
encontraba Grecia: "No hay alternativas ni plan B para Grecia. 
La alternativa es la catástrofe". 

Siempre dicen lo mismo: sólo se puede hacer lo que digan 
quienes están en el poder. Y cuando también insisten tanto en 
que la alternativa es el desastre, la catástrofe, como dice Barroso, 
¿a quién puede extrañar que la gente normal y corriente, que se 
informa leyendo sus diarios o viendo los telediarios en sus 
televisores, termine sintiendo miedo y acepte sin rechistar esa 
"única" alternativa? 

Una única alternativa que siempre viene a ser lo mismo: 
recortar salarios (directos, indirectos en forma de gasto social o 
diferidos como pensiones). Cuando la economía va bien, diciendo 
que es para que no vaya mal y, cuando va mal, para que 
vaya bien. 

Los autores de este libro, como otros muchos científicos, 
sabemos que los argumentos que los políticos y los economistas 
neoliberales dan para justificar lo que proponen son falsos. 

Sabemos que hay alternativas, que se pueden hacer otras 
cosas distintas a las que proponen la patronal, los banqueros, 
los directivos de los bancos centrales y los políticos que comparten 
con ellos la ideología neoliberal. 

Lo sabemos sencillamente porque leemos, porque no recurrimos 
sólo a las investigaciones de quienes se dedican a reforzar 
el pensamiento dominante sin tener en cuenta los trabajos 

13 

HAY ALTERNATIVAS 

científicos que demuestran lo contrario. Por eso sabemos que se 
puede crear empleo impulsando la actividad económica y no 
frenándola, como quieren hacer los neoliberales. Por eso sabemos 
que para hacer frente a la deuda pública es mejor proporcionar 
a los países capacidad para generar ingresos propios y no 
quitársela porque entonces lo que se producirá será más deuda, 
como ha pasado siempre y como va a ocurrir en Europa con las 
medidas neoliberales que se están aplicando. 

Nosotros sabemos que hay alternativas, es decir, que se pueden 
hacer otro tipo de políticas simplemente porque eso es lo 
que demuestra la literatura científica, por mucho que se quiera 
ocultar por parte de los neoliberales. 

Y sabemos también que las medidas que proponemos pueden 
ser más exitosas que las que proponen los neoliberales, en 
primer lugar porque el éxito de estas últimas es evidente si tenemos 
en cuenta la crisis a la que nos ha llevado su aplicación en 
los últimos años, o el tremendo nivel de insatisfacción que hay 
en España, donde nada menos que el 78 por ciento de la población 
no está de acuerdo con las políticas de austeridad; en la 
Unión Europea, donde el 68 por ciento de la población no está 
satisfecha con la manera como se está construyendo esta institución, 
y muestra también desacuerdo con las políticas que se 
están llevando a cabo; y en el mundo, donde el 50 por ciento de 
los trabajadores gana menos de 2 dólares y no tiene ningún tipo 
de contrato ni de protección social, en donde hay 1.100 millones 
de hambrientos y casi 2.000 millones en situación de extrema 
pobreza. 

Y en segundo lugar porque es fácil comprobar que las propuestas 
que hacen los neoliberales no responden a verdades 
científicas o evidencias empíricas sino a creencias puramente 
ideológicas que, en muchas ocasiones, incluso chocan, como 
veremos, con el sentido común más elemental. 

Si fuera verdad que las medidas neoliberales consiguen realmente 
lo que dicen que van a conseguir, se permitiría su discusión 
abierta y plural porque sus defensores podrían demostrar 
de forma fehaciente que bajar salarios o reducir el gasto social 

14 

INTRODUCCIÓN 

aumenta el empleo, o que privatizar las pensiones o los servicios 
públicos aumenta su cobertura y calidad, como dicen. 

Lo que hacen, sin embargo, es imponerlas sin respetar las 
preferencias sociales, sin que haya un auténtico debate 
democrático sobre ellas. Evitan el debate y las imponen como si 
fueran directrices técnicas inapelables porque saben que no es 
cierto lo que mantienen, que nada de lo que afirman se puede 
demostrar. La realidad muestra sin ningún tipo de dudas que 
cuando se han aplicado las medidas que ahora nos están proponiendo 
siempre ha bajado la calidad de vida, del trabajo y la 
cantidad de empleo existente y que sólo han mejorado los beneficios 
de los banqueros y de las grandes empresas. 

Y todo esto es lo que hemos querido desvelar con este libro 
a nuestros lectores. 

Lo escribimos, pues, con el propósito de divulgar la falsedad 
en que se basa esa idea tan difundida de que no hay alternativas, 
para demostrar que sí las hay y que, además, son más eficaces 
para salir de la situación en la que nos encontramos, para 
crear empleo decente y estable y para generar bienestar social. 
Y, por supuesto, mucho más justas y humanamente satisfactorias. 


No hemos pretendido hacer un libro académico, razón por 
la que sólo hemos aportado las referencias bibliográficas esenciales 
y no nos hemos extendido en los razonamientos y las 
demostraciones más complejas, pero los lectores y las lectoras 
que estén interesados en profundizar más en los temas que 
abordamos aquí no tendrán muchas dificultades para encontrar 
multitud de trabajos que confirman nuestras tesis a poco que se 
esfuercen por ir más allá del pensamiento ortodoxo que tanto 
abunda. Tampoco es, ni pretende serlo, un prontuario de soluciones 
o un programa político aunque lo hemos querido concluir 
con propuestas concretas para demostrar que no estamos 
hablando simplemente de generalidades, sino que hacemos un 
análisis del que se derivan opciones políticas que tenemos al 
alcance de nuestra mano si la ciudadanía se empeña en que 
medidas como las que proponemos se pongan en marcha. 

15 

HAY ALTERNATIVAS 

En suma, el libro es el resultado de nuestro deseo de satisfacer 
una demanda muchas veces sentida cuando hemos dado en 
los últimos tiempos docenas de charlas, seminarios o conferencias 
tratando de aclarar lo que estaba pasando y de aportar soluciones, 
sobre todo a personas que nos escuchaban sin tener formación 
económica alguna. Por eso hemos procurado escribirlo, 
incluso cuando se refería a asuntos ásperos y complicados, 
con la mayor sencillez y claridad para que los pueda entender 
todo el mundo (algo muy despreciado, por cierto, por muchos 
economistas neoliberales que parecen creer que hay más rigor 
científico cuanto más ininteligible es el lenguaje que se utiliza). 

Y finalmente nos satisface reconocer que este libro se escribe 
pensando de forma particular en esos miles de personas a 
quienes se lo hemos dedicado, a quienes desde el 15M han salido 
a la calle reclamando un debate realmente democrático 
sobre la crisis y sobre las soluciones más justas que se le pueden 
dar. Pero también a quienes, sin haber salido a las calles, sabemos 
que ven con simpatía lo que está ocurriendo porque también 
comparten el ideal de justicia de "los indignados" y porque 
-aunque todavía no hayan ido a ninguna manifestación- 
saben 
que crear más desempleo y pobreza, bajar cada vez más los 
sueldos, los salarios y las pensiones, permitir que miles de familias 
pierdan sus viviendas, dejar sin financiación y sin clientes a 
las pequeñas y medianas empresas o a los trabajadores autónomos, 
o destrozar el medio ambiente... no se puede considerar de 
ningún modo que sea una verdadera solución de los problemas 
económicos. Y que, en consecuencia, saben que es necesario 
poner en marcha otras políticas alternativas. 

VICENÇ NAVARRO, JUAN TORRES LÓPEZ 
yALBERTO GARZÓN ESPINOSA 
Barcelona y Sevilla, julio de 2011 

16 

Las causas de la crisis mundial 


Para tratar de resolver cualquier tipo de problema hay que 
empezar por conocer las causas que lo han provocado. Hacer 
un buen diagnóstico de los males que aquejan a un paciente es 
el primer paso para sanarlo, e igualmente ocurre en el campo 
económico. 

Los que afectan en estos momentos al que pretendemos 
explorar, la economía española, son fáciles de detectar y en realidad 
comunes a los que han sufrido o sufren otros muchos países 
como consecuencia de la crisis: un incremento extraordinario 
del número de personas en paro, el hundimiento de sectores 
enteros de la economía, la quiebra de miles de empresas o 
gobiernos que se han tenido que endeudar hasta niveles muy 
preocupantes para tratar de aliviar todo eso, entre otros.

Éstos son los problemas que tenemos que resolver pero para 
conseguirlo lo más importante es conocer bien sus causas. 

LA GRAN RECESIÓN 

A estas alturas casi todo el mundo sabe que la causa más 
inmediata de todo ello fue que bancos estadounidenses difundieron 
por todo el sistema financiero internacional, como una 
inversión muy atractiva y rentable, miles de productos financieros 
derivados de contratos hipotecarios que, cuando la economía 
se empezó a venir abajo, resultaron ser en realidad simple 
basura financiera que hizo quebrar a los bancos y a los 
inversores que los habían adquirido. 

17 

HAY ALTERNATIVAS 

Cuando eso ocurrió, los bancos dejaron de conceder créditos 
y enseguida las empresas y los consumidores que dependen 
de esa financiación no pudieron seguir produciendo o comprando, 
lo que provocó una gran caída de la actividad económica 
y el aumento del paro, lo cual llegó a ser calificado como 
la Gran Recesión. 

Los gobiernos inyectaron entonces miles de millones para 
salvar a los bancos creyendo que así se lograría que volvieran a 
dar crédito y llevaron a cabo planes de gasto multimillonarios 
para evitar que no cayera más el empleo y que no se siguieran 
cerrando empresas. 

Pero bien porque fuese insuficiente, bien porque los bancos 
utilizaron el dinero para otra cosa, lo veremos enseguida, lo 
cierto es que lo único que se consiguió con ello fue aliviar o frenar 
un poco la parálisis económica que se había provocado 
pero no resolver completamente la situación. 

El resultado fue que al disminuir la actividad cayó la recaudación 
de ingresos y que el gasto de los gobiernos se multiplicó, 
así que los déficits se dispararon y la deuda subió de forma acelerada. 
Los bancos que habían provocado la crisis aprovecharon 
la necesidad de financiación de los gobiernos y entonces sí les 
prestaron grandes cantidades, aunque a costa de imponerles 
condiciones draconianas a través de reformas muy profundas 
basadas, sobre todo, en recortar el gasto social y los salarios 
para que la mayor parte posible de los recursos se dirigiera a 
retribuirles a ellos. Y con menos gasto, es decir, con menos 
capacidad de compra, las empresas volvieron a resentirse y su 
actividad de nuevo se vino abajo, lo que empeoró el empleo y 
llevó a economías como las de Grecia, Irlanda o Portugal a una 
situación mucho peor. 

LA MENTIRA DE LOS "BROTES VERDES" 

La sucesión de medidas equivocadas por parte de los gobiernos 
o, en realidad, de medidas dirigidas principalmente a que 

18 

LAS CAUSAS DE LA CRISIS MUNDIAL 

los bancos se recuperaran sin modificar las reglas de juego que 
habían dado lugar a la crisis es lo que ha llevado a que ahora, 
algo más de tres años después de que la crisis de las hipotecas 
basura se iniciara, no haya seguridad de haberla superado a 
pesar de que hace meses todos los gobiernos engañaban a su 
población diciendo que aparecían "brotes verdes" y que la crisis 
se aproximaba a su fin. 

La realidad, como muchos economistas habíamos advertido, 
es que ni mucho menos estábamos en esa feliz situación. Al 
revés, puesto que no se habían querido poner sobre la mesa de 
operaciones las causas reales de la crisis y, por tanto, tomar 
medidas que le hicieran frente, lo normal era que el enfermo 
siguiera padeciendo los males que sufría desde el principio, e 
incluso en algunos países, agravados. 

Así, muchos países, empezando por el todopoderoso 
Estados Unidos, tienen ahora, además de los problemas originales 
que dieron lugar a la crisis, otros muy graves como resultado 
de la deuda que han generado. En el momento de escribir 
estas líneas algunos, como Grecia, están siendo literalmente 
saqueados y han tenido que poner a la venta sus riquezas más 
preciadas; otros, como Irlanda y Portugal, han sido intervenidos, 
y España o Italia se encuentran bajo la amenaza y la extorsión 
constantes de los "mercados", sufriendo lo que nada más y 
nada menos que el presidente de la Junta de Andalucía calificó 
hace unos meses como "terrorismo financiero". 

CAUSAS SUPERFICIALES Y CAUSAS DE FONDO DE LA CRISIS 

Esta historia es ya bastante bien conocida pero es insuficiente 
si se quiere actuar con eficacia para resolver todos los 
problemas que se han generado. No basta con conocer las causas 
más inmediatas de la crisis (los problemas financieros que 
la originaron) sino que hay que poner también en claro las circunstancias 
estructurales que dieron lugar a que estas últimas 
aparecieran. 

19 

HAY ALTERNATIVAS 

Hay bastante consenso sobre la naturaleza de la crisis financiera 
como resultado del comportamiento irresponsable de los 
bancos que creó un problema económico grave al provocar el 
caos financiero y paralizar la economía como consecuencia de 
la falta de crédito y, más tarde, el de la deuda pública. 

Pero hay que tener en cuenta también el más importante 
problema de la deuda privada, de las familias y de las empresas, 
como resultado del descenso de la capacidad adquisitiva de la 
población a consecuencia de las políticas neoliberales (llevadas 
a cabo desde la época iniciada por el presidente Reagan en 
Estados Unidos y la señora Thatcher en Gran Bretaña) que causaron 
un descenso continuado de las rentas del trabajo. 

Estas políticas, que en Europa se intensificaron con el fin de 
instaurar el euro, llevaron a crear un enorme problema de falta 
de demanda que se resolvió primordialmente con la disponibilidad 
del crédito y a que las rentas del capital se invirtieran de 
forma preferente en las actividades especulativas en lugar de en 
la economía productiva. 

Aunque en este libro no podemos hacerlo con mucho detalle, 
para poder plantear soluciones de verdad a la crisis es 
imprescindible que aclaremos, aunque sea muy breve y superficialmente, 
todas las causas que desde hace casi treinta años vienen 
creando la situación económica, política y social en la que 
estamos y que hace inevitable que se produzcan crisis como la 
que estamos sufriendo.1 

1. Para un análisis más detallado pueden consultarse los libros de Juan TorresLópez y Alberto Garzón Espinosa, La crisis de las hipotecas basura. ¿Por quése cayó todo y no se ha hundido nada?, Sequitur, Madrid, 2010; Lina Gálvez 
Muñoz y Juan Torres López, Desiguales. Mujeres y hombres en la crisis financiera, 
Icaria, Barcelona, 2010; Vicenç Navarro, Neoliberalismo y Estado del 
Bienestar, Ariel Económica, 1997; Vicenç Navarro, Globalización, poder 
político y Estado del Bienestar, Ariel Económica, 2000. 
20 

LAS CAUSAS DE LA CRISIS MUNDIAL 

LA DEBACLE FINANCIERA 

A lo largo de la década de 1990 la masa salarial venía bajando 
en Estados Unidos a pesar del aumento de la población activa 
y eso estaba creando un problema grave de escasa demanda 
que se hizo especialmente peligroso después de los atentados de 
septiembre de 2001. La reducción de la masa salarial como porcentaje 
de la renta nacional (y ello a pesar del crecimiento de la 
población activa) estaba creando un problema grave de escasa 
demanda, resultado de la disminución de la capacidad adquisitiva 
de la población. Las autoridades económicas de Estados 
Unidos pusieron en marcha una política de tipos de interés 
bajos para tratar de apoyar a la actividad económica y proporcionaron 
incentivos para que los bancos dieran préstamos 
hipotecarios con mayor facilidad, lo que favoreció el acceso a la 
financiación externa que hizo que el negocio inmobiliario 
comenzara a crecer. Los hogares se endeudaban para comprar 
sus primeras o segundas viviendas y, por tanto, los precios 
comenzaron a subir. 

Se formó entonces lo que se conoce como una "burbuja", en 
este caso inmobiliaria. Es decir, una situación en la que los 
compradores creen que los precios de algún producto van a 
subir indefinidamente y que, por tanto, será muy rentable comprar 
pensando sólo en vender con mayor o menor rapidez. Por 
otra parte se crearon incentivos dentro del sistema bancario 
que optimizaron el número de hipotecas independientemente 
de su calidad. 

LA ESTAFA DE LAS HIPOTECAS BASURA 

El afán de ganar cada vez más dinero ofreciendo créditos 
por doquier llevó a los bancos a ofertar las llamadas hipotecas 
subprime, que eran las que destinaban a gente poco solvente o 
con pocos recursos económicos y que, por tanto, tenían mucho 

21 

HAY ALTERNATIVAS 

más riesgo de impago. En Estados Unidos se popularizaron los 
llamados préstamos NINJA, que corresponden a las iniciales de 
"No Income, No Job, No Asset" (sin ingresos, sin trabajo y sin 
patrimonio), que eran mucho más arriesgados, pero también 
más rentables para los bancos por los tipos más altos que había 
que pagar por ellas. 

Pero los bancos ofrecían tantos créditos que empezaban a 
encontrarse sin liquidez para seguir dándolos y entonces recurrieron 
a un procedimiento que ya se había utilizado antes aunque 
no en tan gran medida como se iba a utilizar entonces: la 
titulización de los activos.2 

Mediante este proceso el banco vende el derecho que lleva 
consigo el contrato de préstamo, el papel, a una entidad (normalmente 
un fondo de inversión) denominada "vehículo" (en 
general creada por los mismos bancos). De esa forma sale papel 
de su balance y entra liquidez (dinero contante y sonante que ya 
puede utilizar para seguir dando más créditos) y, además, transfiere 
el riesgo desde dentro hacia fuera de su balance. 

Enseguida la entidad vehículo hace lo mismo: emite unos 
nuevos títulos (los mismos papeles que había comprado a los 
bancos con otros nombres) que vende a nuevos inversores.
Éstos suelen ser los grandes especuladores, los llamados inversores 
institucionales (bancos, compañías de seguros, fondos de 
pensiones, fondos de inversiones, hedge funds3...), que se dedican 
a comprar y vender papel permanentemente, aprovechán


2. Un activo es un bien o un derecho sobre otro sujeto que tiene una empresa: 
locales, maquinarias, contratos de créditos a su favor... La titulizaciónconsiste en convertir un activo no negociable en negociable y, por tanto, enpoder obtener liquidez de él. Lo que hicieron los bancos que provocaron lacrisis en Estados Unidos fue titulizar los contratos hipotecarios, es decir,
venderlos bajo otra forma para así obtener liquidez y poder seguir dandocréditos. 
3. Un hedge fund es un fondo de inversión cuyo objetivo es la máxima rentabilidad 
pero con un riesgo igual o menor al del mercado, para lo cual emplean 
técnicas "de cobertura" que básicamente consisten en cubrir las operaciones 
más arriesgadas y que realizan mediante otros productos financierosvinculados con ellas. Así tejen una red multimillonaria y muy compleja enla que sólo intervienen unos pocos inversores muy poderosos pero que seextiende por toda la economía mundial. 
22 

LAS CAUSAS DE LA CRISIS MUNDIAL 

dose de las variaciones en su precio que a veces provocan ellos 
mismos. 

Y así se difundieron las hipotecas iniciales en forma de productos 
financieros derivados de ellas por todo el sistema financiero 
internacional.4 

Pues bien, como las hipotecas que iban concediendo los 
bancos estadounidenses eran cada vez más arriesgadas y peligrosas 
trataron de disimular el peligro que realmente conllevaban. 
Para ello inventaron unos "paquetes" en donde incluían 
hipotecas buenas (prime) y otras malas (subprime) y en donde 
además empezaron a mezclar activos de diferente tipo: préstamos 
hipotecarios, préstamos para el consumo de coches, préstamos 
para estudiantes, etcétera. E incluso inventaron paquetes 
que contenían otros paquetes en su interior, de modo que al 
final nadie sabía el producto financiero que en realidad estaba 
comprando. Y los directores de sucursales bancarias de todo el 
mundo se los "colocaban" a sus clientes sin que ni siquiera ellos 
mismos supieran lo que les vendían. 

Todo esto empezaba a ser una estafa y había que disimularla 
bien. Para ello los bancos convencieron a las autoridades para 
que relajaran la supervisión y, sobre todo, recurrieron a las llamadas 
agencias de calificación, que son entidades privadas 
contratadas por las mismas entidades bancarias emisoras de 
títulos para que valoren la calidad de sus emisiones. 

Para apoyar el negocio fraudulento de sus clientes, las agencias 
no dudaron en calificar como de gran calidad financiera las 

4. Mucha gente normal y corriente se pregunta cuando conoce este tipo deoperaciones: pero ¿cómo es posible que estos inversores tan poderosos yricos se dediquen a comprar simplemente papeles? La respuesta es sencilla:
porque así ganan dinero. Todos hemos visto cómo en España mucha gentecon dinero compraba viviendas en las que nunca entraba o que ni siquierasabía dónde estaban. Lo que estaban haciendo entonces no era en realidad 
comprar viviendas, es decir, un espacio donde ir a vivir o a descansar y disfrutar, 
sino contratos de propiedad que luego vendían cuando subían deprecio. Ésa es la especulación financiera que hoy día predomina en la economía 
mundial. Quienes sólo buscan ganar más dinero no compran cosaspara disfrutarlas sino para volver a vender sus títulos de propiedad a preciosmás elevados. 
23 

HAY ALTERNATIVAS 

hipotecas que ponían en circulación y eso permitió que cientos 
de bancos y millones de personas invirtieran en ellas o en sus 
productos derivados creyendo que efectivamente se trataba de 
una inversión segura. 

EL DERRUMBE 

Durante muchos años estos mecanismos financieros permitieron 
a los bancos tener espectaculares beneficios que 
repartían entre sus accionistas privados, pero la fiesta acabó 
cuando cambió la situación. La Reserva Federal de Estados 
Unidos subió los tipos, las expectativas sobre subsiguientes 
subidas de precios en el mercado inmobiliario se vinieron 
abajo, la actividad en la construcción se frenó... y la consecuencia 
de todo ello fue que millones de trabajadores quedaron sin 
empleo y que empezaron a dejar de pagar las hipotecas o préstamos 
que tenían suscritos con los bancos. 

Cuando esto último sucedía, los productos financieros derivados 
de las hipotecas individuales titulizadas o de los paquetes 
que se habían distribuido como si fueran quesos en porciones 
por todo el mundo perdían de inmediato su valor porque sus 
activos originales (las hipotecas que se encontraban en la base 
de la pirámide) dejaban de proporcionar los flujos de dinero 
esperados cuando las familias dejaban de pagarlas. 

Las entidades que habían participado en este esquema 
financiero comenzaron a tener pérdidas e, incluso, a declararse 
en bancarrota. 

Además, con la explosión de la burbuja, la cartera inmobiliaria 
de los bancos comenzó a perder valor mientras que las 
deudas que habían contraído permanecían intactas. Y para 
colmo los bancos se vieron obligados a asumir las obligaciones 
de las "entidades vehículo" para evitar que quebraran porque ya 
no eran capaces de vender los títulos de los que disponían, 
puesto que los inversores cuestionaban su calidad y empezaban 
a tener serias dificultades para afrontar sus deudas. 

24 

LAS CAUSAS DE LA CRISIS MUNDIAL 

Los bancos comenzaron a registrar pérdidas multimillonarias 
y se inició una auténtica debacle financiera. 

Inicialmente fueron los bancos estadounidenses los que 
empezaron a sufrir pérdidas gigantescas y quiebras, pero el proceso 
se extendió con rapidez por todo el mundo porque las 
finanzas internacionales son en realidad el único aspecto de la 
vida económica que está completamente globalizado. Los productos 
derivados de las iniciales hipotecas basura (aunque en 
realidad los inversores no sabían lo que había en el fondo de los 
papeles que compraban y vendían) se habían difundido por las 
sucursales bancarias de todo el mundo y ahora esas inversiones 
empezaban a no valer nada. 

LA CRISIS DE LA ECONOMÍA GLOBAL 
Y SUS DAÑOS COLATERALES 


Cuando todo esto sucedió, los bancos empezaron a dejar de 
darse crédito entre ellos, bien porque se quedaron sin capital, 
bien porque desconfiaban unos de otros. Enseguida dejaron de 
darlo también a empresarios y consumidores, y eso fue lo que 
provocó sin remedio un auténtico desastre en las economías. 

Hoy día es imposible que un empresario pueda aguantar 
unas semanas o meses sin financiación ajena o que los consumidores 
gasten en bienes y servicios duraderos sin recurrir al 
crédito. Y por eso la carencia de financiación que se fue generalizando 
hundió sin remedio los mercados, paralizó casi por 
completo a millones de empresas que tuvieron que despedir a 
trabajadores y dio lugar a que los hogares redujeran el gasto en 
consumo, que es al fin y al cabo de lo que viven las empresas. 

Al principio había habido una crisis hipotecaria en Estados 
Unidos, pero enseguida se hizo financiera y global y a continuación 
una crisis de la actividad económica real, no sólo de la 
banca o los grandes inversores financieros. Y ésa fue la causa de 
la recesión económica que sufrieron casi todas las economías 
del mundo. 

25 

HAY ALTERNATIVAS 

Para colmo esta recesión vino acompañada de otras secuelas 
muy graves a medida que avanzaba. 

Cuando los mercados financieros y el inmobiliario comenzaron 
a dar muestras de flaqueza y la inversión se hacía allí 
excesivamente peligrosa, los capitales especulativos (que no 
pueden parar ni dejar de ganar dinero ni por un minuto porque 
les pasa lo que a los ciclistas, que si se paran se caen) cambiaron 
de destino: de las hipotecas y productos financieros derivados 
de los inmobiliarios pasaron a los del petróleo y de productos 
alimenticios. 

Y lo mismo que antes hicieron que el precio de la vivienda 
se disparara, ahora incrementaron sin cesar el de la energía y el 
de los productos alimentarios, lo que provocó nuevos problemas 
a la economía real y la muerte de cientos de miles de personas 
que se alimentan de arroz o de los cereales básicos cuyo 
precio se disparaba día a día como consecuencia de la especulación. 


LAS CAUSAS PROFUNDAS DE LA CRISIS 

¿Cómo pudo gestarse una estafa financiera tan gigantesca? 
¿Cómo se permitió que un volumen tan impresionante de 
recursos se destinara a la especulación mientras que la economía 
productiva carecía de ellos? ¿Cómo pudo llegar a quebrar 
una parte importante del sistema bancario internacional 
sin que ninguna autoridad se hubiera dado cuenta de lo que 
pasaba? ¿Cómo pudieron engañar los bancos a millones de 
inversores sin que los bancos centrales, que conocen al dedillo 
todo lo que hacen y lo que ocurre en su interior, hicieran nada 
por evitarlo? ¿Cómo se dejó sin financiación a miles de empresas 
que crean empleo mientras que se concedieron miles y 
millones de euros para salvar a los bancos? ¿Cómo se pudo 
dejar que Estados enteros, millones de personas quedaran 
desarmados ante la furia especuladora de los mercados y 
endeudados hasta el cuello mientras que los financieros hacían 

26 

LAS CAUSAS DE LA CRISIS MUNDIAL 

negocio con esa deuda? Éstas, y algunas más de este estilo, son 
las preguntas a las que hay que responder si de verdad se quiere 
hacer frente a la crisis económica. 

Y para poder contestarlas hay que tener en cuenta los factores 
que tienen que ver con la economía real y con la distribución 
de poder económico y político que configuraron, entre 
otros, la distribución de las rentas y la actividad económica. De 
ahí que sea importante conocer varios hechos. 

En primer lugar es importante entender por qué las finanzas 
(bancos, fondos de inversión, actividades financieras en general, 
etcétera) han ganado tanto poder en las últimas décadas en 
el mundo desarrollado y han conseguido que los poderes públicos 
no les pararan los pies cuando llevaban a cabo todas estas 
tropelías. 

En segundo lugar hay que saber que en los últimos años se 
han llevado a cabo unas medidas no sólo económicas sino también 
políticas o culturales precisamente encaminadas a que los 
ingresos fueran cada vez en mayor medida a las manos de estos 
especuladores. 

Y en tercer lugar es fundamental comprender el papel tan 
importante que ha tenido la desigualdad en la gestación de la 
crisis actual. 

LA FINANCIARIZACIÓN DE LAS ECONOMÍAS 
YELPAPEL DE LOSBANCOS 


La ascensión al poder en la década de 1980 de gobiernos de 
inspiración neoliberal (como los de Margaret Thatcher en 
Reino Unido y Ronald Reagan en Estados Unidos) puso fin al 
consenso que se había venido dando desde después de la 
Segunda Guerra Mundial y dio paso a políticas de naturaleza 
muy distinta.5 

5. Un análisis más detallado en Juan Torres López, Toma el dinero y corre. La 
globalización neoliberal del dinero y las finanzas, Icaria, 2006; Vicenç 
Navarro, Neoliberalismo y Estado del Bienestar, Ariel, 1997. 
27 

HAY ALTERNATIVAS 

En el campo financiero se produjo un cambio muy importante 
cuando en la década de 1960 se inició un incremento 
espectacular y desconocido hasta entonces de la cantidad de 
dólares circulantes en la economía. Era el inicio de un nuevo 
ciclo determinado por una sobreproducción que causó una 
bajada de rentabilidad de la economía productiva. Las multinacionales 
generaban cada vez más y más beneficios pero a la vez 
se enfrentaban a problemas de rentabilidad que desincentivaban 
la reinversión de esos mismos beneficios. Por tanto, buscaron 
la forma de invertir esos beneficios en cualquier otro negocio 
que no fuera la esfera productiva. Además, cuando los precios 
del petróleo sufrieron una impresionante subida en la 
década de 1970, los países productores se encontraron también 
con billones de dólares que no sabían dónde colocar, por lo que 
aumentó también con ellos la masa circulante de dólares. 

Los bancos, que eran quienes principalmente manejaban 
esa oferta de dólares, fomentaron el recurso al crédito con tal de 
colocar los dólares que circulaban con extraordinaria abundancia. 
Obtener préstamos era fácil y barato y los bancos los daban 
sin ningún problema.6 

Facilitó este cambio la revolución de las tecnologías de la 
información que permitió que las operaciones financieras se 
pudieran realizar de modo muy rápido y sin apenas costes, así 
que las actividades especulativas, que antes también se realizaban 
pero de modo mucho más pausado y limitado, ahora 
pudieron llevarse a cabo de forma vertiginosa. 

El atractivo de dedicarse a esas actividades especulativas 
eran grandioso: con muy pocos medios se podían movilizar 
millones y millones de cualquier moneda para comprar y vender 
al instante y obtener en cada transacción tasas de rentabilidad 
mucho más elevadas que las que podía proporcionar la 
puesta en marcha de un negocio productivo. Y eso fue lo que 

6. Eso también fue el origen, entre otras cosas, del problema de la deuda externa 
de muchos países pobres que no podemos analizar aquí y que se convirtió 
en un drama más tarde, cuando subieron los tipos de interés y su peso sehizo insoportable. 
28 

LAS CAUSAS DE LA CRISIS MUNDIAL 

hizo que las operaciones financieras de simple compra y venta 
de papel fueran creciendo sin parar, desvinculándose cada vez 
más de la creación de negocios productivos, de la producción 
de bienes y servicios y de la creación de empleo. 

Para que este nuevo negocio fuera lo más rentable posible 
los financieros consiguieron que los gobiernos llevaran a cabo 
reformas legales destinadas a garantizar la plena libertad de 
movimientos de los capitales y a que en los mercados financieros 
se pudiera hacer prácticamente cualquier cosa sin control 
alguno. 

Mediante estas reformas se fue eliminando casi cualquier 
tipo de trabas a lo que pomposamente se llamaba innovación 
financiera y que no era otra cosa que la continua creación de 
activos para comprar y vender especulativamente gracias a los 
fondos multimillonarios que se iban acumulando. Y para ello 
tuvieron un papel decisivo los llamados paraísos fiscales, países 
que no establecen control ninguno a las operaciones que realizan 
los bancos y las empresas que se instalan allí para mover el 
dinero negro que sus clientes quieren ocultar al Fisco. Algo que 
hacen la práctica totalidad de los bancos y cajas de ahorros 
españoles y el 80 por ciento de nuestras grandes empresas. 

Todo eso aumentó el volumen de dinero que circula simplemente 
alrededor de las operaciones financieras y que hoy día se 
calcula que es de 4 billones de dólares al día sólo en los mercados 
de compra y venta de monedas, y de 700 billones de dólares 
en los mercados de derivados (es decir, de los papeles nacidos 
de otros papeles para especular con ellos). 

Pero en las finanzas especulativas hay una ley inevitable: 
cuanta más rentabilidad se obtiene, más riesgo hay. Por eso, al 
mismo tiempo que aumenta el beneficio financiero especulativo 
se incrementa el peligro que soporta toda la economía porque 
las operaciones que lo proporcionan son de naturaleza muy 
volátil e inestable, y trasladan estas características al conjunto 
de las actividades. 

Eso es lo que explica que en estos años de gran especulación 
financiera haya habido más crisis que nunca en la historia. 

29 

HAY ALTERNATIVAS 

Por otro lado, la aparición de estos nuevos negocios financieros 
cambió también la función de los bancos y la forma en 
que se financiaban las empresas. 

Estas últimas se financiaban antes solicitando préstamos a 
los bancos pero ahora podían hacerlo emitiendo acciones o 
bonos, que eran más baratos y que servían a los inversores para 
crear a partir de ellos nuevos papeles que de nuevo vendían en 
los mercados financieros. Y, como consecuencia de ello, los 
bancos dejaron de dedicarse preferentemente a financiar la 
actividad productiva de las empresas para desplazar sus negocios 
hacia la gestión de fondos de inversión y hacia el cobro de 
comisiones bancarias. 

Los bancos se convirtieron así en las principales fuentes de 
alimentación de la especulación, de las burbujas inmobiliarias, 
de la inversión en paraísos fiscales, e incluso en actividades ilícitas 
e inmorales, lo que, al mismo tiempo, hacía que la financiación 
de la actividad productiva de las empresas que crean 
empleo fuera cada vez más escasa y cara, a diferencia de la destinada 
a la especulación. 

EL NEOLIBERALISMO 

Un elemento clave en el crecimiento del sector financiero de 
carácter especulativo fue la polarización de las rentas, con un 
incremento muy notable de las del capital (y muy en particular 
del capital financiero) a costa de una reducción de las rentas del 
trabajo. Esta merma fue responsable de un descenso de la capacidad 
adquisitiva de la población, muy en particular de las clases 
populares, y determinó un problema de escasa demanda y 
por lo tanto de limitada rentabilidad de la economía donde se 
producen los bienes y servicios (la que se llama economía real 

o productiva), cuya demanda estaba disminuyendo. De ahí que 
la población y las empresas se endeudaran cada vez más (y 
aumentaran el tamaño del sector financiero) y que el capital 
prefiriera invertir más en los sectores especulativos que en la 
30 

LAS CAUSAS DE LA CRISIS MUNDIAL 

economía real, pues los beneficios eran mayores en los primeros 
que en la segunda. La polarización de las rentas, con descenso 
de las del trabajo, fue el resultado directo de las acciones 
de los gobiernos que desarrollaron las políticas neoliberales. 

El pleno empleo de la larga fase de crecimiento económico 
de la década de 1950, de la de 1960 e incluso de la de 1970 había 
propiciado que los trabajadores mejoraran continuamente su 
posición en el reparto de la renta, lo que se tradujo en un notable 
incremento en la participación de los salarios en el conjunto 
de las rentas. 

Detrás de esta situación había causas políticas tales como la 
fortaleza de partidos de izquierdas, la expansión del sindicalismo, 
el surgimiento de movimientos sociales, como el movimiento 
feminista, el ecológico, el de derechos civiles y otros 
movimientos sociales contestatarios con la estructura de poder. 
Todos ellos lo sintieron como una amenaza poderosa que indujo 
a los grandes poderes del momento a poner en marcha respuestas 
políticas que les permitieran frenar ese creciente poder 
de los grupos y movimientos sociales que aspiraban a establecer 
un nuevo orden social y económico. 

La respuesta política fue contundente, aplicándose en primer 
lugar y de modo a veces sanguinario en los países deAmérica Latina y África que habían comenzado a experimentar 
cambios no necesariamente radicales en sus formas de 
gobierno y en la política económica. 

Como hemos señalado, la primeras reacciones vinieron de 
la mano de la "revolución conservadora neoliberal" de Margaret 
Thatcher y Ronald Reagan, que produjo cambios muy importantes, 
además de los financieros que hemos comentado. 

En primer lugar, el cambio de modelo productivo mediante 
la aplicación de las nuevas tecnologías de la información que 
iban a proporcionar un nuevo modo de utilización de los recursos, 
especialmente del trabajo, que iba a ser a partir de entonces 
más escaso y más barato. 

En segundo lugar, una nueva política macroeconómica centrada 
en la lucha contra la inflación. Como ésta se entendía que 

31 

HAY ALTERNATIVAS 

estaba causada por los altos salarios y por la excesiva circulación 
de dinero, se proponía combatirla con políticas de altos 
tipos de interés (que beneficiaban a los poseedores de dinero) y 
recortes salariales (lo que favorecía a los propietarios de capital). 


Finalmente se puso en marcha una estrategia política y cultural 
orientada a introducir nuevos valores sociales que fomentaran 
el individualismo y la fragmentación social que, junto al 
paro y al endeudamiento como resultado de los menores ingresos, 
siempre actúan como fuentes de sumisión y de desmovilización 
política. 

Estas políticas, que después se han conocido como neoliberales, 
fueron logrando un cambio paulatino no sólo en la base 
productiva y financiera, sino en todo el orden social e incluso 
en la forma de ser y actuar de los individuos como consecuencia 
de la desigualdad y del desempleo que provocaron. 

LA DESIGUAL DISTRIBUCIÓN DE LAS RENTAS Y LA CRISIS 

Los cambios tan importantes que trajeron estas políticas en 
la distribución del ingreso y su influencia posterior en el origen 
de la crisis se produjeron como consecuencia de un doble proceso. 


Por un lado, disminuía la ganancia que se puede obtener en 
los mercados de bienes y servicios, puesto que la menor proporción 
de rentas salariales (las cuales se dedican prácticamente 
en su integridad al consumo) reduce la demanda y, en consecuencia, 
limita las ventas y los ingresos de las empresas productivas. 
Y paralelamente el mayor volumen de rentas del capital 
incrementa el ahorro y, por tanto, la suma de recursos susceptibles 
de ser destinados a la inversión para obtener rentabilidad. 


Pero, como los cambios financieros que se habían producido 
hacían mucho más atractivo colocar los capitales en las 
inversiones financieras, resultó que la desigualdad de rentas fue 

32 

LAS CAUSAS DE LA CRISIS MUNDIAL 

agrandando el flujo de fondos hacia estas últimas y en menor 
medida a la productiva. 

La desigualdad en la distribución de las rentas originarias se 
convirtió así en la principal fuente de alimentación de la especulación 
financiera y del riesgo asociado a ellas que caracteriza 
al capitalismo de nuestros días. Y esa desigualdad en aumento 
ha sido el caldo de cultivo que ha incentivado la compulsiva 
innovación financiera orientada a rentabilizar el papel mediante 
complejos procedimientos de titulización que convierten el 
capital meramente ficticio, la deuda, en fuente de grandes pero 
muy arriesgadas ganancias. 

El que fue secretario de Trabajo con Clinton, Robert Reich, 
ha señalado que en 1976 el 1 por ciento más rico de la población 
de Estados Unidos poseía el 9 por ciento de la riqueza y 
ahora, después de estos años de políticas neoliberales, ya acumula 
el 20 por ciento. Y subraya Reich la coincidencia significativa 
de que este 20 por ciento sea justamente el porcentaje que 
el 1 por ciento más rico de la población de 1928 poseía entonces, 
justo antes de que se desencadenara la Gran Depresión. No 
es una simple coincidencia. 

Lo que ha ocurrido en los últimos años es que las políticas 
neoliberales han impuesto un régimen de salarios reducidos y 
de trabajo precario que ha permitido recuperar las rentas del 
capital pero con resultados dramáticos. 

Con los salarios más bajos como los que se han impuesto se 
generan beneficios pero crean escasez y, por tanto, se limita el 
rendimiento y la capacidad de crecimiento potencial de la economía, 
es decir, el que se podría obtener si hubiera mayor 
demanda y se utilizaran todos los recursos disponibles en lugar 
de dedicarlos a crear y destruir constantemente capital ficticio 
en los mercados financieros. 

Si se contrae la actividad, lo que termina ocurriendo es que 
la actividad real proporciona una rentabilidad mucho menor 
que la que se puede obtener en las actividades financieras. 

Esa progresiva deriva de los capitales hacia el universo 
financiero es lo que debilita la actividad real y genera inestabi


33 

HAY ALTERNATIVAS 

lidad, puesto que la base en la que allí se soporta la ganancia es 
la especulación que implica una asunción constante de riesgo y, 
por tanto, una tendencia permanente a la inestabilidad y a las 
crisis. 

Así, mientras que desde el final de la Segunda Guerra 
Mundial hasta la década de 1970 apenas si se podrían señalar 
cuatro o cinco crisis financieras, desde entonces se han contabilizado 
117 crisis bancarias sistémicas en 93 países y 113 episodios 
de estrés financiero en 17 países, lo que claramente 
poner de relieve que los fenómenos paralelos de la desigualdad 
y la hipertrofia de los flujos financieros vinculados a la multiplicación 
del capital ficticio son la fuente de la extenuante inestabilidad 
sistémica del capitalismo de nuestros días. 

La crisis que estamos viviendo es, por tanto, una consecuencia 
inevitable de este proceso de conversión de la economía 
capitalista en un gran casino financiero que convierten 
la inversión en papel y en capital puramente ficticio (si es que a 
eso se le puede considerar inversión) en el uso más rentable del 
capital. Los bancos y los grandes fondos de inversión se han 
convertido en una maquinaria de creación constante de deuda 
a través de la titulización y de los sofisticados procedimientos 
de la ingeniería financiera que llevan a cabo para encontrar 
continuamente nuevas fuentes de beneficio. Pero todo ello lo 
llevan a cabo al margen de la actividad productiva, de modo 
que ésta no puede sino debilitarse de forma continuada y terminar 
exhausta ante la falta de capital o de demanda real suficiente. 


UN CAPITALISMO TÓXICO 

En definitiva la última y gran recesión de la economía mundial 
es algo más que el resultado de una crisis financiera derivada 
de la difusión de productos tóxicos. La crisis actual es 
también la consecuencia del divorcio entre medios y fines, porque 
se han desnaturalizado la economía, el dinero, las finanzas 

34 

LAS CAUSAS DE LA CRISIS MUNDIAL 

y la actividad bancaria. El dinero ha dejado de ser un instrumento 
al servicio de la producción de bienes y servicios que 
puedan satisfacer las necesidades humanas para convertirse en 
un fin en sí mismo y en una simple fuente de poder. La financiación 
ha dejado de ser una actividad al servicio de la creación 
de empleo o riqueza y los bancos se han convertido en los principales 
instrumentos de todo ello pasando a ser una maquinaria 
de generación de deuda. 

Pero esta transformación se ha podido producir porque se 
han dado otros cambios además de los registrados en la esfera 
económica y financiera. Se ha modificado el equilibrio y las 
relaciones de poder de clase y de género en las sociedades 
actuales como resultado de la polarización de las rentas que han 
puesto cada vez más recursos en manos de los financieros y 
grandes empresarios a costa de la reducción de los ingresos de 
las clases populares y de su consecuente endeudamiento y de la 
protección social que reciben. Y también porque se ha acelerado 
la concentración de los mayores medios de información y 
persuasión y su vinculación con esos grandes grupos económicos, 
todo lo cual ha disminuido la capacidad de respuesta de las 
clases sociales que soportan los efectos negativos de estas políticas 
consiguiendo incluso presentar tales cambios como inevitables 
y los únicos posibles para que la gente que los sufre en 
mayor medida, los trabajadores, las mujeres, los jóvenes, los 
pensionistas, los parados... no se den cuenta de lo que pasa y se 
conviertan, por el contrario, en los propios soportes de las políticas 
que les reducen continuamente sus ingresos y su bienestar. 

35 

HAY ALTERNATIVAS 

II 
Las singularidades de la crisis española 


Como ya hemos dicho, para afrontar con éxito un problema 
económico, como cualquier otro social o personal, es fundamental 
conocer bien sus causas, los factores que lo han provocado. 
Por eso también es fundamental conocer los factores singulares 
que han hecho que la crisis tenga en España un perfil 
algo distinto y que se haya manifestado aquí con más gravedad 
que en otros países de nuestro entorno. 

Evidentemente, la crisis que está viviendo la economía 
española es fruto directo de la crisis financiera internacional. Si 
ésta no se hubiera producido, nuestra economía no habría llegado 
a estar en la situación tan delicada en la que se encuentra. 
Pero, aunque es verdad que nuestra crisis viene de la mano de 
la internacional, también es cierto que en España había unas 
condiciones económicas previas muy singulares que han hecho 
que su efecto haya sido especialmente grave y dañino. 

LAS COINCIDENCIAS Y NUESTRAS PARTICULARIDADES 

En España se ha dado en los últimos treinta años el mismo 
proceso de transformación estructural y se han aplicado las 
mismas recetas neoliberales que en el resto del mundo tal y 
como hemos explicado en el capítulo anterior. Pero nuestra singularidad 
es que éstas se han producido, como todos sabemos, 
en el contexto de un proceso de transición de la dictadura a la 
democracia que ha matizado, tanto en términos positivos como 
negativos, los efectos de ese proceso. 

37 

HAY ALTERNATIVAS 

El también crecimiento excesivo de la actividad financiera 
que ha terminado provocando la crisis bancaria se ha producido 
en nuestro país en los últimos tiempos, pero se ha manifestado 
con alguna particularidad porque ha coincidido con tres 
circunstancias particulares: 

Una impresionante burbuja inmobiliaria. 

Un endeudamiento previo y una insuficiencia de ahorro 
nacional especialmente grandes. 

Una supervisión de las instituciones financieras en cierto 
modo diferente a las del resto de los países como consecuencia 
de que ya habían sufrido una crisis muy devastadora años 
antes. 

A continuación analizaremos los efectos que ha provocado 
el hecho de que España, también en materia de crisis económica, 
haya sido diferente. 

La herencia del franquismo en nuestra economía 

El proceso de transformación estructural del neoliberalismo 
que hemos explicado en el capítulo anterior ha coincidido en 
España con la salida de la dictadura franquista y con la consolidación 
de un régimen democrático que no siempre ha podido 
liberarse por completo de su herencia y eso ha dado a ese proceso 
un carácter singular debido a los siguientes factores principales. 


Debilidad de las clases trabajadoras 

La transición, que no fue modélica, se hizo realmente en términos 
muy favorables a las fuerzas conservadoras que controlaban 
los aparatos del Estado dictatorial y gran parte de los 
medios de información y persuasión. La presión popular y muy 
en especial la agitación social de las clases trabajadoras (el 
número de huelgas políticas en el periodo 1974-1978 fue el más 
alto en términos proporcionales de las que hubo en Europa 

38 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

durante los mismos años) fueron responsables del fin de la dictadura; 
aunque el dictador murió en la cama, la dictadura 
murió en la calle. Pero aquella agitación social no fue suficiente 
para forzar una ruptura con el estado anterior, lo que permitió 
que las derechas de escasa tradición democrática mantuvieran 
su enorme poder y provocó la debilidad, dentro del Estado, 
de las fuerzas democráticas y muy en especial de la izquierda 
(las cuales acababan de salir de la clandestinidad y muchos de 
sus dirigentes, de las cárceles). 

El sindicalismo fue un factor importantísimo en la recuperación 
de la democracia, pero el dominio conservador en el 
Estado ha limitado en gran medida su influencia. Una situación 
que ha sido también acentuada por su división en distintos sindicatos 
que se han estado basando históricamente en varias tradiciones 
políticas, división que les ha debilitado frente a unas 
fuerzas conservadoras, que tanto en el centro como en la periferia 
han sido siempre muy conscientes de sus intereses de clases 
actuando de manera unitaria. 

Desmesurada influencia política 

de los grandes grupos empresariales y financieros 

Los grandes representantes de los intereses empresariales 
más poderosos han mantenido gran parte de los mecanismos 
de protección nacidos en el franquismo, que en realidad fue un 
régimen orientado a proteger de forma constante al gran 
empresariado y a la banca mediante su permanente presencia 
en el poder político.1 

Así, todavía a finales de 2006 sólo una veintena de grandes 
familias eran propietarias del 20,14 por ciento del capital de las 
empresas del Ibex-35 y una pequeña élite de 1.400 personas, 
que representan el 0,0035 por ciento de la población española, 
controlaba recursos que equivalen al 80,5 por ciento del PIB. 

1. Véanse las obras de Mariano Sánchez, Ricos por la patria. Grandes magnates 
de la dictadura, altos financieros de la democracia, Plaza & Janés, Madrid, 
2001; Ricos por la guerra de España, Raíces, Madrid, 2007. 
39 

HAY ALTERNATIVAS 

Esta estructura muy oligarquizada2 de la sociedad y la economía 
españolas ha sido determinante, como se comentará 
enseguida, para provocar la burbuja inmobiliaria y el extraordinario 
endeudamiento que se encuentra en el origen de la crisis 
que afecta a la economía española. 

Instituciones y mercados muy imperfectos 

La dictadura nos dejó instituciones tan decisivas como el 
mercado de trabajo, el sector financiero o el sistema fiscal muy 
débiles y mal conformadas y no ha sido fácil acomodarlas a la 
democracia y a la modernidad. 

En el mercado laboral ha habido una dureza en las iniciativas 
empresariales, resultado de una gran patronal acostumbrada 
a tener una prepotencia que heredó del régimen anterior con 
escasa adaptabilidad a las exigencias de una economía basada 
en la cooperación y la colaboración de los agentes sociales. 
Temas hoy aceptados en los mercados laborales europeos 
como, por ejemplo, cogestión empresarial, han sido desechados 
como impracticables. Y la solución del elevado desempleo ha 
sido siempre, por parte de la gran patronal, facilitar el despido, 
lo cual ha creado resistencias comprensibles del movimiento 
sindical. 

En el sector financiero ha prevalecido una articulación excesivamente 
protegida y privilegiada que ha permitido que la 
banca mantenga un poder y una influencia sobre el conjunto de 
la economía y las instituciones muy desproporcionado en comparación 
con el de los países de nuestro entorno. 

Finalmente, y a pesar de las reformas de los inicios de la 
democracia, el sistema fiscal no ha podido quitarse de encima 
el histórico rechazo de las clases pudientes españolas hacia los 
impuestos, lo que ha dado lugar a que el sistema haya evolucionado 
hacia la regresividad y la insuficiencia justo cuando más 

2. Iago Santos Castroviejo, Una aproximación a la red social de la élite delpoder económico en España, ponencia presentada a las XI Jornadas deEconomía Crítica, 28 de marzo de 2008. 
40 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

necesario hubiera sido alcanzar dosis elevadas de equidad, eficiencia 
y suficiencia. 

Déficit social3 

Otra herencia del franquismo fue la escasa dotación de 
recursos para la protección social y la gran debilidad de las 
estructuras del bienestar colectivo. Aunque los pactos de la 
transición y el relativamente rápido acceso al gobierno del partido 
socialista permitieron ampliar estructuras de bienestar de 
gran alcance, en ningún momento han dispuesto de la financiación 
que hubiera sido necesaria para garantizarles su consolidación. 
Y esta insuficiencia es la que provoca la idea tan generalizada 
de que nuestro sistema de servicios públicos funciona 
mal y que hay que revisarlo. 

Hay que tener en cuenta que la dictadura no sólo fue un 
régimen políticamente represor de las libertades sino también 
profundamente regresivo en materia de derechos sociales y 
protección social, de modo que al morir el dictador España se 
encontraba muy por debajo de los estándares europeos de bienestar 
social, arrastrando déficits muy considerables en materia 
educativa, de innovación, en protección social o en infraestructuras 
y capital colectivos, como analizaremos con más detalle 
en otro capítulo. 

De hecho puede decirse que el Estado del Bienestar (educación 
y salud universal, protección a las familias, al desempleo... 
) era muy pobre en España en 1975, cuando murió Franco, así 
que los primeros gobiernos de la democracia tuvieron que articular 
esas estructuras de bienestar justo en una coyuntura marcada 
por las restricciones presupuestarias, por la imposición de 
una lectura ultraliberal de la política económica en todos los 
espacios internacionales y con una fuerte presión ideológica en 
este sentido dentro y fuera del país. 

3. Véase la obra de Vicenç Navarro, El subdesarrollo social de España, 
Anagrama, 2006. 
41 

HAY ALTERNATIVAS 

Débil y traumática vinculación 

de la economía española con el exterior 

La economía española se fue abriendo al exterior a partir de 
1959, en plena dictadura, pero lo hizo de modo muy dependiente 
y condicionado por el predominio de un modelo productivo 
atrasado y que sólo resultaba competitivo mediante los 
bajos salarios y los favores administrativos que la dictadura 
ofrecía con generosidad a grandes empresas y multinacionales. 
En esas condiciones nuestro equilibrio exterior dependía de la 
entrada de divisas que proporcionaba la creciente especialización 
en la oferta de servicios turísticos. Y puesto que esta vía 
resultaba a la postre insuficiente había que recurrir periódicamente 
a la devaluación de la moneda.4 

La llegada de la democracia coincidió también con una 
nueva fase de apertura al exterior que hubo que afrontar sin 
haber podido consolidar con anterioridad un modelo productivo 
sustancialmente distinto al de la dictadura. Por ello, la 
incorporación primero a la Comunidad Europea y más tarde a 
la unión monetaria supusieron también un impacto muy grande 
en nuestra economía. Podríamos decir que tuvimos que 
ponernos un traje de otra talla sin haber cambiado antes nuestro 
tamaño y eso tuvo efectos desiguales. Por un lado, hizo posible 
que la economía y la sociedad españolas disfrutaran de una 
entrada de fondos muy importantes que han permitido consolidar 
estructuras de bienestar y una gran dotación de recursos 
(disfrutamos de un traje nuevo). Pero, por otro, ha puesto en 

4. La devaluación es la decisión tomada por el gobierno de bajar el precio deuna moneda en relación con alguna otra. Se suele tomar cuando hay undéficit exterior muy grande e insoportable, es decir, cuando hay que hacerpagos al exterior muy por encima de los ingresos que se reciben. Al devaluar, 
los productos nacionales se abaratan y de esa manera se supone que sepueden vender con mayor facilidad y, por tanto, aumentan los ingresos. Ycomo, al mismo tiempo, la devaluación hace que los productos del exteriorsean más caros, disminuyen también los pagos internacionales. El efecto deambos procesos es que, gracias a la devaluación, mejora la balanza del paíscon el exterior. 
42 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

manos del capital extranjero los mejores activos de nuestra economía, 
hasta el punto de que el capital español ha desaparecido 
de sectores enteros, algunos de ellos de gran importancia 
estratégica (el traje nuevo no nos sentaba bien porque no era de 
nuestra talla). Y además ha limitado casi totalmente la capacidad 
de maniobra interna al someter la política económica 
nacional a los dictados de las decisiones dominantes en Europa 
que lógicamente responden más bien a los intereses empresariales 
de los países más poderosos, Alemania y Francia. Todo 
ello ha consolidado el modelo productivo tradicional dependiente 
y muy poco competitivo. 

En particular, la entrada de España en la Zona Euro impide 
que el ajuste exterior al que obliga nuestra escasa competitividad 
se pueda llevar a cabo a través de la devaluación como se 
había hecho tradicionalmente. 

Podríamos haber resuelto ese problema especializándonos 
en otro tipo de actividades y mejorando nuestra calidad y nuestra 
productividad. Pero eso hubiera requerido políticas públicas 
más potentes e impuestos más altos. Algo que nunca desearon 
las grandes empresas que han querido competir en los mercados 
internacionales y que optaron, por el contrario, por competir 
bajando los salarios. Pero, a pesar de que éstos han sufrido 
un proceso constante de contención (España es el único país 
de la OCDE en donde no se produjo crecimiento real de los 
salarios entre 1995 y 2005), esta vía de ajuste ha sido insuficiente 
para proporcionarnos bastantes ingresos (porque como 
veremos en otro capítulo es una vía empobrecedora) y eso dio 
lugar a que el déficit exterior de España se haya disparado en los 
últimos años hasta llegar a ser el más alto del mundo en términos 
relativos. 

Gran desigualdad 

Finalmente hay que subrayar que de la dictadura que rigió 
en España de 1938 a 1978 se heredó igualmente una gran desigualdad, 
tanto entre territorios como entre personas, como 

43 

HAY ALTERNATIVAS 

consecuencia no sólo de la carencia de políticas y estructuras 
redistributivas, sino sobre todo de la carencia de capital social 
dedicado a la formación y la innovación, del predominio de un 
modelo productivo dependiente y desvertebrado y de la propia 
ausencia de democracia. 

En definitiva, podríamos decir que la dictadura nos dejó de 
herencia una economía y una sociedad muy sometidas a grupos 
de interés económico y financiero muy reducidos pero muy 
poderosos, y un tejido productivo demasiado débil también 
dominado por grandes empresas y bancos con una influencia 
política conquistada en la dictadura pero que han logrado mantener 
casi hasta la actualidad. Basta ver, por ejemplo, que los 
grandes apellidos de la vida económica, banqueros y empresarios, 
los que ahora cita el presidente Zapatero para pedirle 
ayuda frente a la crisis o los que van a ver al Rey para proponerle 
sus soluciones, son prácticamente los mismos del franquismo, 
o que los mayores perceptores de ayudas agrarias de la 
Unión Europea en España siguen siendo la familia Mora-
Figueroa Domecq, la duquesa de Alba, el duque del Infantado 

o la Compañía de Jesús... 
EL MODELO PRODUCTIVO QUE DA LUGAR A LA CRISIS 

Las circunstancias y los factores que acabamos de mencionar 
constituyen residuos de la atrasada y corporativizada economía 
del franquismo que todavía no han desaparecido del 
todo de la economía española actual y que incluso, en algunos 
casos se han agudizado en la democracia como consecuencia 
de la aplicación sin contrapesos de las políticas neoliberales. 

Esto es lo que ha ocurrido desde 1993, fecha que inició el 
proceso de integración de España en la Unión Europea, con la 
reducción del gasto público social por habitante, primero 
(1993-1995) en términos absolutos y después (1996-2004) en 
términos proporcionales, creciendo el gasto público social en 
niveles más bajos que en el promedio de la UE-15, con lo cual 

44 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

el déficit de gasto público social de España con el promedio de 
la UE-15 aumentó considerablemente durante el periodo 19932004. 


El euro se estableció en España a costa de su Estado del 
Bienestar, pues la reducción del déficit del estado se realizó primordialmente 
a base de transferir los fondos que hubieran ido 
a cubrir el déficit social, a reducir el déficit del Estado. 

Finalmente las privatizaciones de empresas públicas han 
fortalecido el carácter oligárquico de nuestra estructura empresarial 
(pues en su mayor parte fueron a parar a los grupos privados 
de por sí ya más poderosos) o con la especialización de la 
actividad económica en torno a los sectores de las finanzas y la 
construcción gracias a la estrecha vinculación, que viene de los 
años inmediatamente posteriores a la Guerra Civil, entre el 
poder político, los banqueros y los constructores y promotores 
inmobiliarios. 

Y, para colmo, sin que esas privatizaciones hayan producido 
ninguna "mejora significativa en la rentabilidad, en la eficiencia, 
en el volumen de ventas y de inversión, ni cambios significativos 
en el nivel de endeudamiento o en el empleo" en las 
empresas que se privatizaron.5 

España se ha modernizado y se ha democratizado en estos 
últimos treinta años pero lo ha hecho manteniendo estructuras 
de poder muy asimétrico que a la postre no han permitido, por 
ejemplo, que se dediquen a financiar el bienestar los recursos 
necesarios. La economía española se ha debido incorporar a las 
condiciones generales que impone la globalización neoliberal y 
para ello se ha puesto a disposición de los capitales extranjeros 
que mediante la adquisición de numerosas empresas y el control 
de los canales de distribución han llegado a tener una posición 
de gran predominio en los sectores más decisivos de nuestra 
economía. 

5. Así lo han demostrado, entre otros, Laura Cabeza y Silvia Gómez Ansón ensu trabajo "Los procesos de privatización en España: determinantes e implicaciones 
de la eficiencia empresarial", Estudios de economía aplicada, vol. 
27-2, 2009, p. 20. 
45 

HAY ALTERNATIVAS 

Pero, al mismo tiempo, no ha llegado a los estándares de bienestar 
y de protección que alcanzaron en su momento los países 
a cuyos niveles ha tenido que homologarse en poco tiempo. 

Esa es la situación que uno de nosotros, Vicenç Navarro, ha 
caracterizado como de "bienestar insuficiente, democracia 
incompleta", que es causa y a su vez consecuencia de la combinación 
de todos esos factores y que en su vértice se traducen en 
un equilibrio de poder muy asimétrico entre las clases sociales.6 

Todos esos factores han consolidado un modelo productivo 
y de desarrollo socioeconómico que es el que está estallando 
ante nosotros coincidiendo con la crisis financiera mundial, 
cuyas principales características se podrían resumir en las 
siguientes. 

Economía poco productiva y de poco valor añadido 

La utilización más intensiva de la mano de obra se utiliza en 
actividades con muy poca innovación y de escaso valor añadido 
como principalmente la construcción, las vinculadas al 
turismo y los servicios. 

Esta especialización está unida, a su vez, a otros factores que 
resultan también claramente determinantes de la situación en la 
que la economía española ha hecho frente a la crisis actual. 

En primer lugar, un déficit histórico en recursos humanos 
cualificados y en formación que aún no se ha resuelto, como 
pone de relieve, por ejemplo, que en España sólo tengan educación 
secundaria completada, equivalente a bachiller o formación 
profesional, el 62 por ciento de los jóvenes de edades comprendidas 
entre 25 y 34 años frente a un 80 por ciento de media 
en los países europeos. Un factor que, unido al atraso que igualmente 
se sufre en inversión en I+D+i, provoca que la productividad 
del trabajo en España se haya mantenido prácticamente 
estancada en los últimos quince años. 

6. Véase Vicenç Navarro, Bienestar insuficiente, democracia incompleta. Sobrelo que no se habla en nuestro país, Anagrama, Barcelona, 2002. 
46 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

En segundo lugar, un incremento muy importante de las 
mujeres en el mercado laboral que ha hecho que su tasa de actividad 
aumenta desde el 45,1 por ciento de 1996 al 60,2 por 
ciento en 2006 pero que, al no ir acompañado de suficientes 
políticas de igualdad y mecanismos legales efectivos contra la 
discriminación, ha provocado un descenso en el nivel salarial 
medio. Un fenómeno que, al añadirse a la entrada masiva de 
población inmigrante en los últimos años, ha permitido mantener 
los salarios en niveles excepcionalmente bajos, lo que ha 
incentivado el uso más intensivo y poco productivo de la mano 
de obra. 

En tercer lugar, un mercado de trabajo en donde la asimetría 
a la que antes hicimos referencia ha propiciado unas condiciones 
de contratación muy favorables al gran empresariado y que 
se traduce sobre todo en una alta temporalidad (superior al 30 
por ciento durante largos periodos) que explica los grandes vaivenes 
que el volumen de empleo y la tasa de desocupación 
sufren a lo largo del ciclo. 

Así, España ha pasado casi sin solución de continuidad de 
crear 2,3 millones de empleos en 2004-2006 y estar a la cabeza 
de la creación de puestos de trabajo en Europa, a perder cientos 
de miles en unos pocos meses, algo que no es sólo característico 
de esta última crisis puesto que ya sucedió igualmente en la 
de 1992-1993 cuando en sólo dieciocho meses (desde julio de 
1992 hasta diciembre de 1993) se destruyeron 734.000 puestos 
de trabajo. 

En cuarto lugar, una gran dependencia del capital público y 
en concreto de decisiones políticas vinculadas a la inversión en 
infraestructuras, a la política de suelo y urbanística, así como de 
las facilidades fiscales y a la financiación externa al sector. 

Los auges de la construcción en España han estado vinculados 
siempre a una fuerte complicidad y participación del sector 
público. En la primera etapa de gran expansión (1987-1992) fue 
el endeudamiento público y la potenciación desde el Estado de 
la obra pública en infraestructuras los que permitieron su 
expansión vertiginosa y en la última fase de crecimiento desor


47 

HAY ALTERNATIVAS 

bitado hasta 2006-2007 gracias al endeudamiento privado y la 
construcción residencial. Y, en ambos casos, gracias a una legislación 
favorable cuidadosa y estratégicamente prediseñada y a 
privilegios fiscales de los que no se ha podido gozar casi en 
ningún otro tipo de actividad. 

Pérdida de poder adquisitivo de los salarios 

y debilidad del mercado interno 

En los últimos años se han ido aplicando políticas de contención 
salarial con la excusa de ser más competitivos y de 
luchar contra la subida de precios y de crear empleo. 

Así, mientras que en 1960 la participación de los salarios en 
el PIB (al coste de los factores) era del 68 por ciento y en 1976 
alcanzaba su máximo en los últimos 35 años con un 73,63 por 
ciento, en 2008 la participación descendió hasta un 60,21 por 
ciento. España es el único país de la OCDE en donde los salarios 
reales no han crecido en los últimos quince años. 

Esta pérdida de peso de los salarios ha provocado que 
España sea uno de los países con mayor desigualdad de Europa 
y ha tenido además dos grandes efectos que hay que corregir 
para salir bien de la crisis. 

Por un lado, ha debilitado mucho el mercado interior porque 
éste depende del gasto que se realice. Y con salarios a la baja 
el gasto lógicamente se resiente, lo que afecta sobre todo a las 
empresas pequeñas y medianas, puesto que las grandes siempre 
pueden acudir al gasto de otros países. Y como estas pequeñas 
y medianas empresas son las que crean casi el 80 por ciento del 
empleo, resulta que salarios más bajos han ido acompañados al 
final de menos empleo. 

Por otro lado, cuando los ingresos salariales son bajos y las 
pequeñas y medianas empresas tienen dificultades porque no 
hay gasto suficiente, lo que ocurre es que aumenta el endeudamiento. 


Eso les viene muy bien a los bancos, porque su negocio es 
precisamente ofrecer créditos, y por eso piden siempre políticas 

48 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

de contención salarial, pero le viene muy mal a la economía en 
su conjunto. 

Y no es casualidad ni mucho menos que España sea, al 
mismo tiempo, el país en donde no han subido los salarios reales 
y el que ha registrado un incremento más vertiginoso del 
endeudamiento privado, que ha llegado a representar el 150,4 
por ciento de la renta disponible neta, y una reducción correlativa 
del ahorro que ha llegado a situarse en tan sólo un 11 por 
ciento de dicha renta. En los diez años anteriores al estallido de 
la crisis el endeudamiento de las familias en relación a su renta 
disponible y el de las empresas en relación a su excedente bruto 
de explotación casi se ha triplicado. 

Y hay que dejar claro que este endeudamiento no se debe, 
como a veces se dice, a que los españoles hayamos vivido "por 
encima de nuestras posibilidades" sino a que los salarios han 
estado por debajo de nuestras necesidades. 

Crecimiento de la deuda privada 

y demonización de la pública 

Un fenómeno curioso que se ha producido en los últimos 
años en España es que mientras que se impulsaba y facilitaba el 
endeudamiento privado y nadie ponía objeciones a ellos se 
ponían todo tipo de pegas y frenos al del Estado. 

Esto es algo que debería resultar sorprendente porque el 
endeudamiento público aporta mucha más riqueza y menos 
riesgos que el privado. En España el endeudamiento público se 
ha destinado normalmente a crear capital social y estructuras 
de bienestar colectivas mientras que el privado se ha concentrado 
en la adquisición o rehabilitación de viviendas (75 por 
ciento), muy poco en el consumo (12 por ciento) y casi nada en 
la actividad productiva (6 por ciento). 

Las consecuencias de haber actuado "al revés" en este campo 
son muy importantes y de muy diversa naturaleza: al limitar la 
financiación pública se ha mantenido e incluso acrecentado el 
déficit social español y el relativo a la investigación y la ciencia, 

49 

HAY ALTERNATIVAS 

y al apoyar al privado vinculado a la construcción se ha propiciado 
que los mayores ingresos de la actividad económica 
hayan sido los recibidos por la banca y por los promotores y 
constructores inmobiliarios. Es decir, no sólo ha hecho que la 
economía española sea más injusta sino también más ineficiente. 
Y además una deuda tan extraordinaria ha creado una 
auténtica esclavitud para millones de familias que sin duda 
explica en gran medida la desmovilización social, la sumisión y 
la falta de respuestas a la pérdida relativa de bienestar que padecen 
las clases trabajadoras. 

Deterioro ambiental 

Por otro lado, el modelo productivo español, debido a su 
especialización productiva en torno a la construcción y al turismo 
y a la gran influencia política que tienen los promotores y 
grandes empresarios, es un gran productor de daños medioambientales, 
despilfarrador de recursos naturales y generador de 
residuos que suponen un coste social y económico extraordinario 
pero que no se tiene en cuenta a la hora de valorar su verdadero 
alcance.7 

Dependencia del ciclo 

Finalmente nuestro modelo resulta también muy indefenso 
ante los avatares del ciclo económico. Eso quiere decir que, 
cuando las cosas van bien, aquí van mejor que en ningún sitio, 
pero que, cuando mal, aquí van mucho peor. Y el balance total 
suele ser negativo. 

Esto es debido a otra serie de factores que también hacen 
que nuestro modelo económico sea muy frágil y que podemos 
resumir en los siguientes: 

7. Véase José María Naredo, "La cara oculta de la crisis. El fin del boom inmobiliario 
y sus consecuencias", en Revista de Economía Crítica, núm. 7, 2009, 
pp. 118-133. 
50 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

1. En contra de lo que dicen los economistas neoliberales, en 
España existe una gran precariedad laboral y gran facilidad 
para aumentar y reducir plantillas, como prueba que en la 
actual etapa de pérdida de empleo más del 80 por ciento de los 
puestos de trabajo destruidos lo hayan sido al margen de los 
expedientes administrativos de regulación de empleo. Y eso 
hace que los empresarios prefieran actuar contratando mucho 
en épocas buenas pero también despidiendo abundantemente 
en las malas. Si el trabajo fuera un factor más valioso y costoso, 
los empresarios estarían mucho más motivados para invertir en 
mejoras de productividad y calidad que les evitaran incurrir en 
los costes de despedir o de cerrar su actividad. 
2. La dependencia del capital extranjero que, como hemos 
señalado antes, se ha hecho con la inmensa totalidad de los 
activos principales de la economía española ha provocado que 
las empresas dominadas por él se dirijan desde el exterior y que 
respondan a intereses y estrategias de rentabilización ajenas a la 
dinámica propia de la economía española. Así, en cuanto empeora 
la situación fuera, esos capitales responden enseguida en 
España, incluso aunque aquí la situación no se haya deteriorado. 
3. El escaso peso de la actividad industrial y, por el contrario, 
el excesivo de las actividades que son más vulnerables ante 
los cambios coyunturales en la demanda. 
4. La gran influencia del sector bancario que es conservador 
por excelencia y siempre se adelanta a las fases del ciclo, lo que 
agrava este efecto al trasladarlo al conjunto de la economía, 
pues la renta familiar y la actividad de los hogares y de las 
empresas dependen de su estrategia. 
5. La disminución en la autonomía para poner en marcha y 
ejecutar políticas de estabilización macroeconómica como consecuencia 
de la globalización y de la pertenencia a la unión 
monetaria impide que el gobierno pueda hacer frente con eficacia 
a los efectos perturbadores del ciclo, a pesar de que su 
economía esté expuesta más cruda y directamente a todos ellos. 
51 

HAY ALTERNATIVAS 

LA ETAPA DE EXAGERACIÓN, EL ESTALLIDO DE LA CRISIS 
Y LA RECESIÓN 

Las debilidades del modelo de crecimiento que acabamos de 
señalar son las que nos permiten afirmar que los problemas que 
viene padeciendo la economía española desde 2007 no son sólo 
el resultado del impacto externo provocado por la difusión de 
las hipotecas basura desde Estados Unidos, ni sólo de sus 
secuelas sobre el conjunto de la economía mundial. 

Por supuesto ese impacto ha existido y ha tenido una 
influencia notable por razones muy diversas: 

1. Porque la banca española tiene una gran integración con 
la internacional y hubiera sido siempre inevitable que le afectara 
la situación de insolvencia generalizada que se ha producido. 
2. Porque la economía española es muy sensible, como 
hemos señalado, a la demanda externa que se ha visto afectada 
gravemente como consecuencia de la situación financiera. 
3. Porque la confianza es un elemento fundamental en las 
relaciones económicas y en los últimos tiempos se ha visto limitada 
como consecuencia de nuestro altísimo nivel de endeudamiento. 
4. Porque tratándose de una crisis sistémica y global es realmente 
imposible que algún país pueda presenciarla de lejos y 
sin verse más o menos afectado por sus consecuencias de todo 
tipo. 
Pero, siendo así, lo cierto es que la economía española venía 
dando señales de peligro desde antes de que estallara la crisis de 
las hipotecas basura, como demuestra el hecho de que la oferta 
de crédito ya hubiera comenzado a caer en 2006. 

Lo que ha sucedido en España es que en los últimos cuatro 

o cinco años anteriores al estallido de la crisis internacional se 
exageraron de tal modo los rasgos de inestabilidad e insostenibilidad 
del modelo productivo que éste no pudo sino saltar por 
los aires y lo ha hecho, lógicamente, coincidiendo con la etapa 
52 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

de mayor debilidad estructural, cuando arreciaba la crisis internacional. 


Ese estallido se produjo al hacerse insostenibles varias de las 
circunstancias que ya hemos mencionado: 

1. El exceso de liquidez provocado por el crecimiento desorbitado 
de la deuda. 
2. El imposible mantenimiento de la dinámica al alza de los 
precios de la vivienda y el subsiguiente estallido de la burbuja 
inmobiliaria. 
3. La imposibilidad de controlar el desequilibrio exterior 
cuando se ha generalizado una gran pérdida de confianza de los 
mercados externos. 
4. La presencia pertinaz y en incremento de la desigualdad 
que deteriora de forma progresiva los mercados internos. 
5. La actitud permisiva de las autoridades monetarias con 
todo lo anterior. 
6. La despreocupación de los gobiernos de Aznar y 
Rodríguez Zapatero frente a los factores de insostenibilidad del 
modelo basado en el ladrillo a pesar de que se estaban haciendo 
evidentes desde hacía tiempo. 
7. La lamentable gestión gubernamental de los inicios de la 
crisis cuando Zapatero se empeñaba en negarla, seguramente 
guiado por sus asesores liberales que confiaban ciegamente en 
la capacidad autorreguladora de los mercados, lo que hizo perder 
un tiempo precioso para actuar contra ella. 
El gran negocio de la banca española 

nos salió demasiado caro 

El periodo de generosa liquidez del que habían disfrutado 
todas las economías tuvo en España una expresión mucho más 
exagerada precisamente porque su modelo productivo estaba 
centrado en torno a actividades que se desarrollaban al amparo 
de la deuda. Y porque el gran poder del que disponen los bancos 
en España les ha permitido multiplicar el negocio sin que 

53 

HAY ALTERNATIVAS 

en la práctica hayan tenido limitaciones efectivas por parte del 
Banco de España, que, a pesar de la fama de buen supervisor, lo 
cierto es que ha dejado crecer una deuda a todas luces desproporcionada 
e indigerible por la economía española.8 

Así, el crédito total a residentes pasó de 701.663 millones de 
euros en 2002 a 1,8 billones en 2008, un incremento gigantesco 
de la deuda (o, lo que es igual, del negocio de la banca) que en 
un 70 por ciento fue dirigido hacia la construcción o sus actividades 
colindantes; es decir, a alimentar la burbuja inmobiliaria 
que se formaba en el proceso de constante revalorización de 
inmuebles. 

La exageración de este proceso se pone de relieve considerando 
que el endeudamiento neto de la economía española, de 

8. El poder de la banca y también del lobby inmobiliario y su maridaje con elpoder político en los últimos años se ha manifestado de modos muy evidentes: 
la poderosa Oficina Económica del Gobierno ha estado nutrida deeconomistas procedentes en su gran mayoría de servicios de estudios debancos privados, uno de sus directores salió directamente a trabajar comopresidente de la patronal de grandes constructoras, un antiguo gobernadordel Banco de España terminó en el Consejo de Administración de uno delos grandes bancos, otro en el Fondo Monetario Internacional y un subgobernador 
presidiendo la patronal bancaria.
Otra prueba singular del gran poder político de los grandes empresarios yfinancieros y de su connivencia con las autoridades fue la mostrada por laentonces secretaria de Estado de Justicia, María Teresa Fernández de la 
Vega, con el presidente del Banco de Santander, Emilio Botín. Según 
informó el diario El País, impidió que se lo juzgara en un caso en el que elfiscal le pedía nada menos que 170 años de cárcel ordenando en una carta"que se cursaran al abogado del Estado "instrucciones" sobre su actuaciónen el caso de las cesiones de crédito", concretamente pidiendo que no sedirigiera "acción penal alguna por presunto delito contra la Hacienda 
Pública, contra la citada entidad bancaria o sus representantes" ("Rato atribuye 
la decisión de no perseguir a Vega", El País, 27 de mayo de 2008).
Gracias a su intervención Botín no fue juzgado, según informó la web de El 
Confidencial el 21 de septiembre de 2006, a pesar de que "durante los años1988 y 1989 el Santander manejó cerca de medio billón de pesetas de dinero 
negro, que provenía de fuentes financieras más o menos inconfesables[...] El banco entregó al Fisco información falsa sobre 9.566 operaciones formalizadas 
que representaban 145.120 millones de pesetas. [...] A tal efectono dudó en declarar como titulares de las cesiones a personas fallecidas,
emigrantes no residentes en España, ancianos desvalidos, trabajadores enparo, familiares de empleados del banco, antiguos clientes que ya no mantenían 
relación alguna con la entidad, etcétera". 
54 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

las administraciones públicas y del sector privado había 
aumentado un 82 por ciento entre 1999 y 2003 y que desde 
entonces hasta 2007 lo hizo un 243 por ciento.9 El crédito total 
destinado a la actividad productiva se multiplicó entre 2000 y 
2007 por 3,1, el dirigido a la industria por 1,8, el de la construcción 
por 3,6 y el dirigido a la actividad inmobiliaria por 9. 
Y en 2008 el crédito a la construcción y a las actividades inmobiliarias 
representaba el 47 por ciento del total cuando en 2000 
sólo era el 25 por ciento. 

Para mantener en pie este impresionante negocio (que en 
paralelo ha situado a la banca española a la cabeza de la rentabilidad 
bancaria de todo el mundo) los bancos españoles han 
tenido que recurrir al mismo tiempo a un alto nivel de endeudamiento. 
Sobre todo porque en la última etapa de exageración 
el volumen de depósitos no ha crecido a la vez que la oferta de 
crédito: en 2000 la banca española recibía 1,43 euros en depósitos 
por cada euro que concedía a crédito mientras que en 2007 
sólo recibía 0,76 euros. 

Para financiar todo eso la banca española ha tenido que 
recurrir cada vez más a la financiación interbancaria internacional 
y especialmente europea por un total que, según las estimaciones 
del Fondo Monetario Internacional, ha pasado de 

78.000 millones de euros a 428.000 en el último periodo de 
gran liquidez previo al estallido de la burbuja. Y eso es lo que 
hace que ahora esos bancos acreedores de los españoles, principalmente 
franceses y sobre todo alemanes, tengan tanto interés 
en provocar el "rescate" de España; es decir, de ellos mismos, 
como ya han hecho en Grecia, Irlanda o Portugal. 
Los mismos de siempre se llevaron el gato al agua 

El sobreendeudamiento y el gigantesco incremento de la 
liquidez en esta última fase también han estado necesariamen


9. Los datos que se mencionan a continuación sobre la oferta bancaria de créditos 
proceden, salvo que se indique lo contrario, de los boletines estadísticos 
del Banco de España. 
55 

HAY ALTERNATIVAS 

te vinculados al incremento de la desigualdad que de igual 
manera podría calificarse de exagerada en esta última etapa. En 
un periodo de alto crecimiento, es decir, cuando el modelo se 
ha mostrado funcionando más intensivamente, la desigualdad 
ha aumentado de forma notable. Según la Encuesta Financiera 
de las Familias del Banco de España10 sólo entre 2002 y 2005 la 
renta media correspondiente al 20 por ciento más pobre de los 
hogares de España se redujo en un 23,6 por ciento mientras que 
la renta media del 10 por ciento más rico se incrementó más de 
un 15 por ciento. 

Y del efecto intensivamente demoledor de la deuda inmobiliaria 
sobre la demanda y el mercado (aunque también sobre la 
rentabilidad bancaria) da idea el hecho de que, según esta 
misma encuesta del Banco de España, en 2002 un 42,5 por 
ciento de las familias tenían que dedicar más del 40 por ciento 
de su renta a pagar las deudas contraídas para pagar su vivienda 
mientras que en 2005 ese porcentaje se había disparado 
hasta el 70,9 por ciento de los hogares. 

En relación con esta última etapa un informe de Comisiones 
Obreras revela que desde 2002 hasta 2007 los dividendos 
empresariales han aumentado una media del 30 por ciento 
anual y que, al mismo tiempo, sólo entre 2005 y 2007, el porcentaje 
de trabajadores que ganan menos de 18.500 euros ha 
aumentado del 57,8 al 60 por ciento, el de los que ganan entre 

18.500 euros y 24.000 ha bajado del 38,5 al 36,35 por ciento, y 
el resto se ha mantenido prácticamente igual.11 Dicho sindicato 
también resaltó que "si hace veinte años la diferencia salarial 
entre máximos directivos y puestos con menores salarios era de 
10 o 20 veces superior, hoy aumenta hasta 100 o 200 veces, sin 
incluir salarios en especie, pólizas de seguro, fondos de pensiones, 
etcétera". 
Por su parte, el Consejo Económico y Social mostraba en su 
Memoria de 2007 que mientras que en 2006 la retribución del 

10. En su Boletín Económico núm. 37 de diciembre de 2007 o en su web. 
11. Sobre la evolución de salarios y excedente véase Costas 2006; Gil, Orti ySantiago 2008, y Martín 2007. 
56 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

trabajo creció un 3,4 por ciento, los beneficios de las sociedades 
que cotizan en Bolsa lo hicieron por encima del 26,6 por ciento. 

El papel de las autoridades 

Tal y como ha ocurrido en el resto del mundo, también en 
España las autoridades han tenido una gran corresponsabilidad 
en el estallido de la crisis. 

El Banco de España ha mantenido condiciones de mayor 
precaución en cuanto a los procedimientos en que se ha llevado 
a cabo la titulización. Pero vigilando ese peligro ha desatendido 
el que ha resultado ser el más auténtico y lo que constituía 
la amenaza más grave y finalmente materializada sobre la economía 
española: el volumen de deuda tan peligroso que han 
generado los bancos. 

Al dejar hacer, el Banco de España, como los demás bancos 
centrales, han cerrado los ojos ante el crecimiento de una burbuja 
inmobiliaria a todas luces causante de buena parte de los 
problemas que ahora tenemos. Y, por supuesto, la máxima 
autoridad monetaria y supervisora bancaria ha dejado que el 
comportamiento de la banca española haya sido claramente 
irresponsable al sobrefinanciar la actividad económica, concediendo 
habitualmente préstamos hipotecarios a más del cien 
por cien del valor de las viviendas que se hipotecaban o, actuando 
al margen de toda lógica financiera y económica, financiando 
al cien por cien, como se ha demostrado en las suspensiones 
de pagos, la inversión de las empresas. 

Y, en todo caso, no se puede olvidar que si la situación de las 
entidades financieras españolas ha podido ser calificada como 
ejemplar y libre de problemas ha sido en buena parte porque los 
bancos centrales han permitido que se apliquen normas contables 
y de valoración encaminadas a disimular su verdadero 
estado patrimonial, concretamente permitiendo que las entidades 
valoren a precio de adquisición y no de mercado sus instrumentos 
financieros para ocultar así una buena parte de las 
pérdidas que hayan podido sufrir. 

57 

HAY ALTERNATIVAS 

Ya en plena crisis, el Banco de España se ha mostrado impotente 
o inactivo a la hora de conseguir que los recursos públicos 
que recibían los bancos se derivaran, como se supone que 
hubiera debido ocurrir, a los mercados o de evitar el mayor 
racionamiento de crédito que la banca española ha impuesto a 
empresas y consumidores. 

En cualquier caso, el Banco de España no ha sido la única 
autoridad que al dejar hacer ha coadyuvado decisivamente a 
que la crisis tenga en España esta dimensión y este carácter singularizados. 
Los gobiernos sucesivos, tanto del Partido Popular 
como del Partido Socialista, han aplicado las medidas legales y 
fiscales que han dado alas a la burbuja inmobiliaria (como la 
aprobación de la Ley del Suelo del PP, auténtico banderazo de 
salida para la apoteosis de la especulación inmobiliaria) y han 
mantenido una actitud completamente ajena y desprevenida 
sobre los riesgos que se estaban acumulando. 

El informe económico de la Presidencia del Gobierno de 
2007 (p. 44) quizá sea una manifestación clara de la imprevisión 
y del despiste con que se ha actuado frente a una crisis que se 
estaba ya anunciando por multitud de analistas: "El riesgo de 
una desaceleración brusca como consecuencia de comportamiento 
del mercado hipotecario norteamericano o del déficit 
por cuenta corriente de Estados Unidos es bastante reducido". 

Y dirigentes de ambos gobiernos, como el gobernador del 
Banco de España a propuesta del Partido Popular, Jaime 
Caruana, o el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, 
hicieron oídos sordos a la denuncia de los inspectores del 
Banco de España que en una carta a ambos les advirtieron del 
riesgo que suponía dejar que aumentara el endeudamiento que 
estaba generando en beneficio propio la banca española. 

Y, por si faltaba algo, el estallido de la deuda soberana 

Como otros países, España hizo un gran esfuerzo presupuestario 
para hacer frente a la crisis, para ayudar a los bancos 
y para financiar un ambicioso plan de apoyo. Pero, como la cri


58 

LAS SINGULARIDADES DE LA CRISIS ESPAÑOLA 

sis mermaba los ingresos públicos, resultó que en muy poco 
tiempo se multiplicó el déficit público y aumentó la deuda del 
Estado. 

A diferencia de lo que ocurrió en Estados Unidos, el Banco 
Central Europeo decidió que no financiaría a los gobiernos (al 
final tuvo que hacerlo para evitar que se hundiera toda la economía 
europea y el propio euro, pero lo hizo tarde, de forma 
improvisada, casi clandestina e insuficiente, de modo que no se 
eliminó el problema de fondo) y eso los obligó a ponerse en 
manos de los "mercados" (en realidad, de los bancos y de losgrandes grupos inversores que compran su deuda). Éstos aprovecharon 
la ocasión para extorsionarlos e imponerles reformas 
que las patronales venían reclamando desde hacía años: en el 
mercado de trabajo, en el sistema de pensiones y poco a poco 
privatizando servicios públicos. 

Ninguna de estas reformas tiene relación con el origen de la 
crisis, forma parte de las mentiras con que se le ha dado respuesta 
pero lo que han producido, en lugar de mejorar la situación 
económica, es su empeoramiento, lo que dificulta aún más 
la creación de empleo y provoca un nuevo problema a la economía 
española que puede terminar siendo intervenida, como 
la griega, la irlandesa o la portuguesa para "rescatarla", aunque 
eso en realidad significa rescatar a los bancos para que puedan 
pagar a sus acreedores alemanes o franceses. 

Muchas crisis en una y una gran crisis con muchas caras 

En resumen, la debilidad del mercado interno, la carencia de 
resortes endógenos potentes que no fueran la construcción y el 
endeudamiento que hubieran podido servir como motores de 
la actividad económica, la dependencia de la financiación 
externa, el problema estructural de precios que padece la economía 
española y el déficit exterior desmesurado habían ido 
dejando a la economía española sin apenas capacidad de respuesta 
cuando se comenzaron a producir, casi al mismo tiempo, 
amenazas externas e internas. 

59 

HAY ALTERNATIVAS 

Es difícil considerar si el detonante inicial de los problemas 
en España fue la crisis financiera importada del exterior, el estallido 
de la burbuja inmobiliaria que ya se había producido un 
poco antes o la combinación de ambas circunstancias. Pero lo 
que sí parece fuera de toda duda es que el modo en que venía 
funcionando la economía española habría terminado por provocar 
la crisis que se ha producido con independencia de que 
hubiera estallado o no la de las hipotecas basura con todas sus 
secuelas. 

Y eso significa que es una ilusión tratar de salir de la crisis 
sin abordar estos males estructurales de nuestra economía. 

III 

Lo que hay que solucionar: agenda para 
una economía más justa y eficiente 

Las causas de la crisis que hemos analizado en los dos capítulos 
anteriores nos muestran que no estamos ante una perturbación 
cualquiera porque, se mire por donde se mire, esta crisis 
es el resultado de defectos muy profundos, arraigados y 
extendidos en la economía y la sociedad capitalistas. 

Y esto no lo decimos solamente los economistas más progresistas 
y críticos. Incluso tuvo que ser reconocido por los 
propios dirigentes conservadores cuando la crisis empezó a 
manifestarse con toda su crudeza. Quizá las declaraciones que 
se hicieron más famosas fueron las del presidente francés 
Sarkozy cuando reiteraba que la crisis obligaba nada más y 
nada menos que a "refundar el capitalismo", a "moralizarlo" o a 
instaurar "un nuevo orden", palabras hasta entonces más propias 
de personas de izquierdas que de líderes moderados y de 
derechas que no suelen caracterizarse por su animadversión 
hacia el capitalismo. 

COMPROMISOS EN SACO ROTO 

Pero no fue sólo Sarkozy. Las cumbres del G-20 de 
Washington de noviembre de 2008 y la de Londres de abril de 
2009 reconocieron también claramente que la crisis afectaba a 
lo más profundo de las economías capitalistas y los líderes que 
se reunieron allí no escatimaron palabras rimbombantes para 
calificar la situación y decir al mundo que arreglarían el problema 
sin dilación. En el comunicado final de la de Londres 

61 

HAY ALTERNATIVAS 

dijeron que "nos enfrentamos al mayor reto para la economía 
mundial de la era contemporánea", reconocían que "los grandes 
fallos en el sector financiero y en la regulación y la supervisión 
financieras [...] fueron causas fundamentales de la crisis" y que 
asumían un "compromiso inquebrantable de cooperar" para 
"hacer lo que sea necesario para restablecer la confianza, el crecimiento 
y el empleo, reparar el sistema financiero para restaurar 
el crédito, reforzar la regulación financiera para reconstruir 
la confianza, financiar y reformar nuestras instituciones financieras 
internacionales para superar esta crisis y evitar crisis 
futuras, fomentar el comercio y la inversión globales y rechazar 
el proteccionismo para apuntalar la prosperidad, y construir 
una recuperación inclusiva, ecológica y sostenible". 

Sabían lo que había ocurrido, al menos en sus manifestaciones 
más importantes, y se atrevieron a decir al mundo que iban 
a hacer cualquier cosa para salir de la crisis de manera ("inclusiva, 
verde y sostenible") que hubiera satisfecho incluso a los 
más radicales. Lo malo fue que no cumplieron su palabra y que 
al final sus propuestas de reforma se han quedado en casi nada. 

Dos o tres años después de ese "compromiso inquebrantable" 
lo cierto es que el sistema financiero sigue actuando básicamente 
bajo los mismos principios. Se sigue permitiendo que 
se generen burbujas especulativas y que los bancos las alimenten 
desatendiendo la financiación a empresas y consumidores. 
Se ha dejado que financieros con los mismos pocos escrúpulos 
que los que difundieron las hipotecas basura ahora arruinen 
países enteros apostando especulativamente contra su deuda 
soberana (que ellos mismos provocaron). 

Se han hecho algunos cambios de fachada pero los paraísos 
fiscales siguen actuando y la mayoría de los bancos y las grandes 
empresas (28 de las 35 más grandes españolas según un 
informe reciente) los utilizan para facilitar la evasión fiscal y los 
delitos económicos de sus clientes. Se han modificado las normas 
que regulan las exigencias de capital de los bancos en los 
llamados Acuerdos de Basilea pero de forma tan moderada y 
descafeinada que ni serán de aplicación rápida ni completa. 

62 

AGENDA PARA UNA ECONOMÍA MÁS JUSTA 

No sólo no se han tomado medidas efectivas para lograr la 
transparencia prometida o que eviten en el futuro nuevas recaídas 
de la banca internacional, sino que se han acordado normas 
que van por la vía contraria: por ejemplo, permitir que los bancos 
valoren en sus balances sus propiedades a precios de adquisición, 
mucho más altos, y no a los actuales de mercado, mucho 
más bajos, para así disimular sus pérdidas. O se han realizado 
pruebas de estrés bancario para saber si los bancos están o no 
en buena situación patrimonial, claramente manipuladas también 
para ocultar la realidad. Así lo demuestra el hecho de que 
los bancos irlandeses las pasaran con éxito en 2010 y semanas 
después hubiera que inyectarles 80.000 millones de euros porque 
resultó que estaban en la ruina. 

Es verdad que gracias a los programas de gasto masivo de 
los gobiernos se pudo evitar un desastre y que se apreciaran los 
llamados "brotes verdes" pero, como analizamos anteriormente, 
durante muy poco tiempo y con fuerza tan escasa, sobre 
todo en Europa, que, en lugar de acabar de verdad con la crisis, 
lo que provocaron fue que detrás de ellos viniera el gravísimo 
problema de la deuda y la intervención de Estados soberanos. 

MÁS DE LO MISMO Y EMPEORAMIENTO 
DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA 


La prueba de que no se han tomado las medidas adecuadas 
es que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 
el número de personas desempleadas en el mundo registró un 
récord histórico de 205 millones de desempleados al inicio de 
2011, que haya aumentado también la pobreza o las personas 
que pasan hambre y que la actividad económica no se haya 
recuperado aún con suficiente consistencia como consecuencia 
de que las autoridades no han logrado lo principal: que fluya de 
nuevo el crédito para la creación de empleo y riqueza productiva. 
Aunque, por el contrario, lo que sí viene ocurriendo es que 
aumenta el número de personas con grandes fortunas, el de las 

63 

HAY ALTERNATIVAS 

que tienen al menos un millón de dólares subió el 8,3 por ciento 
hasta los 10,9 millones de personas en 2010, lo que significa 
que el 0,16 por ciento de la población mundial se apropia ya del 
equivalente al 66 por ciento de los ingresos mundiales anuales. 

Hasta el propio Fondo Monetario Internacional ha reconocido 
que la crisis y las medidas que se están tomando están 
incrementando la desigualdad social en el mundo. Lo que, 
dicho de otra manera, significa simplemente que con la excusa 
de salir de la crisis lo que en realidad ha conseguido es favorecer 
aún más a los propietarios del gran capital y a las clases más 
ricas. 

Esto es igualmente evidente en España, en donde las reformas 
que se han adoptado no han logrado disminuir el paro ni 
mejorar el crédito ni aumentar la actividad pero sí aumentar el 
contraste entre las ganancias de los trabajadores y las de los 
bancos y de las grandes empresas. 

Los beneficios de las 35 mayores empresas españolas que 
cotizan en Bolsa fueron de 51.613 millones de euros en 2010, lo 
que supone una subida del 24,7 por ciento con respecto al año 
anterior, mientras que los salarios perdieron 2 puntos porcentuales 
de poder adquisitivo en ese mismo año, cuando sólo 
subieron alrededor del 1 por ciento frente al 3 por ciento de la 
tasa de inflación. 

Así, mientras que los bancos y las grandes empresas logran 
esos beneficios elevadísimos, las pequeñas y medianas siguen 
sufriendo la escasez de crédito y la exigencia de tipos y condiciones 
de garantía más elevada. Así lo señalaba a principios de 
2011 un estudio de las Cámaras de Comercio al indicar que el 
87,3 por ciento de las pequeñas y medianas empresas declaran 
problemas para acceder a la financiación. 

En definitiva, los líderes mundiales no han aplicado ni a 
nivel global ni en sus respectivos países ni siquiera las medidas 
que se habían comprometido a poner en marcha. En lugar de 
ello rápidamente se limitaron a volver a aplicar las políticas 
neoliberales de austeridad y recortes salariales que han procurado 
que aumenten los beneficios pero no el empleo ni la crea

64 

AGENDA PARA UNA ECONOMÍA MÁS JUSTA 

ción de riqueza. Y se ha podido comprobar, por ejemplo en el 
caso de Irlanda, que los países que han sido alumnos más aventajados 
a la hora de aplicar estas últimas han sido los que están 
sufriendo peores resultados en sus economías, mientras que los 
que optaron por separarse de la ortodoxia neoliberal han podido 
evitar con mayor facilidad las consecuencias de la crisis. 

Por eso, frente a la impotencia, o la falta de voluntad, de las 
autoridades para resolver los auténticos problemas que han 
dado lugar a la crisis, es más urgente que nunca proponer y 
aplicar otras medidas y políticas alternativas que de verdad 
puedan hacernos salir de hoyo en el que se encuentran nuestras 
economías. 

A nuestro juicio estas políticas deben estar encaminadas a 
hacer frente a cuatro cuestiones principales cuya resolución nos 
parece imprescindible para salir de la crisis. 

La primera se refiere a la reforma profunda de las finanzas 
internacionales y de la actividad bancaria para garantizar que la 
creación de empleo y riqueza disponga de recursos y financiación 
suficientes. 

La segunda se orienta a crear las condiciones que permitan 
volver a crear empleo de modo sostenible y decente, algo que 
no va a ser posible manteniendo el modo de producir y de consumir 
que ha predominado hasta ahora. 

La tercera se refiere a la imperiosa necesidad de poner fin a 
la causa última que provoca la crisis y que, como hemos señalado, 
no es otra que el impresionante incremento de la desigualdad 
en todas sus manifestaciones. 

La última tiene que ver con un aspecto que igualmente tiene 
un papel fundamental como desencadenante de los problemas 
económicos que sufrimos en nuestra época: el necesario cambio 
de nuestra posición en el mundo de la economía, de nuestra 
cultura, de nuestros valores y de nuestros comportamientos 
personales. 

A continuación abordaremos las cuestiones más generales 
que plantea todo ello y en los siguientes capítulos analizaremos 
las cuestiones más concretas. 

65 

HAY ALTERNATIVAS 

REFORMAS FINANCIERAS PENDIENTES, 
REFORMAS INEVITABLES 


Para salvaguardar los intereses de los bancos más poderosos 
del mundo las autoridades económicas nacionales y los grandes 
organismos internacionales evitan llevar a cabo reformas fundamentales 
en el sistema financiero y en el conjunto de la economía, 
y eso a pesar de que ellos mismos reconocieron algunas 
como inevitables. Aunque, eso sí, lo reconocieron cuando estaban 
asustados al inicio de la crisis, con los bancos sobre la lona 
como boxeadores completamente groguis, para olvidarlas 
cuando los banqueros empezaron a recuperarse y a retomar el 
poder de siempre. 

Si se quieren evitar los problemas de inestabilidad y perturbaciones 
financieras constantes y poner fin a la permanente 
carencia de recursos financieros para crear la actividad que 
satisface las necesidades humanas, es imprescindible, a nuestro 
entender, llevar a cabo, al menos, reformas que persigan objetivos 
como los siguientes. 

Someter a las finanzas 

La primera de ellas es la orientada a someter a las finanzas y 
a los financieros a la legalidad y a principios de comportamiento 
semejantes a los que habitualmente se exigen al resto de las 
personas y empresas, de responsabilidad, transparencia, 
simetría, veracidad, etcétera. 

La crisis que estamos viviendo es en realidad la historia de 
una serie de estafas cometidas por banqueros y entidades financieras 
en los últimos años que culminaron con la difusión masiva 
de un producto cargado de falsedad y riesgo estratégicamente 
disimulados. 

Sólo en España se han producido casos como los de 
Gescartera, una trama política, financiera y eclesiástica, que 
hizo desaparecer más de 20.000 millones de euros, o el engaño 

66 

AGENDA PARA UNA ECONOMÍA MÁS JUSTA 

sistemático de los bancos a miles de personas al incorporar 
cláusulas engañosas en sus contratos hipotecarios en forma de 
swaps, clips o diferentes formas de "seguros" que en realidad 
eran productos financieros opacos y muy arriesgados que finalmente 
les han hecho perder docenas de miles de euros. En 
muchos casos los propios directores de las sucursales reconocen 
que ni ellos mismos sabían la naturaleza real del arriesgado 
producto financiero que colocaban de cualquier manera a sus 
clientes. 

Es de dominio público que casi cualquier sucursal bancaria 
se ofrecía en España a blanquear cualquier cantidad de dinero 
a sus clientes, sobre todo si éstos eran adinerados, que los bancos 
han sido los principales cómplices de las personas que han 
evadido dinero a Hacienda y que la mayoría de ellos ha dispuesto 
y sigue disponiendo de sedes en paraísos fiscales para 
ello. Y las autoridades monetarias de todo el mundo son perfectamente 
conscientes de que los bancos llevan a cabo de 
forma habitual operaciones financieras que no aparecen en sus 
balances o que sirven de canal para que se realicen los negocios 
más sucios y deleznables de tráfico de armas, de drogas o de 
personas. Sin embargo, prácticamente nadie, salvo personajes 
de segunda fila y en los casos menores, ha pagado por ello. 

Esta forma de actuar y la impunidad que suele acompañarla 
constituyen, además, un problema que no es sólo financiero o 
económico, sino también político y social puesto que los financieros 
que ganan cada vez más dinero rápida y fácilmente de esa 
forma adquieren a su vez un poder extraordinario al margen de 
los gobiernos y de los demás poderes representativos, y así 
logran una capacidad completamente antidemocrática de decidir 
y de imponer su voluntad al resto de los ciudadanos. 

Acabar con la desnaturalización del negocio bancario 

Para evitar que las fuentes de inestabilidad financiera crezcan 
sin parar haciendo saltar constantemente las bases de toda 
la economía mundial, como viene sucediendo en los últimos 

67 

HAY ALTERNATIVAS 

años, es también inevitable poner fin a la actuación de los bancos 
y del sistema financiero en general como mecanismos a 
través de los cuales se canaliza el ahorro hacia la actividad especulativa 
y como creadores artificiales de una deuda que está a 
punto de hacer que se colapse la economía mundial. 

Y no basta, como la experiencia ha demostrado, con aumentar 
tímidamente sus exigencias de capital, es decir, con elevar 
un poco la cobertura real de las operaciones de naturaleza ficticia 
que han convertido en su negocio principal, tal y como se 
ha hecho en la revisión de los acuerdos de Basilea que regulan 
el funcionamiento de la banca internacional.1 

Hay que ir mucho más lejos. Se trata de acabar con la situación 
absurda a la que ha llevado el capitalismo convertido en un 
casino financiero de nuestros días. Cada día hay más recursos 
circulando en torno a operaciones financieras ficticias (actualmente 
4 billones de dólares diarios sólo en los mercados de divisas 
según el Banco Internacional de Pagos) que no aportan 
riqueza material alguna, sino sólo cifras más abultadas en las 
cuentas bancarias de los grandes financieros. Y, mientras tanto, 
la actividad productiva, los empresarios y los emprendedores, 
los trabajadores autónomos, los consumidores y los organismos 
y las organizaciones internacionales que luchan contra la pobreza 
y el hambre tienen restricciones de crédito para poder generar 
bienes y servicios que satisfagan las necesidades humanas. 

¿De qué sirve, por ejemplo, que haya cada vez menos bancos 
y cada vez más grandes bancos globales que operan en 
decenas de países y que usan sus beneficios multimillonarios 
para comprar nuevos bancos si a la hora de poner en marcha 
los pequeños o medianos negocios, que son los que crean 
empleo, es cada vez más difícil y más caro disponer de la financiación 
necesaria? 

En el capítulo VII comentaremos con más detalle las medidas 
concretas que se pueden adoptar para avanzar en este cami


1. Un análisis de las nuevas medidas de regulación que se han adoptado,
incluidas las de Basilea, en Juan Torres López, La crisis de las hipotecas basura...., 
op. cit., p. 138 y siguientes. 
68 

AGENDA PARA UNA ECONOMÍA MÁS JUSTA 

no, que es fundamental, puesto que mientras no se aborde será 
imposible que se recobre el necesario flujo de crédito a la economía 
real y que no vuelvan a darse nuevas crisis como la 
actual. 

Poner fin al terrorismo financiero 

Casi todas las crisis financieras que se han producido en los 
últimos cuarenta años han estado ligadas, o han terminado por 
estarlo, con ataques de fondos financieros contra intereses 
nacionales, contra monedas o contra la deuda soberana de los 
países. 

Eso es justamente lo que está ocurriendo hoy día en Europa, 
porque se ha dejado, como ha ocurrido antes en otros lugares 
del mundo, que grandes bancos y fondos financieros, mediante 
rumores que ellos mismos extienden o con la complicidad 
criminal de las agencias de calificación, generen las condiciones 
que les permiten ganar más dinero especulando contra la 
deuda de los Estados. 

De esa manera la encarecen artificialmente y además utilizan 
para ello los recursos que deberían usar para financiar a 
empresas y consumidores, y así provocan un verdadero caos 
económico de terribles consecuencias, sobre todo para la 
población, a quien luego los propios especuladores impone las 
políticas que les convienen para seguir ganando dinero sin 
cesar. 

Es preciso evitar esta forma de terrorismo o de "crímenes 
económicos contra la humanidad".2 Existen fórmulas para ello y 
sabemos, además, que han funcionado en otras épocas. E incluso 
organismos tan apegados a los poderes financieros como el 
Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial han tenido 
que reconocer, aunque haya sido con la boca pequeña, que 
estarían justificadas y que si se adoptaran en momentos de gravedad 
evitarían daños muy graves, como los que viene sufrien


2. Lourdes Benería y Carmen Sarasúa, "Crímenes económicos contra lahumanidad", El País, 29-III-2011. 
69 

HAY ALTERNATIVAS 

do la economía desde hace tiempo. Entre ellas, las que nos parecen 
más importantes y urgentes son las siguientes: 

1. Control de los movimientos de capital para evitar que su 
volatilidad desmedida cuando sólo persiguen fines especulativos 
se traslade al conjunto de la financiación y de la economía. 
2. Establecimiento de impuestos y tasas internacionales, por 
supuesto sobre los movimientos especulativos para desincentivarlos 
y obtener financiación urgente para financiar el desarrollo, 
pero también sobre el conjunto de las actividades económicas 
puesto que si la economía es global debe serlo también la 
justicia fiscal. 
3. Prohibición del uso como instrumento especulativo de los 
llamados derivados de incumplimiento crediticio o credit default 
swaps (CDS), que con toda razón fueron calificados por el 
financiero Warren Buffet como "armas financieras de destrucción 
masiva". Se trata de unos productos financieros muy sofisticados 
que se asimilan a los seguros pero que en realidad no lo 
son porque se establecen sobre algo que no es propiedad del 
asegurado y por eso producen resultados catastróficos: si por 
ejemplo alguien va a cobrar mediante este seguro en caso de 
que arda la casa del vecino, no sólo no le va a importar que arda 
sino que incluso puede interesarle hacer lo posible para que se 
incendie cuanto antes. 
4. Control de la actuación de los financieros que a su vez 
controlan los mercados de derivados (que supone unos 700 
billones de dólares) y los hedge funds. Algo que no es difícil si 
se tiene en cuenta que el 80 por ciento de estos últimos está 
radicado en la City de Londres y que el mercado de los primeros 
está controlado, según The New York Times, por una élite 
que se reúne el tercer miércoles de cada mes en algún lugar del 
Midtown de Manhattan que, aunque sea secreto, no debe resultar 
muy difícil para las autoridades dar con él.3 
3. Según este diario "los miembros de esta élite de Wall Street se reúnen el tercer 
miércoles de cada mes en el Midtown de Manhattan y comparten unobjetivo común: proteger los intereses de los grandes bancos en el mercadode derivados, uno de los ámbitos más lucrativos y controvertidos de lasfinanzas, que tienen un secreto común: los detalles de esos encuentros y sus 
70 

AGENDA PARA UNA ECONOMÍA MÁS JUSTA 

5. La separación de la banca comercial, es decir, la que se 
dedica a financiar la actividad económica, de la que se dedica a 
llevar a cabo inversiones financieras y, como veremos, poner fin 
al privilegio que tiene la banca privada de crear dinero y, por 
tanto, de obtener beneficio y poder cada vez que concede un 
préstamo. 
Vigilar a los vigilantes 

Como hemos señalado, gran parte de los problemas que 
viene sufriendo la economía internacional, y la española en 
particular, se debe a que los vigilantes no vigilaron con la debida 
diligencia. Por torpeza, por ceguera ideológica o por simple 
complicidad con los banqueros privados, los bancos centrales y 
los gobiernos han dejado hacer de todo durante estos años. 

Significativamente, a medida que los negocios financieros se 
iban haciendo más complejos y poco transparentes, y por tanto 
más peligrosos, las autoridades han relajado la vigilancia en 
lugar de reforzarla. En Europa, por ejemplo, ya se regula y controla 
a nivel comunitario casi cualquier tipo de actividad por 
secundaria que sea y, sin embargo, en lugar de haber dispuesto 
de una única y potente supervisión financiera se ha permitido 
que hubiera ¡27 supervisores bancarios!, justamente lo que conviene 
a entidades que, como casi todas las de hoy día, operan en 
varios países y así pueden aprovecharse de los distintos criterios 
de supervisión. 

El Banco Central Europeo fue incapaz de prevenir la crisis, 
tomó las primeras medidas con retraso, dio señales contradictorias, 
ha impuesto medidas de austeridad que han paralizado 
la salida de la crisis y se empeñó en no intervenir hasta que era 
demasiado tarde y ya era casi imposible evitar los daños provocados 
por los ataques especulativos a Grecia, Irlanda, Portugal 

o España y ha hecho que los costes de la crisis ahora resulten 
dramáticos para estos países. 
identidades han sido estrictamente confidenciales". "A Secretive BankingElite Rules Trading in Derivatives", The New York Times, 11-XII-2010. 

71 

HAY ALTERNATIVAS 

Puede decirse con pleno fundamento que el Banco Central 
Europeo es responsable de que las consecuencias de la crisis 
sobre la población y en general sobre la economía europea 
hayan sido especialmente graves y de que los especuladores 
hayan realizado primero una extorsión y luego un verdadero 
saqueo de esos países. 

Con toda la razón, el premio Nobel de Economía Paul A. 
Samuelson escribía en uno de sus últimos artículos que "las 
bancarrotas y las ciénagas macroeconómicas que sufre hoy el 
mundo tienen relación directa con los chanchullos de ingeniería 
financiera que el aparato oficial aprobó e incluso estimuló 
durante la era de Bush".4 

En nuestro país ha ocurrido prácticamente lo mismo. El 
presidente Aznar afirmaba que "España va bien" cuando se 
estaba gestando la mayor burbuja inmobiliaria de nuestra historia 
gracias a las medidas que tomaba su gobierno; el gobernador 
del Banco de España no hacía caso alguno, como indicamos 
antes, a las advertencias de sus inspectores sobre el endeudamiento 
gigantesco que promovían irresponsablemente los 
bancos españoles, y el presidente Zapatero se empecinó en afirmar 
durante meses que no había crisis alguna y así perdió un 
tiempo precioso y favoreció al mismo tiempo que los banqueros 
levantaran cabeza y se recuperaran.5 

Y, aunque también gracias a la influencia que la banca tiene 
en los medios de comunicación se ha conseguido hacer creer a 
la población que el Banco de España ha actuado con gran acierto 
frente a la crisis, lo cierto es que, como explicamos en el capítulo 
anterior, esa opinión no tiene mucho fundamento. A pesar 
de disponer de grandes recursos materiales y personales no se 

4. Paul. A. Samuelson, "Bush y las actuales tormentas financieras", El País, 28I-
2008. 
5. Una estrategia que ha resultado nefasta para él y para su formación política. 
Curiosamente, al principio de la crisis los ciudadanos respondían deforma mayoritaria en las encuestas que la responsable de la crisis era labanca. Poco a poco la influencia de la banca en los medios de comunicaciónfue decisiva y la opinión predominante en las encuestas terminó siendo queel responsable era Zapatero. 
72 

AGENDA PARA UNA ECONOMÍA MÁS JUSTA 

percató del peligro que se cernía sobre la economía española. 
En el Informe Anual de 2007 (escrito a mediados de 2008) 
todavía se refería a lo ocurrido en el año analizado como un 
"episodio de inestabilidad financiera", y un año antes no advirtió 
nada especialmente peligroso. En su página 25 se escribía 
que "en los primeros meses de 2007 ha proseguido la fase de 
expansión de la economía española y las perspectivas apuntan 
a su continuidad en el horizonte más inmediato" y sólo señalaba 
"algunas incertidumbres sobre la continuidad del crecimiento 
de la economía" pero "en horizontes más alejados". 

Los que se consideran a sí mismos los economistas capaces 
de decir a la sociedad lo que debe hacer, los que dicen que ahora 
hay que recortar salarios y pensiones porque presumen de que 
saben lo que va a pasar dentro de cincuenta años, resulta que no 
se dieron cuenta de la crisis que se nos venía encima cuando ya 
casi todo el mundo la sentía sobre sus espaldas. 

En nuestra opinión todos estos comportamientos indican 
que para salir de la crisis es preciso también un cambio radical 
en el estatuto que tienen las autoridades monetarias y establecer 
un control social mucho más directo y auténtico sobre la 
clase política y sobre los poderes públicos, como la magistratura 
(que en tantas ocasiones ha sido aliada del poder financiero), 
para evitar que las finanzas se conviertan en un auténtico territorio 
sin ley. Es decir, para salir de la crisis hace falta también 
mucha más democracia, democracia real, como veremos en el 
capítulo IX. 

LOS NECESARIOS CAMBIOS ESTRUCTURALES 

La causa más inmediata de la crisis es, tal y como hemos 
señalado, la falta de financiación a empresas y consumidores. 
Por tanto, es cierto que si no se garantiza que vuelva a fluir será 
imposible que se salga de la crisis con suficiente seguridad y 
fortaleza, tal y como estamos viendo que ocurre claramente en 
España. 

73 

HAY ALTERNATIVAS 

Pero lo grave de esta crisis es que esta primera e inmediata 
condición no es suficiente para salir adelante, en ningún lugar 
del mundo pero de un modo especial en nuestro país. Si se consiguiera 
que hubiera financiación suficiente pero se dirigiera al 
mismo tipo de actividad productiva y para llevarla a cabo de la 
misma forma y con el mismo uso que hasta ahora, los problemas 
estructurales que han coadyuvado a que la crisis se produzca 
volverán a aparecer y de nuevo nos encontraríamos en 
una situación insostenible desde el punto de vista económico, 
ambiental y social. 

Como vimos en el capítulo anterior, la crisis singularmente 
grave de España, sobre todo desde el punto de vista del empleo, 
es el resultado de la combinación de varios factores de perturbación 
que tienen su origen en la prevalencia de un modelo de 
crecimiento que provoca la insuficiencia estructural de recursos 
endógenos, la utilización demasiado intensiva de recursos 
naturales y gran desigualdad y endeudamiento. Tres circunstancias 
que a medio, e incluso a corto plazo, son insostenibles y, 
por tanto, incapaces de soportar la generación de la actividad y 
el empleo a lo largo del tiempo. Si queremos salir de la crisis 
con más empleo y bienestar social, debemos empezar a sostener 
la actividad económica en otro tipo de actividades caracterizadas 
por un uso diferente, más equitativo, racional y sostenible 
de los recursos materiales, humanos y naturales. 

Nuevas actividades productivas 

Nos guste o no, es completamente imposible que España 
vuelva a recobrar los niveles de crecimiento y empleo de años 
anteriores basándose de nuevo en actividades vinculadas a la 
construcción, tanto en el sector inmobiliario como en el de 
infraestructuras de carácter tan claramente antieconómico y 
antisocial como los trenes de alta velocidad, las autovías o 
incluso los transportes de metro de la mayoría de las ciudades, 
concebidos y diseñados casi en exclusiva para proporcionar 
beneficio a sus constructores. 

74 

AGENDA PARA UNA ECONOMÍA MÁS JUSTA 

Por tanto, es imprescindible orientar los recursos a la generación 
de otro tipo de actividades de las que hoy día son capaces 
de generar mayor valor añadido y, al mismo tiempo, 
empleo, como, entre otras, las que tienen que ver con las 
energías renovables, con la innovación y las nuevas tecnologías, 
con la cultura, el ocio y la creación, con el reciclaje y el medio 
ambiente, con la agricultura, con los servicios sociales y los cuidados 
y, siempre, con las que permiten la producción más 
directa y descentralizada de los bienes y servicios que necesita 
la población o un componente más humano y cercano de conocimiento, 
habilidades personales o materiales y formación. 

El problema para el desarrollo de esta nueva gama de actividades 
es que no hacen falta solamente muchos recursos financieros 
y humanos e incentivos potentes para promocionarlas y 
ponerlas en marcha. También se necesitan mercados, sinergias 
productivas y sectoriales, es decir, interrelaciones y apoyos de 
unas actividades con otras, experiencia, transportes adecuados, 
conocimientos previos para diseñarlas y materializarlas, empresas 
y organizaciones adecuadas para crearlas y desarrollarlas. Y, 
por supuesto, demanda solvente, no sólo con ingresos suficientes 
sino con preferencia hacia este tipo de nuevas actividades. Es 
decir, necesitan en realidad un nuevo tipo de sociedad, lo que 
nos enfrenta a una gran disyuntiva: cambiar es difícil pero continuar 
por el mismo camino es sencillamente suicida. 

El difícil cambio de modelo 

España se enfrenta a esta exigencia de cambio con tres grandes 
dificultades. La primera que, salvo en casos singulares, 
carece de casi todos esos requerimientos, al menos con la dotación 
o la generalidad necesarias. 

Esta insuficiencia impide que el proceso de cambio productivo 
pueda ser solamente el resultado de fuerzas anónimas o 
impersonales de mercado. Se trata de una carencia más bien de 
capital social que de capital físico o financiero, en el sentido de 
que lo que se necesita es un tipo específico de contribución a la 

75 

HAY ALTERNATIVAS 

creación de renta nacional y de interrelación entre los sujetos 
económicos más que "dinero" o recursos materiales. Y, por esa 
razón, sólo puede ser el final de un proyecto social compartido, 
negociado, prediseñado y combatido porque, lógicamente, 
habría de enfrentarse a los intereses económicos y financieros 
que apuestan por un modo de entender la economía que lleve 
simplemente a la ganancia privada y de la forma más rápida y 
segura. Por eso un cambio como éste no es posible sin una presencia 
muy importante de los poderes públicos (en el sentido 
más estricto y radicalmente democrático de la expresión) como 
reflejo de las preferencias sociales y como garantía de que éstas 
se respetan a la hora de tomar decisiones. Y por eso es fundamental 
oponerse a la estrategia de debilitar el sector y la iniciativa 
pública que promueven los intereses que sólo buscan el 
beneficio. Lejos de ello, hay que fortalecerlos no sólo económicamente 
incrementando el gasto público, sino también políticamente, 
reforzando sus competencias y ampliando la forma en 
que la ciudadanía puede formar parte de ellos. 

La segunda dificultad proviene de que España tiene hoy día 
la mayoría de sus recursos, una gran parte de su inteligencia 
colectiva, las grandes organizaciones y las empresas necesarias 
para servir de base a nuevas actividades (en energía, telecomunicaciones, 
transportes, distribución y finanzas, sobre todo), su 
sistema formativo y las actividades hasta ahora más capaces de 
generar ingresos vinculados a intereses foráneos como resultado 
de las privatizaciones ya llevadas a cabo y de la compra 
masiva de empresas y grupos de empresas españolas por capital 
extranjero. 

Esto plantea la necesidad de poner sobre la mesa algo sobre 
lo que muy pocos quieren o se atreven a hablar pero que es crucial 
para el futuro de la economía española: la recuperación 
para la sociedad de las empresas que fueron privatizadas inútilmente, 
siguiendo simples criterios ideológicos neoliberales que 
sólo buscan beneficiar a grupos e intereses privados, y produciendo 
un perjuicio gravísimo, del que algún día tendrían que 
responder sus responsables políticos a la ciudadanía española. 

76 

AGENDA PARA UNA ECONOMÍA MÁS JUSTA 

A nuestro juicio será prácticamente imposible que España 
pueda corregir su rumbo económico y que pueda salir de la crisis 
sin sufrir durante muchos años sus consecuencias si no se 
devuelven al Estado estas empresas privatizadas y creemos firmemente 
que luchar por recobrarlas debe ser un objetivo 
patriótico al que no podemos renunciar para poder levantar 
nuestra economía y hacerla descansar sobre bases mucho más 
sólidas y equitativas. 

La tercera dificultad es que una estrategia de esta naturaleza 
es contraria, como comentaremos en otros capítulos, a las dinámicas 
neoliberales dominantes en la Unión Europea y, sobre 
todo, a la idea según la cual lo que deben buscar las economías 
nacionales es ser competitivas en el exterior aunque eso, como 
veremos más adelante, lleve a un deterioro aún mayor de la 
demanda interna y al empobrecimiento generalizado. 

En nuestra opinión la tendencia debe ser la contraria. No ha 
habido a lo largo de la historia economías que hayan llegado a 
ser competitivas de un modo sostenido y auténtico sin haber 
consolidado antes el más amplio posible y potente mercado 
interno. Tratar de ocupar posiciones de fortaleza en los mercados 
internacionales sin asegurar con anterioridad una fuente de 
ingresos endógenos potentes es completamente inviable, salvo 
que se trate de un país de dimensiones o recursos excepcionales, 
como pueda ser China en estos momentos. 

Por eso creemos que la única estrategia capaz de lograr el 
cambio de modelo productivo del que casi todos los grupos 
políticos y sociales hablan no puede ser, como casi todos dicen, 
la de volcarse sin red (es decir, reduciendo nuestros salarios) en 
el exterior, sino la que consiga que la economía española dé la 
vuelta para concentrarse en sí misma, algo que de ninguna 
manera implica una tentación autárquica o aislacionista. Simplemente 
significa que se ha de anteponer a cualquier otro objetivo 
el de la satisfacción de la población, el del equilibrio territorial, 
sectorial y personal y, para que ello sea posible, el de distribuir 
de modo mucho más equitativo el ingreso y la riqueza. 

77 

HAY ALTERNATIVAS 

La economía de la igualdad 

Ya hemos comentado que la causa última que está detrás de 
la hipertrofia de las actividades financieras especulativas es la 
enorme desigualdad que se ha ido produciendo en los últimos 
cuarenta años. La continua pérdida de peso de los salarios y la 
concentración de las rentas en una proporción cada vez más 
pequeña de la población es lo que ha permitido, por un lado, 
que creciera el negocio bancario y, por tanto, el poder político 
de los banqueros como consecuencia del inevitable mayor 
endeudamiento que sufren principalmente las familias, los trabajadores 
autónomos y los pequeños y medianos empresarios. 
Y, por otro, que se acumulara una cantidad tan grande de dinero 
ocioso, que no dirige al consumo de bienes y servicios sino 
sólo a la inversión ficticia en papel y productos financieros muy 
rentables pero de alto riesgo. 

Como comentaremos con más detalle a la hora de hacer 
propuestas más concretas en otros capítulos, reducir la desigualdad 
no es sólo una cuestión de deseo moral, que ya de por 
sí es importante. Además es la forma de hacer que las economías, 
incluso las capitalistas, funcionen mejor puesto que la 
distribución más igualitaria proporciona ingresos más repartidos 
que se destinan en mayor medida a la adquisición de bienes 
y servicios, lo que proporciona mayor oportunidad de ventas 
y, por tanto, de beneficios a las empresas. Cuanto más concentrada 
esté la renta, menor será el volumen de producción 
necesario para satisfacer la demanda de consumo (que en el 
capitalismo sólo puede realizar quien tenga dinero) y el número 
de empresas necesarias para realizarla. 

Los datos, como ya mencionamos, no dejan la menor duda 
sobre este asunto. En 1976 el 1 por ciento más rico de Estados 
Unidos recibía el 9 por ciento de los ingresos brutos y en los 
años de gobierno de Bush recibía el 20 por ciento de los ingresos 
brutos, apropiándose del 75 por ciento de la riqueza generada.

78 

AGENDA PARA UNA ECONOMÍA MÁS JUSTA 

Además este incremento de la desigualdad no se manifiesta 
solamente en la concentración tan exagerada de la renta que se 
canaliza hacia los mercados financieros sino que tiene una 
manifestación multidimensional que afecta de forma negativa a 
todos los aspectos de la vida social. 

Por eso la única forma de salir con certeza de la crisis y de 
evitar que otras más graves vuelvan a producirse con mayor 
fuerza de las que se vienen produciendo, y, por supuesto, la 
mejor y más auténtica vía para avanzar hacia una sociedad más 
justa y humana, es combatir la desigualdad en todas sus manifestaciones. 


Desde el punto de vista económico eso implica actuar de 
forma inevitablemente complementaria en dos frentes. 

Por un lado, en los procesos en donde se originan los ingresos, 
es decir, en la retribución por el uso del trabajo y del capital 
del que disponga cada uno. 

Por otro, en el campo de la llamada redistribución de la 
renta, que es la que lleva cabo el Estado a través de su gasto 
público (mediante pensiones, servicios públicos, ayudas, becas, 
subvenciones, etcétera) o de los impuestos para tratar de corregir 
la distribución "originaria" anterior. 

La actuación debe ser complementaria en ambos campos 
porque si la distribución originaria es muy desigual será muy 
costoso reducirla, no sólo financieramente sino también políticamente 
porque los más beneficiados adquirirán de esa forma 
mucho poder y podrán evitar que se tomen medidas correctoras. 
Y además porque, aunque la distribución originaria sea 
más o menos igualitaria, siempre habrá circunstancias personales, 
accidentales o no deseadas que requieran la acción correctora 
o paliativa del Estado. 

Lograr que en los mercados de factores productivos, donde 
se retribuye al trabajo y al capital, se produzca una distribución 
más igualitaria no es fácil y la experiencia nos dice que resulta 
casi imposible si se deja que los trabajadores que intervienen no 

6. David DeGraw, "The Economic Elite vs. People of the USA", Ampedstatus 
Report 2010. 
79 

HAY ALTERNATIVAS 

tengan protección alguna, por la sencilla razón de que parten 
de una posición muy desigual a la hora de negociar. 

Los factores que desprotegen a los trabajadores y que los llevan 
a tener que aceptar condiciones salariales o retributivas 
más desfavorables (disminuyendo tanto su salario individual 
como su salario colectivo, protección social), y por tanto los 
que aumentan la desigualdad originaria, son muy variados y no 
sólo económicos: escasa presencia de sindicatos, negociación 
"uno a uno" o poco centralizada, desempleo abundante, falta de 
formación, carencia de normas o leyes laborales que fijen derechos 
laborales, etcétera. Todos ellos dejan más solos a los trabajadores 
frente a sus empleadores y, por tanto, hace que éstos 
dispongan de mayor poder para imponerles peores condiciones 
de salario y trabajo. 

Lo que precisamente ha ocurrido en los últimos años es que 
los propietarios del gran capital han logrado imponer a través 
de políticas y reformas legales estas circunstancias que son las 
que han hecho que disminuyan los salarios en el conjunto de las 
rentas, la participación de los trabajadores en el reparto de la 
tarta y que, en consecuencia, aumente la desigualdad. Y lo que 
a corto plazo resulta, por tanto, imprescindible es invertir esta 
tendencia para lograr una distribución de los ingresos más 
equitativa porque sólo de esa forma se va a poder conseguir que 
se amplíe la demanda solvente, lo que, en las condiciones de 
economías capitalistas de mercado en las que nos encontramos, 
se necesita para que se puedan producir más bienes y servicios. 

Nuestra propuesta en este sentido es que para salir de la crisis 
y poder poner en marcha el cambio en el modelo productivo, 
que no afecta solamente al tipo de actividad económica a 
llevar a cabo sino también al tipo de uso que se haga de los factores 
productivos, se hace imprescindible un gran pacto nacional 
de rentas orientado a garantizar, como comentaremos más 
concretamente en el capítulo VI, una participación más elevada 
de los salarios en la renta nacional, única forma de sostener 
la demanda interna, de fortalecer el mercado, de evitar la deriva 
especulativa y de garantizar, por tanto, el cambio hacia el 

80 

AGENDA PARA UNA ECONOMÍA MÁS JUSTA 

modelo productivo al que hemos hecho referencia con anterioridad. 


Para lograr un objetivo de esa naturaleza hay que tener en 
primer lugar preferencia (social) y voluntad (política) para 
alcanzarlo. La primera se crea mediante estímulos, incentivos, 
cultura y, sobre todo, garantizando y promoviendo el debate 
social democrático. La segunda es el resultado del pulso que 
constantemente echan entre sí los diferentes grupos sociales. 

Pero, además de ello, se necesitan instrumentos, medidas de 
actuación. 

Entre las más importantes de las relativas a las rentas originarias 
se encuentran, por encima de cualquier otra, establecer 
las condiciones que permitan la generación de empleo decente 
y estable, que analizamos en el siguiente capítulo, y otras como 
la política de salarios mínimos, el fomento del empleo indefinido, 
la negociación de las ganancias de productividad, la participación 
de los trabajadores en las empresas, las políticas de 
igualdad y las medidas de responsabilidad y corresponsabilidad 
en su seno, la promoción de nuevas formas de propiedad cooperativa 
y social. Y en relación con la redistribución de la renta, 
tal y como veremos en los capítulos siguientes, es imprescindible 
recuperar el valor y el aprecio a los impuestos como instrumento 
de cohesión social, la generación de capital social suficiente 
y crear un modo de producir y de consumir que no sea a 
la postre depredador de los recursos que utiliza y de los ecosistemas 
en los que actúa. 

OTRA ECONOMÍA, OTRAS RELACIONES SOCIALES, 
OTROS SERES HUMANOS 


No podemos soslayar el hecho fundamental de que los problemas 
que estamos viviendo son en realidad un momento de 
una crisis que va mucho más allá de lo puramente financiero o 
económico. Los acontecimientos que se han producido, la quiebra 
de instituciones gigantescas; el sometimiento del planeta, de 

81 

HAY ALTERNATIVAS 

cientos de millones de personas ante los designios de unos 
pocos inversores ocultos ante la máscara de "los mercados", 
como si en realidad no fueran nada ni nadie, sino una especie 
de fuerza impersonal y aséptica; la ignominia que supone que 
entidades bancarias (también personas normales y corrientes 
sabiendo o no lo que hacen) inviertan para lograr que suban los 
precios de los productos alimenticios (como antes hacían con 
las viviendas), lo que da lugar a que mueran de hambre docenas 
de millones de personas; el engaño civil que supone la puesta 
en marcha de reformas laborales, de las pensiones o de los 
servicios públicos a sabiendas de que lo que van a conseguir no 
es lo que se le dice a la población sino el mayor beneficio de 
unos pocos; la destrucción del planeta, la indiferencia ante su 
degradación o ante la generalización de un modo de producir 
que genera más desechos que bienes; la generalización de situaciones 
de exclusión y de discriminación que son realmente las 
que permiten la sumisión necesaria para que todo esto pueda 
darse... Todo ello, la mitificación del dinero, la universalización 
de lo mercantil que lleva a que todas las dimensiones de nuestra 
vida humana se hayan puesto en venta, la avaricia descontrolada, 
el cultivo del egoísmo y el fomento de la desinformación 
o la constante manipulación de las conciencias, nos indica 
que si todo lo que hemos comentado se ha podido producir es 
porque alguien con demasiado poder ha logrado poner el 
mundo "patas arriba", invertir los valores y las prioridades y llevarnos 
a los seres humanos por un camino que no es el que nos 
permite alcanzar plenitud como tales y que no es otro que aquel 
en el que predomina la cooperación y no la competencia agresiva, 
la solidaridad y no el combate, la paz y no la violencia. 

Por eso en la nueva agenda que debemos abrir para tratar de 
salir con más bienestar de la situación en la que estamos debemos 
incluir, como haremos en el penúltimo capítulo, una estrategia 
apropiada que nos permita ir cambiando de rumbo y 
encaminarnos hacia horizontes de mayor humanidad y 
armonía con la naturaleza. 

82 

IV 
Las condiciones para crear empleo decente 


El problema social que con mayor gravedad afecta a los ciudadanos 
es la falta de empleo, y es natural. La mayoría de las 
personas podemos vivir y satisfacer nuestras necesidades gracias 
a los ingresos que nos proporciona el trabajo remunerado 

o las pensiones que se reciben precisamente por haber tenido 
con anterioridad empleos y haber cotizado a la Seguridad 
Social en ellos. 
Por eso es lógico que la mayoría de la población desee que 
las políticas de los gobiernos se encaminen a facilitar la creación 
de puestos de trabajo y que los políticos siempre se presenten 
ante la gente como preocupados por conseguir este objetivo. 


Pero en este campo, como en ningún otro, no debemos ser 
ingenuos. En apariencia todos estamos interesados en que se 
cree el mayor número de empleos pero eso es sólo una apariencia 
porque también hay grupos de interés muy poderosos a 
quienes no les conviene que haya pleno empleo y que todas las 
personas que lo deseen dispongan de un puesto de trabajo bien 
remunerado. 

Así lo han detectado muchos científicos y es algo que incluso 
han reconocido muchos dirigentes políticos. El que fue 
ministro español de Economía, Carlos Solchaga,1 lo expresó 
claramente en un libro en el que comentaba su experiencia de 
gobierno: "La reducción del desempleo, lejos de ser una estrategia 
de la que todos saldrían beneficiados, es una decisión que si 

1. Carlos Solchaga, El final de la edad dorada, Taurus, Madrid, 1996, p. 183. 
83 

HAY ALTERNATIVAS 

se llevara a efecto podría acarrear perjuicios a muchos grupos 
de intereses y a algunos grupos de opinión pública". 

Eso es así porque cuando hay un alto nivel de desempleo se 
puede contratar el trabajo a salarios más bajos ya que hay más 
personas que desean trabajar pero que no encuentran empleo y, 
por tanto, estarán dispuestas a aceptar sin rechistar las condiciones 
de trabajo que les ofrezcan. 

En nuestro país hemos podido comprobar en los últimos 
años que la presencia de gran número de inmigrantes ha sido 
utilizada para contratar a más bajo salario y que incluso ha sido 
fomentada la presencia de trabajadores sin papeles precisamente 
porque su estado de mayor necesidad permite a empleadores 
que sólo buscan el máximo beneficio contratarlos en condiciones 
más favorables para ellos. 

El interés que puedan tener algunos grupos sociales poderosos 
en que haya desempleo es, por tanto, algo que no se puede 
olvidar para entender por qué en los últimos años todo el 
mundo habla de crear empleo y, a la postre, no se crea el suficiente 
y el que se crea es de baja calidad, con malas condiciones 
de trabajo, pocos derechos reconocidos y de bajo salario. 

En cualquier caso, para poder determinar lo que más conviene 
hacer para crear puestos de trabajo, vamos a repasar en 
primer lugar las ideas que defienden al respecto quienes nos 
gobiernan; después vamos a mostrar que antes y ahora, en 
plena crisis, se corresponden poco con la realidad, y finalmente 
indicaremos, a la vista de la experiencia real, cuáles son las 
condiciones que a nuestro juicio sí permitirían crear el empleo 
que necesita nuestra economía y nuestra sociedad. 

LAS CAUSAS DEL PARO 
Y LAS CONDICIONES PARA CREAR EMPLEO 


La fórmula que se viene presentando desde hace años como 
la adecuada para crear empleo la conocen perfectamente todos 

84 

LAS CONDICIONES PARA CREAR EMPLEO DECENTE 

los ciudadanos porque se repite hasta la saciedad. En efecto, es 
muy habitual leer en prensa titulares como los siguientes que 
han terminado por convertirse en el credo dominante: "El 
Banco de España insiste en moderar salarios para crear 
empleo", "El Banco de España urge moderar los salarios para 
evitar los despidos", la CEOE (es decir, la organización patronal 
que defiende los intereses de los empresarios) "insiste en que se 
debe seguir con la moderación salarial para propiciar la recuperación 
del empleo".2 

Pero si se afirma que lo que hay que hacer para crear empleo 
es reducir salarios no es porque haya evidencia científica de 
ello. 

Las propuestas neoliberales 

La idea que defienden los economistas y los políticos liberales 
es que el trabajo es una mercancía más que se compra y se 
vende en un mercado como otro cualquiera. Los trabajadores 
ofertan sus horas disponibles de trabajo en función del salario 
que esperan obtener (si es más alto, desearán trabajar más y, si 
es muy bajo, menos). Y las empresas demandan trabajo comparando 
el salario que han de pagar por él con la productividad 
que pueden obtener al utilizarlo. 

De esa manera los liberales creen que se puede fijar un salario 
que iguala en un momento dado la cantidad ofertada por los 
trabajadores y la demandada por los empresarios y que, por 
tanto, representa una situación de pleno empleo. 

Si el salario fuera demasiado bajo, habría una gran demanda 
de trabajo por parte de los empresarios pero insuficiente 
oferta de trabajo porque, dicen los defensores de este punto de 
vista, siendo el salario demasiado bajo, los trabajadores preferirían 
el ocio al empleo. Y si el salario fuera demasiado alto, 

2. Estos titulares se han recogido de El Diario de León (www.diariodeleon.es/ 
noticias/noticia.asp?pkid=53424), de El Diario de Córdoba (www.diariocordoba.
com/noticias/noticia.asp?pkid=412886) y de Euribor blog (www.euribor.
com.es/2011/04/12/). 
85 

HAY ALTERNATIVAS 

ocurriría lo contrario: habría muchos trabajadores deseosos de 
trabajar, pero muchas empresas no estarían dispuestas a contratarlos 
a esos salarios tan elevados. 

Por tanto, dirían los liberales, para que haya pleno empleo lo 
importante es que se den dos circunstancias. La primera, que 
los salarios sean suficientemente moderados porque si son muy 
altos las empresas no van a contratar a todos los trabajadores 
que deseen trabajar y habrá paro. Por eso los liberales afirman 
que el paro o desempleo es siempre voluntario, porque podría 
eliminarse simplemente si los trabajadores aceptan trabajar a 
salarios más bajos. 

La segunda circunstancia para que haya pleno empleo es, 
por tanto, que los salarios puedan subir y bajar libre y fácilmente, 
que los trabajadores puedan ir sin dificultad allí donde 
haya un empresario demandando un empleo. Y que los empresarios 
puedan contratar allí donde lo necesiten y en las condiciones 
en que les resulte más apropiado. Cuando esto ocurre, se 
dice que el mercado de trabajo es flexible y, cuando no, que es 
rígido. 

Y de esta segunda circunstancia los liberales deducen que 
para crear empleo lo que debe haber es la mayor flexibilidad 
posible en el mercado laboral. Mientras que el desempleo se 
explica porque hay factores que hacen que el mercado sea 
demasiado rígido. 

Los factores que provocan esta rigidez son en realidad los 
mismos que hacen que los salarios sean demasiado altos y produzcan 
desempleo. 

La mayoría de las personas, por poco informadas que estén, 
saben también cuáles son estos factores a los que se culpa de la 
rigidez en el mercado de trabajo y del paro, porque se hace 
constante referencia a ellos en los medios de comunicación y en 
los discursos políticos y de los economistas ortodoxos. 

El más habitual y criticado es el de los sindicatos. Se afirma 
que crean rigidez porque defienden los intereses de los trabajadores 
y, por tanto, porque no aceptan cualquier nivel de salario 
ni cualquier condición laboral, es decir, porque han logrado a 

86 

LAS CONDICIONES PARA CREAR EMPLEO DECENTE 

lo largo de toda su historia que se reconozcan normas laborales 
que protegen a la parte más débil de la relación de trabajo. Es 
fácil imaginar cómo serían las condiciones de trabajo (simplemente 
recordando cómo eran en el siglo XIX) si no hubieran 
existido sindicatos y si no se hubiera conseguido que se reconozcan 
los derechos de los trabajadores. 

Otro factor que los liberales afirman que provoca rigidez 
son precisamente todas las normas que protegen a los trabajadores 
o que les conceden derechos: si hay salario mínimo, se 
dirá que no se crea empleo porque no se permite que haya 
empresas que puedan crear puestos de trabajo más baratos. Si 
hay subsidios para los desempleados, se dirá que entonces los 
parados preferirán vivir de las ayudas y que no aceptarán los 
empleos que se les ofrezcan. Si hay cotizaciones sociales elevadas 
para poder financiar pensiones dignas, se dirá que eso 
encarece el coste del trabajo. Si hay convenios colectivos que 
fijan condiciones de trabajo decentes para todos los trabajadores, 
se dirá que, además de encarecer el trabajo, se limita la 
libertad de contratación y que eso provocará desempleo... 

Y, en consecuencia, los liberales defienden que, para poder 
crear puestos de trabajo suficientes, lo que hay que hacer es llevar 
a cabo continuas reformas en los mercados de trabajo para 
eliminar todos estos factores de rigidez y para proporcionar, 
por el contrario, la flexibilidad suficiente a las relaciones laborales 
que permita alcanzar el pleno empleo. 

Estas ideas sobre el mercado de trabajo y la creación de 
empleo que se presentan como el último hito son realmente 
muy antiguas, de finales del siglo XIX. Cuando se han recuperado 
para darle cobertura ideológica a las políticas neoliberales, 
se han presentado bajo la forma de teorías económicas muy 
sofisticadas y con mucho aparato matemático para dar a entender 
que se trata de proposiciones científicas muy modernas, 
pero su sustrato final es el antiguo que acabamos de señalar por 
mucho que se presenten disfrazadas de modernidad a la opinión 
pública. Siguiendo estos principios, en los últimos años se 
han realizado multitud de trabajos orientados a mostrar que, 

87 

HAY ALTERNATIVAS 

por ejemplo en Europa o en España, existen factores de carácter 
institucional como los antes mencionados, que son los responsables 
de los altos niveles de empleo existentes. Y a propugnar, 
por tanto, que se reformen los mercados para eliminarlos y 
darles flexibilidad. 

De esos análisis es de donde beben las políticas gubernamentales 
de los últimos años, como lo hace, por ejemplo, el último 
Pacto del Euro cuando afirma que lo que necesitan las economías 
europeas para crear empleo es ser más competitivas. 
Esto significa, como veremos más adelante, exactamente lo 
mismo que acabamos de mostrar: salarios más bajos porque se 
supone que así las mercancías se van a producir más baratas y, 
por tanto, que se van a vender con mayor facilidad y entonces 
emplear a más trabajadores. Lo que no explican, como también 
veremos más adelante, es a quién van a venderse esas mercancías 
de más si la población que podría comprarlas tiene cada 
vez menos capacidad de compra porque bajan sus salarios. 

¿Se crea empleo con la receta liberal? 

Las ideas que normalmente se propagan en los medios de 
comunicación y las que defienden los políticos y los economistas 
de ideología neoliberal son estas que acabamos de mostrar 
y se suelen presentar como si fueran verdades fuera de toda discusión. 
Pero la realidad es que son muchos los economistas que 
han demostrado que ese tipo de principios ni tienen consistencia 
lógica ni han producido los resultados que dicen en la realidad. 


El más conocido de todos ellos quizá fuera John M. Keynes, 
el economista británico que mostró que la tesis según la cual la 
creación de empleo depende del coste del trabajo es una falacia 
porque, decía él, el trabajo es una mercancía muy especial y 
nunca va a ser posible que el salario baje como afirman los liberales. 
Y, sobre todo, decía Keynes, porque por muy bajo que sea 
el salario ¿para qué va a contratar a más trabajadores una 
empresa si no tiene clientes a quienes vender sus productos? A 

88 

LAS CONDICIONES PARA CREAR EMPLEO DECENTE 

diferencia de los liberales, para Keynes la creación de empleo 
dependería, por tanto, no del nivel del salario sino de que 
hubiera suficiente demanda de bienes y servicios. 

Y es que la tesis liberal según la cual la creación de empleo 
depende sólo del coste del trabajo y que inspira a las políticas 
neoliberales lleva a una conclusión que no puede calificarse 
sino de absurda e inaceptable: para cualquier nivel de producción 
se puede crear entonces tanto empleo como se quiera con 
tal de que los salarios sean suficientemente bajos. 

Recientemente el análisis de la realidad de los mercados de 
trabajo, que en este libro no podemos exponer con detalle, ha 
mostrado con claridad que las cosas no funcionan como quieren 
hacer creer los neoliberales. 

Por ejemplo, se ha podido comprobar en Francia y en otros 
países europeos que la evolución de la tasa de paro tiene que 
ver, sobre todo, con el número de horas de trabajo y no con la 
evolución de los salarios. 

Autores como James Galbraith y Deepshikha Roy-
Chowdhury han demostrado que en Europa y entre 1980 y 
2005 no se da la relación que defienden los neoliberales sino 
todo lo contrario: las variaciones de los salarios y del empleo en 
ese largo periodo han ido de la mano porque cuando aumentaban 
los salarios aumentó también el empleo, y cuando se redujeron, 
bajó. 

Muchos estudios han demostrado también en los últimos 
años que la tesis de la flexibilidad defendida por los neoliberales 
no es cierta. Incluso la propia OCDE, una de las cunas del 
pensamiento ortodoxo, tuvo que aceptar en su informe de 2006 
que la realidad muestra que distintos países han conseguido 
buenos resultados en el empleo con instituciones del mercado 
de trabajo "extremadamente diferentes", es decir, incluso con 
mercados que los neoliberales considerarían muy rígidos. 

Y, como veremos en el capítulo VI, tampoco hay evidencia 
empírica que permita afirmar que los costes salariales más 
bajos hacen que una economía venda mejor sus productos en el 
exterior y, por tanto, que pueda crear más empleo por esta vía. 

89 

HAY ALTERNATIVAS 

Los datos muestran, por el contrario, como vamos a ver 
enseguida en lo referente a los últimos años de crisis económica, 
que a pesar de que hayan bajado los salarios se ha destruido 
empleo; que con el mismo mercado muy rígido, según los neoliberales, 
España pudo ser el país que más empleo creó antes de 
la crisis y luego pasar a ser el que más ha destruido, y, sobre 
todo, que no hay relación indiscutible entre la existencia de 
normas más o menos flexibles o rígidas y el mayor o menor 
volumen de empleo. 

Y muchos estudios han demostrado (y hasta el sentido 
común lo ratifica) que lo que realmente determina el nivel de 
empleo o desempleo no son las condiciones de los mercados de 
trabajo (aunque eso no quiere decir que lo que allí ocurra sea 
complemente indiferente para la creación de empleo) sino las 
condiciones macroeconómicas: la política monetaria, los tipos 
de interés, el coste del capital, el poder que tengan las empresas 
en los mercados, el nivel de inversión, las facilidades de financiación 
y, fundamentalmente, la capacidad efectiva de compra 
que haya en una economía. 

Y es lógico que sea así, como ya apuntamos antes: por muy 
bajo que sea el salario, por muy dóciles que sean los sindicatos, 
por muy barato que sea el despido, por muy pocos derechos 
que tengan los trabajadores y mucho el poder de los empleadores, 
¿de qué servirá todo eso si los empresarios no tienen a 
quién vender lo que producen? 

Lo que ha ocurrido en los últimos años de crisis demuestra 
a las claras todo eso. 

EMPLEO Y PARO EN LA CRISIS: 
¿QUÉ HA FALLADO Y QUÉ HAY QUE CORREGIR? 


El problema del desempleo ha estado presente en la mayoría 
de los países durante los últimos treinta años, pero es evidente 
que se ha acentuado de una manera muy espectacular y dramática 
en estos últimos años de crisis financiera y económica. 

90 

LAS CONDICIONES PARA CREAR EMPLEO DECENTE 

En casi todos los países europeos, excepto en Alemania, el 
desempleo ha aumentado con rapidez durante este periodo, y 
en países como España, Irlanda y Estados Unidos su crecimiento 
ha sido mucho mayor y a veces incluso espectacular. 

Así, en España la tasa de desempleo ha aumentado durante 
los años de la crisis en 9,7 puntos, en Irlanda en 7,2 y Estados 
Unidos en 4,7.3 En el otro polo están los países que han tenido 
una tasa de crecimiento de desempleo muy bajo como Austria 
(0,4), Bélgica (0,4) o incluso que han visto disminuir su desempleo, 
como es el caso señalado de Alemania (-1,2). 

Para saber cómo salir de los altos niveles de desempleo que 
se registran en países como España y aprovechar la experiencia 
de los que no padecen en tal medida este problema hay que tratar 
de encontrar las causas reales de estas disparidades porque 
los políticos neoliberales están haciendo una lectura muy sesgada 
de los hechos para justificar las medidas y las reformas que 
están adoptando. 

No basta con que aumente el PIB 

Una primera interpretación de esas diferencias sería que el 
descenso de la demanda de bienes y servicios haya generado 
una caída de la actividad económica y, por tanto, de la producción 
y del empleo, así como, al mismo tiempo, un incremento 
en la destrucción de empleo, lo cual explicaría el incremento 
del paro. Es decir, que al producirse menor crecimiento económico 
se haya dado mayor crecimiento del desempleo, de donde 
se deduciría que lo que hay que hacer para recobrar el empleo 
sería procurar por todos los medios que aumentara la tasa de 
crecimiento del Producto Interior Bruto. 

Pero esta interpretación no explica por qué Alemania, que 
ha tenido un descenso muy marcado de la tasa de crecimiento 
de su PIB durante la crisis (-4,7 por ciento), bastante mayor que 

3. Los datos que siguen se encuentran en John Schmitt, Labor Market Policy 
in the Great Recession, Center for Economic and Policy Research,
Washington DC, mayo de 2011. 
91 

HAY ALTERNATIVAS 

el de Estados Unidos (-2,7 por ciento) y que España (-3,7 por 
ciento), haya registrado una disminución del desempleo mientras 
que estos dos últimos países han experimentado un gran 
aumento. 

De hecho, España ha sido uno de los países con menor descenso 
en su tasa de crecimiento económico y en cambio el que 
tuvo un mayor crecimiento del desempleo. No parece, pues, 
que el descenso de la actividad económica, per se, sea la mayor 
causa del aumento del desempleo. 

Para aclarar las diferencias en la evolución del empleo y el 
paro durante la crisis hay que mirar a otras variables y para ello 
lo primero que hay que hacer es no confundir la magnitud de 
la tasa de paro y la tasa de crecimiento del paro. 

La tasa de paro en España 

La tasa de paro es el porcentaje de la población que está en 
edad de trabajar y desea trabajar pero que no encuentra trabajo. 
En general es más elevada cuando no hay suficientes puestos 
de trabajo disponibles para la gente que quiere trabajar. Y 
esto es lo que ha ocurrido desde hace bastante tiempo y explica 
por qué siempre España, incluso en tiempos de bonanza económica, 
tiene un elevado desempleo. 

Una de las principales causas de esta falta estructural de 
puestos de trabajo en España es el escaso desarrollo del sector 
público y, muy en particular, de los servicios públicos del 
Estado del Bienestar, tales como sanidad, educación, servicios 
sociales, escuelas de infancia, servicios de ayuda a las personas 
con dependencia, vivienda social y otros servicios, como veremos 
en el capítulo siguiente. Si España, que en estos momentos 
tiene un 9 por ciento de su población empleada en estos servicios, 
tuviera el porcentaje que tiene Suecia (25 por ciento), 
tendría como poco 5 millones de puestos de trabajo más de los 
que tiene ahora, cifra que es superior, por cierto, al número de 
desempleados actual, lo que significa que el desempleo no existiría 
en España. 

92 

LAS CONDICIONES PARA CREAR EMPLEO DECENTE 

Tales puestos de trabajo podrían financiarse con los 200.000 
millones de euros más de los que recibe el Estado español 
(tanto central como autonómico y municipal) si éste tuviera la 
política fiscal que tiene Suecia, como veremos en el capítulo de 
la financiación de la economía. 

El problema, pues, no es económico, sino político, y ello 
aparece con toda claridad cuando se analiza quién paga 
impuestos en España, y más concretamente que la mayoría de 
su recaudación procede de las rentas del trabajo. La población 
que está en nómina paga, en general, unos impuestos que proporcionalmente 
son semejantes a los impuestos de sus homólogos 
en la Unión Europea de los Quince, y sólo ligeramente inferiores 
a los que pagan sus homólogos en Suecia. 

El trabajador de Seat, por ejemplo, paga en impuestos el 75 
por ciento de lo que paga el trabajador de Volvo. Pero los 
españoles ricos y los grupos de gran poder fáctico (banca y gran 
patronal) pagan en impuestos sólo el 20 por ciento de lo que 
pagan sus homólogos en Suecia. Una circunstancia que sólo se 
puede explicar gracias al enorme poder político y mediático de 
estos últimos, que impone las políticas fiscales regresivas que, 
en gran parte, son las que explican los bajos ingresos al Estado 
y la escasa creación de empleo público. 

En contra de las falsedades que se vienen diciendo para justificar 
el recorte del gasto y del sector público, lo cierto es que 
España es uno de los países integrantes de la UE-15 con un sector 
público de menor tamaño. Nuestro porcentaje de población 
empleada en él sobre el total de población activa era del 12,75 
por ciento en 2008 mientras que el de Dinamarca llega al 31,27 
por ciento, el de Finlandia al 24,64 por ciento o el de Suecia al 
26,2 por ciento en 2007. Y, a diferencia de lo que también se 
afirma, el crecimiento del empleo ha sido más rápido en el sector 
privado que en el público. 

Es verdad que desde 2000 hasta 2008 el gasto público realizado 
por España ha aumentado de forma significativa, con una 
media del 5 por ciento anual, que es superior a la de la UE-15, 
que fue del 3,4 por ciento. Pero hay que tener en cuenta que el 

93 

HAY ALTERNATIVAS 

déficit que presenta España en cuanto a gasto público respecto 
a la UE-15 es muy grande. Así, a pesar de este crecimiento, 
todavía tenemos un gasto público por habitante de 2.600 euros 
(estandarizados) menos que el promedio de la UE-15. 

Además, España era en 2008 el país de la UE-15 que menos 
gastaba en salarios a los trabajadores públicos y el quinto que 
menos gastaba en compensación salarial a sus empleados 
públicos por habitante. 

Y por ello resulta que para crear empleo sea necesario y 
urgente dimensionar nuestro sector público, al menos como en 
los países más desarrollados de nuestro entorno, aumentar los 
impuestos y su progresividad y, como veremos en el capítulo 
siguiente, reducir el déficit social de España, que tiene el gasto 
público social por habitante más bajo de la Unión Europea de 
los Quince. 

Flexibilidad y rigidez en la crisis 

Pero, además de partir con una tasa de paro ya de por sí elevada, 
la característica principal de nuestra economía es que, 
junto con Estados Unidos e Irlanda, ha registrado el mayor crecimiento 
del desempleo y por eso es importante analizar su 
relación con los factores institucionales que, según los neoliberales, 
generan rigidez y hacen que aumente el paro. 

España tuvo desde 2007 hasta 2009 un crecimiento de 12 
puntos en su desempleo, Irlanda de 9,7 puntos y Estados 
Unidos de 4,7 puntos. Y resulta que Estados Unidos e Irlanda 
son los países que tienen mayor desregulación del mercado de 
trabajo, en donde los empresarios pueden despedir con toda 
facilidad y los sindicatos son muy débiles. 

En este sentido los datos son muy contundentes. En contra 
de lo que sostiene la sabiduría neoliberal dominante en nuestra 
cultura económica y política, la realidad muestra clara y contundentemente 
que a menor protección del puesto de trabajo, 
es decir, que a mayor flexibilidad, se ha producido mayor crecimiento 
del desempleo. Dicho de otro modo: la flexibilidad, en 

94 

LAS CONDICIONES PARA CREAR EMPLEO DECENTE 

contra de lo que dicen los neoliberales, ni crea empleos ni evita 
que se destruyan sino que, por el contrario, hace que se pierdan 
con mayor facilidad. 

Si España, Irlanda y Estados Unidos, que tienen una gran 
desregulación y facilidad de despido, son los que han tenido un 
mayor crecimiento del desempleo durante la crisis, sólo se 
puede concluir que la famosa tesis neoliberal que sostiene que 
la seguridad del puesto de trabajo de los trabajadores con contratos 
fijos es la que crea la inseguridad y el desempleo entre los 
demás es falsa. En España, en donde existe la idea generalizada, 
al haber sido promovida por el mundo empresarial y por el 
Banco de España, de que es difícil despedir a los trabajadores, 
resulta que la gran destrucción de empleo incluye también a los 
trabajadores fijos sin que esto repercuta en una mayor creación 
de empleo. 

Por el contrario, Alemania es uno de los países con un mercado 
de trabajo más regulado de la Unión Europea, principalmente 
como consecuencia del sistema de cogestión en el que 
los sindicatos (y los trabajadores) de las empresas están en sus 
equipos de dirección. Pero a pesar de ello, y a pesar del gran 
descenso de su actividad económica medida a través del PIB, 
como resultado del descenso de sus exportaciones a que dio 
lugar la recesión mundial, no sólo no aumentó su desempleo 
sino que ha continuado disminuyendo. Ha sido así porque, al 
reducirse la demanda, las empresas (el 40 por ciento de ellas en 
el periodo 2008-2009) han reducido las horas de trabajo en 
lugar de reducir el número de trabajadores. Lo que confirma la 
idea que comentamos antes según la cual si lo que queremos de 
verdad es proteger el empleo a donde tenemos que apuntar es a 
reducir la jornada de trabajo. 

Se puede concluir, por tanto, que facilitar el despido en 
momentos de recesión y aumentar la flexibilidad, como han 
hecho las sucesivas reformas del gobierno de Zapatero, simplemente 
facilita el aumento del desempleo, puesto que incentiva 
que los empresarios se adapten a la disminución de la demanda 
de sus bienes o servicios reduciendo su fuerza laboral. Por el 

95 

HAY ALTERNATIVAS 

contrario, si ello no es factible, porque las normas no lo permiten 
o lo encarecen o porque los sindicatos se lo impiden, se tenderá 
a mantener el número de trabajadores disminuyendo el 
tiempo de trabajo de cada uno. 

Por tanto, son este tipo de medidas, acompañadas de las que 
fomenten e incentiven la reestructuración de los tiempos de 
trabajo y de las que permitan sostener la demanda, las que 
mejor garantizan el mantenimiento del empleo. La realidad nos 
muestra, además, que incluso el modelo que está de moda consistente 
en combinar mucha flexibilidad, facilitando el despido 
con seguridad, tal como ocurre en Dinamarca, sólo funciona en 
tiempos de elevado crecimiento económico y pleno empleo, es 
decir, cuando en realidad no hacen falta. 

La llamada flexiseguridad como la danesa que ahora está de 
moda sólo funciona si el empresario puede despedir con facilidad 
pero también si los trabajadores tienen una amplia oferta 
de puestos de trabajo con servicios de formación incluidos, y 
con un seguro de desempleo elevado que le permita encontrar 
trabajo de semejante calidad. Una oferta de puestos de trabajo 
que no existe en fases de recesión. Y eso es lo que ha hecho que, 
cuando Dinamarca ha entrado en recesión, haya dejado de ser 
un modelo porque su desempleo se ha disparado y su tasa de 
crecimiento del desempleo ha sido, durante la crisis, de las más 
elevadas en la Unión Europea (2 puntos). 

¿QUÉ ENSEÑA LA REALIDAD DE LOS MERCADOS LABORALES? 

Si se dejan a un lado las anteojeras ideológicas que llevan a 
los neoliberales a ver el mercado de trabajo como un mecanismo 
perfecto y utópico en donde se puede crear una cantidad 
infinita de puestos de trabajo con sólo garantizar un salario 
suficientemente bajo, y si, por el contrario, se mira sin prejuicios 
la realidad, lo que ocurre de verdad en estos mercados, 
podemos descubrir las claves fundamentales que hay que tener 
en cuenta para poder ayudar a crear puestos de trabajo. 

96 

LAS CONDICIONES PARA CREAR EMPLEO DECENTE 

En esa línea las enseñanzas más importantes no son las que 
provienen de ideaciones neoliberales, sino las que proporciona 
el estudio del funcionamiento real de los mercados laborales. 

Lo primero que enseña es que no es verdad que lo que haya 
que hacer para crear empleo sea liberalizar aún más los mercados 
y las relaciones laborales. No es cierto que allí donde se han 
hecho reformas para desregular y flexibilizar más los mercados 
de trabajo se den los mayores niveles de creación de empleo o 
de reducción del desempleo existente. 

La segunda enseñanza fundamental es que, aunque se pueda 
demostrar que la presencia de ciertas normativas o instituciones 
que protegen a los trabajadores y que lógicamente incrementan 
el coste del trabajo podrían ser causa de mayores rigideces, 
su efecto sobre el empleo no puede considerarse como 
decisivo o determinante puesto que, junto a ellas, siempre intervienen 
otras variables de carácter macroeconómico cuya mayor 
incidencia ha quedado demostrada en multitud de estudios. 

La tercera enseñanza es que las reformas laborales han producido 
una disminución del coste del trabajo, una relajación de 
las normas laborales que han reducido los estándares de protección 
y una mayor precarización del trabajo, lo que incrementa 
el empleo temporal y a tiempo parcial no deseado, la discriminación 
laboral, la inseguridad y la insatisfacción en el 
desempeño del trabajo. 

En cuarto lugar, sabemos que hay suficientes evidencias que 
permiten establecer que la generación de empleo está determinada 
por la existencia de adecuadas condiciones macroeconómicas, 
que no son solamente las relativas al crecimiento de la 
actividad medido a través del PIB. Y lo que se ha podido comprobar 
sin ningún tipo de problema es que lo que en realidad 
ha ocurrido en los últimos años ha sido que se han aplicado 
políticas y condiciones macroeconómicas claramente negativas 
para la creación de empleo, algunas de las cuales las hemos 
comentado ya en los dos primeros capítulos del libro. 

Entre ellas: 

97 

HAY ALTERNATIVAS 

1. Privilegio de las rentas financieras que han absorbido 
recursos de la actividad productiva y han detraído los necesarios 
para que las empresas productivas creen puestos de trabajo. 
Un problema que se ha agudizado especialmente durante la 
crisis, cuando se ha producido, como sabemos, una escasez 
extraordinaria de financiación que impide que las empresas 
puedan crear empleo. 
2. Predominio de las políticas deflacionistas encaminadas a 
reducir los salarios y el gasto con la excusa de que provocan 
inflación, lo que ha disminuido de manera constante la demanda 
efectiva dirigida sobre todo a las pequeñas y medianas 
empresas. 
3. Reducción del gasto social que ha impedido crear puestos 
de trabajo en los servicios de bienestar, como hemos señalado 
y como veremos con más detalle en el capítulo siguiente. 
4. Aumento del poder sobre el mercado de las grandes 
empresas que les ha permitido imponer precios muy poco competitivos 
y costes muy desfavorables para las pequeñas y medianas 
empresas, que son las que crean la mayor parte del empleo. 
En quinto lugar, el análisis de la creación y destrucción de 
empleo indica que ambos dependen de la gestión que se haga 
del tiempo de trabajo y del reparto de las ganancias de productividad, 
es decir, en realidad, del reparto de la renta entre el trabajo 
y el capital. Lo que significa que se puede evitar la destrucción 
del empleo y fomentar su creación mediante la reducción 
del tiempo de trabajo y viceversa. Si cuando hay más crisis 
aumenta el tiempo de trabajo, como ha ocurrido en España, 
resultará que se perderá más empleo. Si disminuye, como sucede 
en Alemania, se conserva. 

Finalmente sabemos también que el mayor o menor volumen 
de empleo depende del modelo productivo, del ámbito en 
donde se destinan preferentemente los recursos y, como analizamos 
en el capítulo III y acabamos de mencionar, de la pauta 
de distribución de la renta. Esto indica que, en última instancia, 
el nivel de empleo y desempleo que hay en una economía no 

98 

LAS CONDICIONES PARA CREAR EMPLEO DECENTE 

depende tanto, o no solamente sólo, de circunstancias económicas 
sino también de las políticas. Y, en consecuencia, del 
diferente poder e influencia de los distintos grupos sociales a la 
hora de tomar decisiones sobre el uso de los recursos. 

Por eso la patronal y los políticos y economistas neoliberales 
que defienden una distribución de la renta más favorable al 
capital están tan empeñados siempre en atacar a los sindicatos 
y en reducir su papel en la negociación, en evitar que ésta sea 
colectiva para hacerla persona a persona, o lo más descentralizada 
posible para que la defensa de los trabajadores sea más 
débil, y, en general, en que desaparezcan las normas de obligado 
cumplimiento que establecen derechos taxativos para proteger 
a los asalariados. 

Y por eso reclaman que se apliquen políticas macroeconómicas 
como las que hemos comentado, que en realidad se sabe 
que van a crear desempleo, porque cuanto más elevado sea éste 
más fácil resultará imponer a los trabajadores las condiciones 
laborales y salariales que convengan a la patronal. 

Naturalmente esto no quiere decir que todos los empresarios 
y todas las empresas actúen así, con una perspectiva tan alicorta 
(porque tratando de ganar unos pocos al final pierden 
todos los empresarios). Muchos de ellos tratan de innovar, de 
encontrar acuerdos con sus trabajadores para repartirse las 
ganancias de productividad de manera que ninguno se empobrezca 
ni se ponga en peligro la vida de la empresa, que favorecen 
la participación y las mejores condiciones de trabajo posibles 
para todos, que evitan la discriminación y la desigualdad, 
que entienden que la búsqueda del beneficio debe hacerse necesariamente 
compatible con el respeto al medio ambiente, a la 
justicia social y al interés colectivo, y que entienden que el éxito 
de una empresa no puede consistir en dar simples "pelotazos" 
sino en poner en marcha proyectos comunes que creen riqueza 
para satisfacer las necesidades humanas y el mayor volumen de 
empleo posible... 

Por eso, para crear empleo también es imprescindible 
fomentar este tipo de comportamiento empresarial y las formas 

99 

HAY ALTERNATIVAS 

de propiedad que mejor lo favorezcan, la pequeña y mediana 
empresa y las empresas de carácter social, cooperativas y sociedades 
laborales, creando las condiciones para que entender así 
la actividad empresarial no sea un escollo sino una ventaja en el 
mundo de los negocios. En realidad algunas de las empresas 
más eficientes y las que han respondido a la crisis con menor 
destrucción de empleo han sido cooperativas de trabajadores y 
empleados de reducido abanico salarial, con diferencias entre 
los mejores y peores pagados de 3 a 1, que contrastan con las 
grandes empresas del Ibex-35 que destruyen más empleo y en 
donde esas diferencias llegan a ser 20 a 1. Mondragón es un 
ejemplo de ello y se puede afirmar que si la mayoría de empresas 
en España hubiera actuado como las de Mondragón, nuestro 
nivel de desempleo sería mucho más bajo que el actual. 

Por otro lado, es importante recuperar el principio ampliamente 
extendido en los países nórdicos (donde las fuerzas progresistas 
han sido las dominantes en sus instituciones políticas) 
de que el Estado tiene responsabilidad de crear empleo, cuando 
el mundo empresarial privado no lo hace en cantidad suficiente. 
Es un principio de una enorme importancia en este momento 
de crisis, cuando (al revés de lo que se está haciendo en 
España) el Estado debiera estar mucho más comprometido aún 
en la provisión de puestos de trabajo. 

LAS CONDICIONES PARA PODER CREAR EMPLEO DECENTE 

La principal conclusión que se ha de sacar de esas enseñanzas 
es que donde hay que poner la principal atención para crear 
empleo o para combatir el desempleo no es en el mercado de 
trabajo y en sus instituciones sino en la naturaleza del entorno 
macroeconómico en donde se define la naturaleza de la actividad 
económica dominante, en donde se decide el reparto de la 
riqueza y, sobre todo, en donde se resuelve el poder de los diferentes 
grupos sociales que es del que depende su capacidad 
para influir en la economía. 

100 

LAS CONDICIONES PARA CREAR EMPLEO DECENTE 

Por tanto, para evitar que nuestra economía se siga caracterizando 
por su insuficiente capacidad para generar trabajo estable 
y decente y por su tendencia a crear empleo precario, temporal, 
mal pagado, e inseguro... lo que habría que cambiar son 
las lógicas que dominan ese entorno del que depende la actividad 
económica en donde se genera el empleo y que en realidad 
son bastante evidentes en nuestra opinión. 

Hay que cambiar nuestra forma de producir y de competir 
en los mercados para recuperar la renta salarial y, por tanto, la 
demanda de la que dependen las empresas que crean empleo; 
hay que eliminar el privilegio que tienen la actividad especulativa 
y las rentas financieras que impiden que esas empresas dispongan 
de suficiente financiación, y hay que reequilibrar el 
poder de los diferentes grupos sociales. De todo lo cual nos 
ocupamos en los capítulos siguientes. 

Ahora bien, el hecho de que pongamos el énfasis en estas 
condiciones del entorno del mercado de trabajo para favorecer 
mejor la creación de empleo no significa, como dijimos antes, 
que sea indiferente el marco institucional en el que se desenvuelve 
ese mercado de trabajo. Todo lo contrario, creemos que 
es fundamental que funcione de forma adecuada y que en su 
seno se produzca un tipo de intercambio que sea lo más satisfactorio 
posible desde el punto de vista de la creación de 
empleo y del bienestar social, que incluye evidentemente posicionamiento 
ético y un requerimiento permanente de justicia. 

Por eso entendemos que las reformas necesarias deben ir 
justamente en la línea contraria a la mercantilización exacerbada 
del trabajo que han ido buscando las de naturaleza neoliberal 
y que, desde el punto de vista de la creación de empleo suficiente 
y digno, han sido un verdadero fiasco histórico. 

En nuestra opinión el horizonte al que debemos dirigirnos 
para poder crear empleo decente es el que permita crear un 
medio ambiente a las empresas que desincentive su gestión 
mercantilizada del trabajo, cuyo ejemplo paradigmático es el de 
esas empresas que justo cuando obtienen miles de millones de 
beneficios se deshacen de más empleados. Es decir, que se 

101 

HAY ALTERNATIVAS 

fomente y facilite una gestión del empleo en función de la 
demanda social de bienes y servicios y de ingreso y no de la exigencia 
de rentabilidad privada. 

Para ello creemos que, dentro de las actuaciones concretas 
en el marco singular de los mercados de trabajo orientadas a 
facilitar la creación de empleo, hay que incluir la urgente suspensión 
de las reformas laborales que se han llevado a cabo, 
acabar con las normas que han institucionalizado la precariedad, 
adoptar medidas para combatir el trabajo informal y el de 
tiempo parcial no deseado o impuesto por razones de género 
por insuficiente impulso de las políticas de igualdad, incentivar 
el empleo indefinido, disminuir el tiempo de trabajo, establecer 
mecanismos de restitución social y penalización a las empresas 
innecesariamente destructoras de empleo, aumentar el salario 
mínimo y garantizar rentas mínimas, evitar la exclusión que 
sufren los llamados nuevos trabajadores pobres y reconocer y 
mejorar la ecología del trabajo. 

El trabajo no puede ser únicamente un instrumento para 
conseguir los fondos con los cuales realizarse a uno mismo a 
través del consumo. El trabajo en sí es determinante de la calidad 
de vida de la ciudadanía, como muestran los estudios realizados 
sobre las causas de la longevidad de la población que 
confirman que la variable más importante para explicar los 
años de vida de una persona es su satisfacción con el trabajo 
realizado a lo largo de su vida. De ahí la gran importancia de 
que se creen puestos de trabajo que permitan desarrollar la 
enorme creatividad y la capacidad de goce que las personas tienen 
en su vida cotidiana. El hecho de que este potencial se inhiba 
mediante la mercantilización del trabajo muestra la necesidad 
de cambiar las relaciones de poder en nuestra sociedad, 
dando mayor poder y protagonismo a la población trabajadora 
en el diseño de su vida laboral. 

102 

La hipoteca del déficit social 


La actual crisis está siendo utilizada por los economistas 
neoliberales como excusa para atacar al Estado y al gasto público 
y por eso afirman que lo que hay que hacer para salir de ella 
es recortar el gasto público y en particular el destinado a mantener 
servicios sociales e infraestructuras de bienestar social. E 
insisten en esta idea de una forma mucho más reiterada desde 
que estalló el problema de la deuda de la manera y por las causas 
que hemos comentado. 

En contra de esas ideas es muy importante tener claro que 
esas políticas no van a conseguir lo que dicen pretender (facilitar 
la recuperación y fomentar el empleo o incluso reducir la 
deuda) sino que van a provocar todo lo contrario: el mayor 
empobrecimiento de las clases trabajadoras que son las que, 
con su consumo, sostienen la demanda, y una pérdida de dinamismo 
económico y de capacidad para generar empleo. 

La reducción del gasto público que se está proponiendo y 
llevando a cabo no es una salida a la crisis sino justamente lo 
contrario, es una de las causas de la crisis porque genera desigualdad 
y limita las posibilidades de creación de actividad 
económica. Además, lógicamente, de producir una mayor insatisfacción 
social y personal. 

EL BIENESTAR COMO FACTOR DE COMPETITIVIDAD 

El discurso neoliberal orientado a realizar recortes de gasto 
social y a debilitar las estructuras de bienestar suele basarse en 

103 

HAY ALTERNATIVAS 

la idea de que ambos son factores retardatarios de la actividad 
económica y enemigos de la competitividad, pero los datos 
empíricos nos indican lo contrario.1 

En contra de esa opinión que se empeñan en extender los 
neoliberales, incluso una institución dominada por esa ideología, 
como es el Foro de Davos, tiene que reconocer que los 
países que tienen mayor eficiencia económica son los países del 
norte de Europa, que han sido gobernados durante la mayoría 
del periodo que abarca desde la Segunda Guerra Mundial hasta 
la década de 1990 por partidos que se han caracterizado por su 
gran sensibilidad social, que se ha traducido en Estados del 
Bienestar bien financiados y con elevado gasto público social 
por habitante. 

El contraste entre los países del norte de Europa, gobernado 
por partidos con mayor compromiso social, y los del sur, gobernados 
por partidos conservadores de escasa sensibilidad social, 
no puede ser más acentuado. El enorme retraso social de 
España debido a la escasa financiación que aquí se ha dedicado 
al bienestar colectivo se debe a haber estado gobernada por una 
dictadura fascista durante cuarenta años. Y aunque mucho se 
ha hecho desde entonces, el hecho es que treinta y tres años 
después de haber terminado la dictadura España todavía está a 
la cola de la Europa social. Algo que sólo se puede explicar por 
la excesiva influencia que las fuerzas conservadoras y neoliberales 
continúan teniendo sobre el Estado. 

El Estado del Bienestar contribuye a la eficiencia económica 
del país, educando a la ciudadanía, asegurando trabajo estimulante, 
que permita el desarrollo del potencial de creatividad que 
tiene todo ser humano, y ofreciendo seguridad y protección 
social que garantizan una cohesión social, en el que la cooperación 
y la solidaridad facilitan los necesarios cambios que la 
sociedad y la economía requieren para ir adaptándose en su 
proceso de modernización. El miedo, la inseguridad y la represión 
(y el desempleo es una forma de represión) nunca motivan 

1 Todos los datos utilizados en este capítulo pueden encontrarse en elObservatorio Social (http://www.observatoriosocial.org/ose/). 

104 

LA HIPOTECA DEL DÉFICIT SOCIAL 

a la población. La seguridad, la cooperación y la solidaridad sí 
que la motivan. 

Por eso el bienestar insuficiente sólo puede conllevar una 
economía menos dinámica, más ineficaz y, por supuesto, más 
injusta y menos satisfactoria. 

EL ESTADO DEL BIENESTAR Y LA CRISIS 

Un ejemplo de que el subdesarrollo social afecta de forma 
negativa a la eficiencia económica es que los países que han 
sufrido más la crisis han sido los países periféricos de la Zona 
Euro Zona (Grecia, Portugal, España e Irlanda), es decir, los que 
precisamente se caracterizan por ser Estados del Bienestar muy 
poco desarrollados y muy poco financiados, como resultado de 
tener unas políticas fiscales muy regresivas con unos ingresos al 
Estado muy bajos, tal como se documenta en los próximos 
párrafos. 

La crisis financiera se ha producido con su enorme magnitud 
justamente, como hemos analizado, por el gran incremento 
de la desigualdad que se ha generado en los últimos decenios 
y al que ha contribuido en gran medida el debilitamiento del 
Estado del Bienestar. Por tanto, mantener y fortalecer el gasto 
social y la provisión de bienes y servicios de bienestar no es sólo 
una cuestión de preferencia ética, que lo es y esto es de por sí 
muy importante. Además es la mejor manera de apostar por el 
mayor dinamismo económico y por la mayor capacidad de 
generación de empleo. 

De hecho, una de las causas principales por las que España 
es incapaz de generar suficientes volúmenes de empleo y por 
las que su tasa de paro es tan elevada, incluso en épocas de 
bonanza, es que no ha desarrollado suficientemente su Estado 
del Bienestar, debido sobre todo a haber vivido más de cuarenta 
años del sigo pasado bajo una dictadura y a tener un Estado 
excesivamente influido por fuerzas conservadoras y grupos 
fácticos. 

105 

HAY ALTERNATIVAS 

LA DEBILIDAD DEL ESTADO DEL BIENESTAR EN ESPAÑA 

El Estado del Bienestar en España está muy poco financiado 
y desarrollado y, se mire como se mire, estamos a la cola de la 
Europa social. 

Si contemplamos el gasto social en las transferencias públicas 
(como las pensiones), o en los servicios públicos del Estado 
del Bienestar (como sanidad, educación, servicios de ayuda a 
las personas con dependencia, escuelas de infancia, servicios 
sociales, entre otros), vemos que está (21 por ciento del PIB) 
muy por debajo del promedio de la UE-15 (27 por ciento) y 
muy por debajo de los países más avanzados, como Suecia (29,3 
por ciento). Lo mismo ocurre, por cierto, con los países periféricos 
de la Zona Euro, como Irlanda (21 por ciento), Portugal 
(23 por ciento) y Grecia (25 por ciento). 

Otro indicador del subdesarrollo social de España es el bajo 
porcentaje de la población adulta que trabaja en los servicios 
del Estado del Bienestar. En España es sólo un 9 por ciento, 
mucho más bajo que en Suecia (25 por ciento). Un español de 
cada diez trabaja en su Estado del Bienestar, comparado con un 
sueco de cada cuatro. 

El déficit de empleo público, incluyendo el social, es enorme, 
negando el mensaje neoliberal que se reproduce constantemente 
en los medios de información de mayor difusión de que 
hay demasiados empleados públicos en España y muy pocos 
emprendedores. Los datos muestran, como ya señalamos antes, 
que España es el país con menos empleados que trabajan en los 
servicios del Estado del Bienestar y en el sector público y en 
cambio es el que registra mayor número de emprendedores. 

Estos enormes déficits, que raramente tienen visibilidad 
mediática, aparecen también en Grecia, Portugal e Irlanda y se 
debe a que han estado gobernados por dictaduras enormemente 
conservadoras fascistas o fascistoides (como es el caso de 
España, Grecia y Portugal) o por regímenes autoritarios pro


106 

LA HIPOTECA DEL DÉFICIT SOCIAL 

fundamente conservadores (como es el caso de Irlanda) durante 
la mayoría del periodo que va desde finales de la década de 
1930 hasta finales de la década de 1970. Y, aunque ha habido 
cambios importantes, éstos han sido insuficientes para eliminar 
el enorme déficit de gasto público social. 

En realidad el retraso social de España, como en aquellos 
otros países citados con anterioridad, se debe al enorme dominio 
de las fuerzas conservadoras y liberales en la historia de 
estos países. Así, cuando el dictador murió en 1975, España se 
gastaba sólo el 14 por ciento del PIB en su Estado del Bienestar, 
mucho menos de lo que se gastaban aquel año los países que 
más tarde pasarían a formar la Unión Europea de los Quince 
(UE-15), cuyo promedio era de un 22 por ciento del PIB. 

El gasto subió durante el periodo que abarca desde 1978 
(cuando se inició la democracia) hasta 1993 debido en parte al 
gobierno socialdemócrata de Felipe González, pero, sobre todo, 
a la presión e incluso agitación social liderada por los sindicatos 
a finales de la década de 1980, cuando se convocaron varias 
huelgas generales. 

En 1993 el porcentaje de gasto público social había alcanzado 
el 24 por ciento del PIB. Ni que decir tiene que los países de 
la UE-15 también vieron subir su gasto social, pues pasó a ser 
un 28 por ciento, pero el hecho de que subiera con mayor rapidez 
en España que en el promedio de la UE-15 explica que el 
déficit de España con la UE-15 se redujera a la mitad al pasar 
de 8 (22-14) a 4 puntos (28-24). 

Pero en el año 1993 el gobierno socialista se alió con las 
fuerzas conservadoras y liberales catalanas (CiU) y el resultado 
de esta alianza fue que la preparación de España para integrarse 
en el euro, que exigía la disminución del déficit del Estado 
(que entonces era del 6 por ciento del PIB) para no rebasar el 3 
por ciento exigido por el criterio de Maastricht, se hizo a base 
de recortar de una manera muy marcada el gasto público 
social. 

Esta operación podría haberse hecho a base de incrementar 
los impuestos pero no se hizo. En España la reducción del défi


107 

HAY ALTERNATIVAS 

cit siempre se ha hecho a base de reducir el gasto público social 
(tal como estamos viendo ahora). 

El mantenimiento de esa opción explica que cuando el 
Estado español consiguió reducir e incluso eliminar el déficit 
público del Estado en 2003 fuera a costa de haber aumentado 
de manera considerable el déficit social de España con el promedio 
de la UE-15, es decir, la diferencia en euros estandarizados 
entre lo que España se gastaba por habitante en su Estado 
del Bienestar y lo que se gastaba el promedio de la UE-15. Un 
déficit que en 2005 era mayor que en 1994. 

LAS CAUSAS DEL SUBDESARROLLO SOCIAL DE ESPAÑA 

Ya se ha indicado que las causas de este subdesarrollo han 
sido el enorme dominio de las fuerzas conservadoras y liberales 
sobre el Estado español, que ha determinado unas políticas fiscales 
sumamente regresivas. Así, mientras que las personas que 
están en nómina pagan impuestos comparables a los que pagan 
sus homólogos en la UE-15, las personas de elevadas rentas, así 
como el capital, pagan muchos menos impuestos que sus 
homólogos en la UE-15. 

Como consecuencia los ingresos del Estado en España 
representan sólo el 32 por ciento del PIB, un nivel mucho más 
bajo que el promedio de la UE-15, 44 por ciento, y de los países 
más avanzados como Suecia, 54 por ciento. 

Ésta es la mayor causa del subdesarrollo social de España. Es 
lo que solía llamarse "poder de clase", es decir, poder de la clase 
dominante que tiene enorme influencia en los establishment 
políticos y mediáticos del país. 

Este poder de clase aparece también en el escasísimo impacto 
redistributivo del Estado. Así, la pobreza en España baja sólo 
4 puntos (del 24 por ciento de la población al 20 por ciento) 
como consecuencia de las transferencias públicas sociales, 
mientras que baja 9 puntos en el promedio de la UE-15 (del 25 
al 16 por ciento) y 14 puntos en Suecia (del 27 al 13 por ciento). 

108 

LA HIPOTECA DEL DÉFICIT SOCIAL 

Puesto que la pobreza se define como el sector de la población 
que tiene una renta que alcanza el 60 por ciento de la renta 
mediana (aquella que tiene el 50 por ciento de la renta por encima 
y el 50 por ciento por debajo), entonces vemos que el 
impacto redistributivo es muy bajo. 

Resultado de ello es que España es uno de los países con 
mayores desigualdades en la UE-15, con coeficiente de Gini, 
que mide la concentración del ingreso, de 31,3, mucho mayor 
al promedio de la UE-15, que es de 29. En ningún otro país las 
rentas superiores (los muy ricos y los ricos) son mejor tratadas 
y las rentas medias e inferiores (las clases medias y trabajadoras) 
peor tratadas por el Fisco. Esto es el poder de clase. 

¿ES CIERTO QUE EL ESTADO NO PUEDE SOSTENER UN 
ESTADO DEL BIENESTAR MÁS FINANCIADO QUE EL ACTUAL? 

Un argumento que se cita constantemente es que España se 
está gastando demasiado en su Estado del Bienestar y que hay 
que reducirlo. 

Los datos, sin embargo, muestran la falsedad de tal argumento. 
España no es pobre. En realidad es casi tan rica como el 
promedio de los países de la UE-15 (que son los países más 
ricos de la UE), pues su nivel de PIB por habitante es el 94 por 
ciento de ese promedio. Sin embargo, su gasto público social es 
sólo el 72 por ciento del promedio de la UE-15. Si fuera el 94 
por ciento, España se gastaría 66.000 millones de euros más de 
los que se gasta en su Estado del Bienestar. 

No es cierto, por tanto, que España no tenga recursos para 
corregir su déficit social. Lo que ocurre es que no los recauda. 
La gente con más dinero no paga lo que sus homólogos pagan 
en la UE-15. Según las cifras provistas por la Agencia Tributaria 
del Estado español, basadas en las declaraciones de renta, un 
empresario ingresa menos que un trabajador, las grandes 
empresas españolas sólo pagan un 10 por ciento de sus beneficios 
y los multimillonarios que mantienen que gestionan sus 

109 

HAY ALTERNATIVAS 

ingresos y sus patrimonios mediante SICAV apenas pagan el 1 
por ciento. 

La insuficiente financiación de los derechos sociales 

Como es lógico, el subdesarrollo social de España se manifiesta 
en todas las dimensiones del Estado del Bienestar o, lo 
que es lo mismo, en el imposible disfrute de derechos sociales 
básicos reconocidos sobre el papel por la Constitución. 

Sistema sanitario 

El sector sanitario en España está poco financiado y, por 
tanto, poco desarrollado. Sólo el 4,1 por ciento de la población 
adulta trabaja en el sector sanitario en España, un porcentaje 
que es uno de los más bajos de la UE-15 (6,6 por ciento). 
España tiene el PIB per cápita equivalente al 94 por ciento del 
PIB del promedio de los países de la UE-15 y, en cambio, el 
gasto público sanitario per cápita es sólo del 79,5 por ciento del 
promedio. Si fuera el 94 por ciento, España se gastaría 13.700 
millones de euros más de los que se gasta en sanidad. No es 
creíble, por tanto, indicar que la sanidad pública es insostenible. 
En realidad España se está gastando mucho menos de lo que le 
correspondería por su nivel de desarrollo económico. 

El crecimiento del gasto sanitario como promedio para toda 
España fue en los últimos diez años sólo del 2,7 por ciento por 
año, comparado con un 4,1 por ciento en el promedio de la 
OCDE. Es más, gran parte del crecimiento del gasto sanitario 
en España ha sido en el sector privado, que es lo que se está tratando 
de fortalecer. Y hay que tener presente que el sector sanitario 
privado encuentra su principal obstáculo de desarrollo en 
el sector sanitario público, y por eso sus representantes recomiendan 
una y otra vez el desmantelamiento progresivo del 
sector público. En caso de privatización parcial o completa los 
pacientes del sistema público pasarían a ser clientes del sistema 
privado, y eso significa negocio y beneficios. No es mera casua


110 

LA HIPOTECA DEL DÉFICIT SOCIAL 

lidad que las voces que apoyan la reducción del gasto público 
también pidan una desgravación del aseguramiento privado. 
Además la simple existencia de un sistema sanitario privado 
refleja una situación de desigualdad en el acceso a un servicio 
esencial como la salud. No en vano el 30 por ciento de la población 
española (la de renta superior) utiliza la sanidad privada y 
el 70 por ciento restante, las clases populares (la clase trabajadora 
y la mayoría de las clases medias), utilizan los servicios 
públicos. Cualquier privatización, sea del grado que sea, empujará 
a las clases medias y trabajadoras a tener que pagar mucho 
más por acceder a los mismos servicios. 

Actualmente estamos viendo un resurgimiento de este 
debate público-privado, y poco a poco los gobiernos avanzan 
en el deterioro del sistema público con el objetivo de crear nuevos 
espacios de negocio para el sistema privado. 

Para justificar tales prácticas los gobiernos y los economistas 
liberales consideran que el sistema público es insostenible. 
Por ejemplo, se asume erróneamente que el usuario español 
abusa del sistema, tomando el elevado número de visitas sanitarias 
por habitante (nueve visitas) como ejemplo de este abuso 
(el promedio de la UE-15 es de seis visitas). Pero lo que no se 
dice es que, de estas nueve visitas, hay al menos tres que en 
otros países las atiende o bien una enfermera o bien un administrativo, 
y que en España en cambio las hace el médico. El 
médico está sobrecargado, pero ello no quiere decir que el 
usuario abuse, pues en otros países las enfermeras tienen mayor 
responsabilidad y los médicos tienen mayor apoyo administrativo. 
Además los que generan la demanda que ocasiona costes 
(farmacia, pruebas clínicas, intervenciones) no son los usuarios 
sino los médicos. 

Es decir, el sistema no es insostenible pero sí necesita reformas, 
aunque deben ser reformas que avancen en el fortalecimiento 
del sistema público y no en su deterioro o su desaparición. 
La realidad es que la sanidad pública española está subfinanciada 
y quedan todavía áreas de servicios por cubrir, tales 
como los servicios de dentista. 

111 

HAY ALTERNATIVAS 

Por otra parte este bajo gasto sanitario se traduce en un sistema 
ineficiente. En general la sanidad privada puede ser mejor 
que la pública en la comodidad y la atención al paciente (una 
cama por habitación en las clínicas privadas, más tiempo de 
visita y menos tiempo en espera). En cambio la sanidad pública 
es mejor que la privada en la calidad del personal y de la tecnología 
e infraestructura médica. 

De hecho, en países de extenso desarrollo de la privada, 
como Estados Unidos, la evidencia muestra que la mortalidad 
es mayor en las instituciones sanitarias con afán de lucro que en 
las sin afán de lucro, lo que muestra el peligro que puede significar 
la mercantilización de la medicina. El afán de optimizar 
los beneficios puede entrar en conflicto con la calidad del servicio 
(lo cual ocurre por lo general, ahorrando en personal de 
enfermería y otro tipo de personal). 

Lo que se requiere, pues, es una sanidad pública multiclasista, 
que mantenga la calidad del personal y de la infraestructura 
y a la vez mejore de forma sustancial la atención y la comodidad 
del usuario. Pero ello requiere un gasto público mucho 
mayor que el actual. 

Educación 

Lo mismo que ocurre en el caso de la sanidad pública sucede 
en la educación pública. Todos los alumnos que van a colegios 
o institutos públicos son potenciales clientes de los colegios 
o institutos privados, pero dejar de financiar la educación 
pública a los niveles recomendados por los organismos internacionales 
es profundamente antisocial, ya que las escuelas privadas 
atienden prioritariamente a los sectores de mayor renta y 
las escuelas públicas atienden a las clases populares. 

Los recortes de gasto público educativo acentuarán todavía 
más tal polarización educativa por clase social, dificultando la 
movilidad social, que es una de las más bajas de la UE-15, y 
debilitando así las bases de nuestra estructura productiva. En 
efecto, además de ser una estrategia que perjudica a los sectores 

112 

LA HIPOTECA DEL DÉFICIT SOCIAL 

de rentas más bajas y, por tanto, netamente injusta y desigual, el 
recorte del gasto en educación pública es muy perjudicial desde 
el punto de vista económico porque este limitado desarrollo 
implica una insuficiente inversión en el capital humano, que es 
un factor fundamental del crecimiento y de la competitividad. 
Porque, en contra de lo que indican los economistas neoliberales, 
las desigualdades dificultan la eficiencia educativa y económica. 


Vemos también que como ocurría en Sanidad la dicotomía 
privada/pública reproduce una polarización por clase social 
que no es ni justa ni eficiente. La mejor escuela en la UE-15, por 
ejemplo, es la finlandesa, tal como señalan los informes PISAsobre calidad de la educación. Ésta es una escuela multiclasista, 
donde el hijo del banquero y el hijo del empleado de la banca 
asisten al mismo colegio, una situación impensable en España. 
Pero consecuencia de ello es que el hijo del banquero en España 
está por detrás del empleado de la banca en Finlandia. En contra 
de lo que indican los economistas neoliberales las desigualdades 
dificultan la eficiencia educativa y económica. 

Vivienda 

Otro bien de primera necesidad y derecho social que se ha 
venido considerando en nuestro país como un bien de lujo es la 
vivienda. Pero precisamente por permitir que la vivienda se 
considerara una mercancía más se ha podido gestar la burbuja 
inmobiliaria que tanto daño ha hecho a la economía española. 
El precio de las viviendas (por metro cuadrado) creció nada 
menos que un 106 por ciento desde que se estableció el euro, en 
1999, hasta el 2007, mientras que los salarios nominales crecieron 
sólo un 8 por ciento, lo que refleja cómo sólo las rentas más 
adineradas se han permitido el lujo de adquirir viviendas en 
condiciones que no requerían la firma de un contrato abusivo 
con el banco. 

La solución pasa por considerar la vivienda como un bien 
de primera necesidad gestionado por el Estado, para lo cual es 

113 

HAY ALTERNATIVAS 

imprescindible que el sector público disponga de un excedente 
de viviendas que pueda ofrecer en alquiler a precios progresivos 
(en función de la renta de las familias), y eso lo puede conseguir 
utilizando el impresionante excedente de viviendas que tienen 
los bancos tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. 

Una manifestación especialmente vergonzosa del problema 
social al que lleva la insuficiente o mal orientada financiación 
de la vivienda es el incremento desmesurado de los desahucios 
que se producen y del número de familias que pierden sus 
viviendas en manos de bancos que, mientras tanto y con ayudas 
públicas, obtienen miles de millones de euros de beneficios. 

Según el Consejo Superior del Poder Judicial en el primer 
trimestre de 2011 hubo 15.491 desahucios, lo que supone una 
nueva cifra récord y un 36,9 por ciento más que en el mismo 
trimestre de 2010. Pero la Plataforma de Afectados Por la 
Hipoteca que está en contacto mucho más directo y real con 
este problema afirma que en muchos miles de casos más se produce 
"autodesahucio" porque las familias entregan las viviendas 
cuando ya no pueden más, o, aunque no haya orden judicial de 
lanzamiento, se produce el desalojo real que luego no reflejan 
las cifras oficiales de la Justicia. Lo que le lleva a estimar que en 
2010 se registraron 93.000 desalojos de viviendas, cuando las 
cifras oficiales reflejaron 48.000. Y esa misma fuente estima que 
a mediados de 2011 podrían estar en curso un millón de expedientes 
de desahucio que se unirían a los 250.000 que se han 
realizado desde el inicio de la crisis. 

En la mayoría de estos casos se puede producir, además, que 
las familias deban seguir pagando una parte de sus hipotecas 
puesto que el gran poder de los bancos se traduce en el establecimiento 
prácticamente unilateral de la tasación del valor de la 
vivienda. 

Frente a ello no es solución la simple aceptación de la dación 
de pago, que al fin y al cabo viene a significar la pérdida de la 
vivienda, sino el reconocimiento efectivo del derecho constitucional 
a disfrutar de ella. Para ello sería necesario crear, por el 
contrario, mecanismos de arbitraje que permitan establecer 

114 

LA HIPOTECA DEL DÉFICIT SOCIAL 

acuerdos de prórroga o reestructuración de la deuda hipotecaria, 
al estilo de los que existen en otros países europeos, con el 
fin primordial de que no se pierda el bien fundamental que es 
la vivienda y el derecho a habitarla. 

Condiciones de trabajo 

Otra manifestación de nuestro subdesarrollo social es el 
empeoramiento de las condiciones de trabajo, con un aumento 
del porcentaje de trabajadores que indican estar estresados en el 
trabajo (el 52 por ciento de la población total en 2009). Lo que 
no sólo tiene que ver con el hecho de que los trabajadores 
españoles trabajan más horas al año (1.654 horas) que las de la 
media de los países de la OCDE (1.628 horas), sino también con 
la menor dotación de servicios de bienestar vinculados a la vida 
laboral y, por supuesto, con nuestro menor nivel de salarios. 

Pensiones 

Al igual que pasa con la sanidad y con la educación, el sistema 
público de pensiones está en peligro como consecuencia de 
los ataques de los bancos y de las entidades financieras que buscan 
incrementar el negocio de sus planes de pensiones privados. 
Con el agravante de que tal ataque está siendo justificado 
por economistas neoliberales que continuamente recomiendan 
reformas profundas en el sistema para evitar su colapso a base 
de argumentaciones falsas. Se asume erróneamente que la evolución 
demográfica (el envejecimiento de la población) es el 
único factor que importa a la hora de valorar la sostenibilidad 
del sistema de pensiones cuando en realidad hay muchas otras 
variables que influyen en dicha sostenibilidad. 

En contra de las medidas que se vienen implantando y que 
simplemente persiguen reducir el gasto en pensiones públicas 
para así obligar a suscribir fondos privados de ahorro, y dado 
que la suficiencia financiera del sistema público depende también 
de los ingresos y no sólo de los gastos, se mejoraría su 

115 

HAY ALTERNATIVAS 

situación favoreciendo el aumento de la masa salarial y el de la 
población femenina ocupada, la distribución más igualitaria de 
la renta, el incremento de la productividad mejorando las condiciones 
laborales o la participación de los trabajadores en la 
empresa, combatiendo la economía sumergida y el fraude fiscal 
y laboral.2 

Sin olvidar que el aumento de la productividad implica un 
incremento muy notable de la riqueza del país. De la misma 
manera que ahora el 3 por ciento de la población adulta trabajando 
en agricultura produce lo que producía el 30 por ciento 
de la población agrícola hace cuarenta años, dentro de cuarenta 
años un porcentaje incluso menor producirá mucho más que 
el 3 por ciento actual. Pues el mismo símil se aplica al sostenimiento 
de las pensiones. Si hoy se necesitan tres personas para 
sostener a un pensionista (se necesitaban seis hace cuarenta 
años), es más que probable que en el futuro se necesiten menos 
trabajador activos para sostener a los inactivos. 

Pero incluso aunque se aceptara, que no hay por qué, que el 
sistema no se puede sostener basado sólo en las cotizaciones de 
la población trabajadora, se podría recurrir a financiarlo 
mediante impuestos. 

Dependencia y sector de cuidados (cuarto pilar del bienestar) 

Como hemos señalado, es el poder de clase es el que determina 
el subdesarrollo social de España al imponer una insuficiente 
financiación generalizada de la provisión de los bienes y 
servicios de bienestar colectivo. Pero donde este subdesarrollo 
es más acentuado es en aquellos sectores del Estado del 
Bienestar que afectan a las familias, que en España quiere decir 
a las mujeres. 

En España las escuelas de infancia para niños de 0 a 2 años 
y los servicios domiciliarios a personas con dependencia están 

2. Véase Navarro, V. Torres López, J., Garzón Espinosa, A.: "Están en peligrolas pensiones públicas? Las pregunas que todos nos hacemos, las respuestasque siempre nos ocultan", ATTAC, 2010. 
116 

LA HIPOTECA DEL DÉFICIT SOCIAL 

muy poco desarrollados. Sólo el 10 por ciento de niños de 0 a 2 
años van a escuelas de infancia públicas, en comparación con el 
28 por ciento de la UE-15 o el 58 por ciento de Suecia. Y lo 
mismo ocurre en cuanto a los servicios de dependencia: en 
2004 sólo un 2 por ciento de las personas con dependencia en 
España tenían atención garantizada al margen de la no retribuida 
que pudieran recibir (en la mayoría de las veces por las 
mujeres) de sus hogares, frente al 18 por ciento en la UE-15 y al 
23 por ciento en Suecia. 

Este subdesarrollo tiene costes humanos, sociales y económicos 
extraordinarios. 

La insuficiente financiación de los servicios de cuidados y 
de los que pueden permitir la adecuada conciliación de la vida 
laboral y personal hace que las labores de cuidados recaigan en 
su mayoría sobre el hogar. Pero la escasa corresponsabilidad 
entre hombres y mujeres a la hora de hacerse cargo del trabajo 
doméstico y de cuidados hace que sean estas últimas las que 
sobre todo atiendan a los infantes, a los jóvenes y adolescentes 
que están en casa hasta que tienen 32 años como promedio, a 
las personas mayores y, en general, casi todas las tareas del 
hogar. Y el 52 por ciento de ellas además trabaja en el mercado 
laboral, todo lo cual tiene efectos muy negativos. 

En primer lugar genera sobrecarga de trabajo y mucho 
estrés. Las mujeres españolas tienen tres veces más enfermedades 
debidas al estrés que el hombre. 

En segundo lugar tiene también un coste social elevado: 
España tiene una de las fecundidades más bajas del mundo. Y 
ello es fácil de entender pues la mujer joven tiene difícil encontrar 
un puesto de trabajo que le permita tener acceso a una 
vivienda, condición necesaria para establecer una familia. Es 
más, no suele disponer de los servicios de ayuda a la familia que 
tienen otras mujeres europeas, como las francesas o las suecas. 

Finalmente también tiene un enorme coste económico. Si 
las mujeres en España tuvieran el mismo porcentaje de actividad 
en el mercado de trabajo que las mujeres suecas, en España 
habría 3 millones más de trabajadoras creando riqueza y 

117 

HAY ALTERNATIVAS 

pagando impuestos. De ahí la enorme importancia y exigencia 
de que se desarrolle el cuarto pilar del Estado del Bienestar para 
poder permitir la integración de las mujeres al mercado de trabajo. 
Esto es una inversión de una gran importancia para crear 
riqueza, mucho mayor, por cierto, que invertir en el AVE, pero, 
sin embargo, no existe conciencia de ello en los centros de decisión 
económica del país. 

Una buena prueba de esto último es que el mismo gobierno 
socialista que promulgó las Leyes de Dependencia e Igualdad 
las dejó casi desde el principio sin financiación suficiente, lo 
que creó una frustración importante, sobre todo en las comunidades 
gobernadas por el Partido Popular, en donde se realizaron 
recortes adicionales que prácticamente han impedido su 
puesta en marcha. Y también el hecho de que, cuando la crisis 
económica estalló, han sido precisamente las políticas de igualdad, 
e incluso el propio Ministerio que se creó como su buque 
insignia, las primeras que han visto mermar sus presupuestos. 
Así ocurrió con la ampliación del permiso de paternidad de dos 
a cuatro semanas que el Gobierno anuló a pesar de estar ya 
aprobado por ley. 

El Estado del Bienestar debería ser una cantera de creación 
de empleo. Hemos mostrado que si hubiera el porcentaje de 
personas adultas en el Estado del Bienestar que tiene Suecia, no 
habría desempleo en España. Pero para ello es necesario que el 
Estado del Bienestar se vea como una inversión fundamental 
para mejorar la calidad de vida, así como la eficiencia económica 
del país. 

118 

VI 

¿Bajar los salarios o subirlos 
para crear empleo y recuperar 
la economía? 

A raíz de la crisis económica ha resurgido con más fuerza 
que nunca la posición neoliberal que reivindica salir de la crisis 
gracias a un esfuerzo en la moderación salarial. Dicen los economistas 
neoliberales, y con ellos los gobiernos europeos y por 
supuesto la misma Unión Europea, que los graves problemas 
que tienen en sus economías España y otras naciones periféricas 
se deben a que sus ciudadanos disfrutan de unos salarios 
demasiado elevados. Según estos economistas lo que estos países 
tendrían que hacer sería impedir que los salarios suban o 
que incluso bajaran, porque de ese modo aumentaría la competitividad 
del país y se saldría de la crisis. Por esa razón todos 
los debates de economistas y tertulianos están repletos de referencias 
al manido concepto de la competitividad. 

En este capítulo vamos a tratar de mostrar que estos argumentos 
tampoco tienen sustento científico ni real y que de ellos 
no pueden salir medidas que de verdad nos permitan evitar la 
crisis creando más empleo y disfrutando de mayor bienestar. 
Todo lo contrario, nos llevarían directos a otras medidas cada 
vez de peores consecuencias. Para mostrar los errores sobre los 
que están construidos podemos empezar planteando qué es 
realmente la competitividad de un país. 

SALARIOS Y COMPETITIVIDAD 

Técnicamente hablando, la competitividad se define como la 
capacidad que tiene un determinado país para vender sus pro


119 

HAY ALTERNATIVAS 

pios productos en los mercados internacionales en oposición a 
la capacidad de otros países competidores. 

Así, si España consigue vender sus productos a un precio de 
10 euros la unidad mientras que el resto de países venden el 
mismo producto a 5 euros, decimos que España es menos competitiva 
que el resto de países. Como es menos competitiva 
exportará menos productos, ya que los ciudadanos preferirán 
comprar los productos que cuestan 5 euros a los que cuestan 10 
euros. 

En un sentido microeconómico esas empresas españolas 
que no pueden vender sus productos (porque los de la competencia 
lo hacen con menores precios) correrán el riesgo de quiebra 
y, por tanto, procederán al despido de trabajadores y destrucción 
de empleo. En un sentido macroeconómico y debido 
a que las exportaciones forman parte del PIB se argumenta 
también que menos exportaciones suponen un menor crecimiento 
económico que llevará consigo menos empleo. 

Explicado así, se puede observar que el elemento diferenciador 
está en el precio de venta de los productos. Diríamos que 
España es menos competitiva porque, como aparece en nuestro 
ejemplo, vende el producto el doble de caro que el resto de países 
y eso hace que la gente prefiera comprar el producto de los 
competidores antes que el producto español. 

La solución planteada por los neoliberales no deja lugar a 
equívocos: es necesario que los productos se vendan más baratos 
y para eso es imprescindible que los costes de producirlos se 
reduzcan, por lo cual el salario -que es uno de esos costes- 
tiene que rebajarse. Y tiene que hacerlo al menos hasta el punto 
en que permita que los productos se puedan vender competitivamente, 
es decir, hasta que se puedan vender igual o más baratos 
que los del resto de países. 

Sin embargo, hay muchos interrogantes en este argumento 
que hacen tambalearse las conclusiones neoliberales. 

120 

¿BAJAR SALARIOS O SUBIRLOS? 

EL DOBLE PAPEL DE LOS SALARIOS 

Como acabamos de decir, los neoliberales consideran que el 
salario es un coste y además el más importante a la hora de 
determinar los precios. Parten de la interpretación individual 
de un empresario, para el cual cuanto más bajos estén los salarios 
menores costes soportará y, por tanto, mayor capacidad 
tendrá para disminuir los precios. 

Podría aceptarse que a los empresarios considerados individualmente 
les interese que los salarios de sus trabajadores sean 
lo más bajos posible (aunque eso quizá pueda suponer la 
renuncia al incremento de productividad que puede llevar consigo 
trabajadores más satisfechos por disfrutar de mejores retribuciones). 


Pero si esos empresarios son inteligentes estarán interesados 
también en que los salarios de los trabajadores del resto de 
empresarios sean los más altos posibles. 

La explicación de esta paradoja es bien sencilla. 

El salario es a nivel microeconómico un coste pero a nivel 
macroeconómico es también un componente fundamental de 
la demanda, es decir, de la capacidad de consumo de una economía. 
Si los salarios bajan para todos los trabajadores, entonces 
la capacidad de consumo global también será mucho menor 
y los empresarios tendrán menos posibilidades de vender todos 
los productos que producen. 

Esa paradoja explica un hecho bien conocido por la historia 
económica. Cuando una economía entra en crisis, se producen 
despidos y, por tanto, también se reduce la capacidad de consumo 
global porque muchos de los trabajadores que disponían de 
salarios dejan de tenerlos. Con menor capacidad de consumo 
las empresas venderán menos y, como venderán menos, 
tendrán que despedir trabajadores o bajar salarios para mantenerse 
a flote. Como cualquiera de esas dos opciones también 
produce un nuevo descenso de la capacidad de consumo... se 
produce un círculo vicioso de despidos y caída del consumo 

121 

HAY ALTERNATIVAS 

que durará hasta que la economía pueda reactivarse mediante 
mecanismos externos como la actuación del Estado o fenómenos 
como las guerras que provocan una movilización masiva de 
los recursos. 

Durante la Gran Depresión de la década de 1930 se pudo 
comprobar cómo ese círculo vicioso amenazó con destruir 
definitivamente la economía mundial, y los economistas aprendieron 
muy bien la lección. Por esa razón, por ejemplo, promovieron 
planes de estímulo público que tenían como objetivo 
proporcionar de forma masiva empleo a los trabajadores a fin 
de que sus sueldos sirvieran para comprar los productos de las 
empresas que estaban sin poder vender. 

Además se establecieron medidas de la misma filosofía, 
como aumentar el salario mínimo o establecer prestaciones por 
desempleo, las cuales no sólo reducen los problemas sociales 
sino que además mitigan los efectos perjudiciales de la caída del 
consumo, ya que aunque los trabajadores pierden el salario 
siguen recibiendo dinero del Estado que volverá a la economía 
por el lado del consumo. 

Por todo ello, promover la rebaja salarial en una economía 
(y máxime en época de crisis) es empobrecer no sólo a los propios 
trabajadores sino también a la economía en su conjunto y 
por supuesto a sus propias empresas. Rebajas en los salarios 
acompañadas de la supresión de medidas de prestaciones sociales 
y de una reducción generalizada del gasto público sólo pueden 
llevar a un estancamiento de la crisis, pues la economía 
carecerá del impulso necesario para superarla. Y, de hecho, eso 
es lo que está ocurriendo desde que los gobiernos, siguiendo la 
presión de los bancos y de las grandes empresas interesadas 
sólo en cobrar sus deudas y asegurarse su poder de mercado, 
acordaron por desgracia suprimir los programas de gasto y 
apoyo a la actividad económica. 

El conjunto de las empresas disfrutaría de una mejor situación 
y obtendría más beneficios si los empresarios fueran capaces 
de entender esta paradoja, pero no es eso lo que ocurre en 
la realidad. Unas veces prima la visión particularista que sola


122 

¿BAJAR SALARIOS O SUBIRLOS? 

mente contempla el interés propio, sin comprender que la vida 
y el éxito de una empresa dependen tanto o quizá más de lo que 
ocurra en su entorno como en su propio interior. Otras veces 
las empresas más grandes que tienen su demanda interior cautiva 
y también mucha actividad en otros países y que, por tanto, 
no dependen tanto del nivel salarial global son las que imponen 
las políticas de bajos salarios. 

Estas últimas empresas, como las de servicios básicos 
(energía, comunicaciones, banca, alimentación...) cuyas ventas 
no dependen tanto del nivel de salario (porque las personas o 
las familias han de consumir casi necesariamente sus productos), 
sí pueden conseguir mayores beneficios si bajan el montante 
total de salarios nacionales, porque venderán más o 
menos lo mismo y entonces operarán con menos costes. Pero 
las empresas (sobre todo las pequeñas y medianas) que venden 
principalmente al interior y mucho más en función de la renta 
de los consumidores sí se verán muy afectadas si baja el montante 
de los salarios. 

El problema, pues, consiste en que, bien sea por ceguera o 
porque el interés de las empresas más poderosas se impone, 
entre los empresarios predomina la idea de que convienen los 
salarios bajos cuando eso simplemente reduce sus ventas 
potenciales y anticipa crisis por falta de consumo. 

¿BAJAR SALARIOS O AUMENTAR LA PRODUCTIVIDAD? 

Por otro lado, hay que tener en cuenta que cuando un 
empresario se propone reducir sus costes tiene siempre dos 
opciones. La primera, ya apuntada, es bajar los salarios. La 
segunda, incrementar la productividad. Los neoliberales suelen 
prestar ninguna o poca atención a esta segunda opción mientras 
que concentran todos sus esfuerzos en la primera. Pero 
ambas son perfectamente viables como formas de reducir los 
costes, sólo que la segunda no supone un empobrecimiento 
generalizado y no amenaza a la economía con la depresión. 

123 

HAY ALTERNATIVAS 

Incrementar la productividad significa producir más por 
cada trabajador o cada hora de trabajo y cuando eso sucede se 
puede producir cada producto a un menor coste. 

Lo que ocurre es que las formas de incrementar la productividad 
son variadas, no son fácilmente cuantificables e implican 
un tipo de distribución de los ingresos más complejo y conflictivo, 
sobre todo porque obliga a dar a los trabajadores participación 
y una cierta capacidad de decisión sobre las estrategias 
empresariales. Y esto último implica ceder una parte del poder 
que los empresarios tienden a concentrar en el seno de la 
empresa. 

Se sabe, por ejemplo, que mejores formas de organización 
empresarial permiten incrementar la productividad. Algo que 
tiene que ver con la cantidad de trabajo y con su distribución 
horaria. Que un trabajador esté ocho horas en la oficina no significa 
que produzca más o mejor, y de hecho es seguro que si 
trabajara seis horas pero lo hiciera en mejores condiciones 
podría aumentar su productividad. Los horarios y el ambiente 
laboral son en efecto muy importantes a la hora de determinar 
la productividad y lo mismo puede decirse del ambiente natural, 
de los sistemas de transporte hacia el trabajo, de la facilidad 
para compatibilizar el trabajo con la vida social y personal o de 
la participación de los trabajadores en las decisiones estratégicas 
de la empresa. Trabajadores desmotivados son trabajadores 
que no producirán tanto como los que están motivados y felices 
en sus puestos de trabajo. 

Pero además de ello la productividad depende de la tecnología, 
de la educación y de los sistemas informáticos de gestión 
del tiempo y producción. Un trabajador o trabajadora que sepa 
utilizar perfectamente cualquier maquinaria u ordenador producirá 
más y mejor que otro que no sepa hacerlo, y cualquier 
maquinaria u ordenador que esté actualizado tecnológicamente 
permitirá que los trabajadores puedan sacar más rendimiento 
a su tiempo. En definitiva esas variables son extremadamente 
importantes a la hora de incrementar la productividad. 

Pero para incrementar la productividad de esa forma hace 

124 

¿BAJAR SALARIOS O SUBIRLOS? 

falta dedicar esfuerzos notables de gasto público, que es el único 
capaz de gestionar de forma eficiente los cambios necesarios de 
esta naturaleza en cualquier economía. En primer lugar hace 
falta una inversión cuantiosa en educación, pero en una educación 
bien planificada de acuerdo con las necesidades concretas 
de producción de una economía. En segundo lugar hace falta 
mucha inversión en investigación y desarrollo, y eso supone 
mantener y fomentar grupos de investigación en España que 
puedan remunerar de forma adecuada a los profesionales 
investigadores que desean poner a su disposición su conocimiento. 
Conocimiento por otra parte adquirido en el sistema 
educativo del país, de modo que todo está interrelacionado. 
También es imprescindible el gasto público para configurar y 
mantener los sistemas de transporte más adecuados y eficientes, 
como también lo es para garantizar que haya las condiciones 
laborales adecuadas para que pueda incrementarse la productividad. 
Trabajadores que no pierden dos horas conduciendo 
de casa al trabajo, que cobran de acuerdo a su cualificación 
y que no tienen miedo a ser despedidos en cualquier momento 
son trabajadores más productivos y eficaces. 

También la misma ceguera de antes o la aversión de las personas 
con niveles más altos de renta a pagar los impuestos 
necesarios para poner en marcha desde el sector público esos 
instrumentos que permiten mejorar la productividad hacen 
que finalmente no se disponga de ellos y las empresas se vean 
obligadas a recurrir a esa forma más pobre y empobrecedora de 
competir que es la que lo hace a través de la moderación salarial. 


SALARIOS Y CUOTAS DE MERCADO 

Pero cuando se produce la falla más grande de los argumentos 
neoliberales destinados a reclamar los salarios más 
bajos como supuesta mejor forma de competir es cuando se 
contrasta lo que ocurre con la evolución de los salarios en la 

125 

HAY ALTERNATIVAS 

realidad y con su relación con las mayores o menores cuotas de 
mercado que tienen los países. 

Recientemente los economistas Sylvain Broyer y Costa 
Brunner demostraron que la evolución de las cuotas de mercado 
intraeuropeas no tiene nada que ver con los costes de competitividad. 
Según estos autores la cuota de Francia disminuye 
desde 1998 hasta 2008 mientras que su competitividad permanece 
estable, la de Italia cae en consonancia con su competitividad, 
pero la de España se mantiene a pesar de que tiene menos 
competitividad que Italia, y los Países Bajos pierden competitividad 
pero ganan mercado.1 Como señalan estos autores, para 
que las cuotas de mercado de los diferentes países respondieran 
a sus distintos niveles de costes, esto es, para que se pudiera 
producir, por ejemplo, el efecto que se pretende alcanzar con las 
medidas de ajuste salarial que impone el pacto del Euro Plus, 
tendría que suceder que todos los países de la zona exportaran 
los mismos productos, es decir, que fueran perfectamente sustituibles 
entre sí, que es justo lo contrario de lo que ocurre en 
Europa, en donde la tendencia observada es la de una progresiva 
especialización. 

No se puede afirmar, por tanto, que el ajuste salarial que se 
busca mediante las reformas políticas dirigidas a flexibilizar los 
mercados laborales genere siempre ganancias de competitividad 
y tampoco que éstas tengan siempre y automáticamente 
como efecto una mayor generación de empleo en la economía. 

¿SON CULPABLES LOS SALARIOS 
DE LA BAJA COMPETITIVIDAD? 


Además de la evidencia que acabamos de señalar, lo que 
deja aún peor al argumento neoliberal es que los salarios ya han 
estado cayendo durante los últimos diez años sin que este 

1. Sylvain Broyer y Costa Brunner, L'évolution récente des parts de marchéintra-UE n'a rien à voir avec la compétitivité coûts, Flash Economie, Natixis, 
núm. 193, 2010). 
126 

¿BAJAR SALARIOS O SUBIRLOS? 

hecho haya supuesto una mejora de la competitividad de la economía 
española. 

Los economistas neoliberales suelen argumentar que los 
españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y 
que tenemos sueldos demasiado altos en relación a lo que producimos 
y a lo que deberíamos cobrar. Pero ese argumento no 
se puede sostener si se contemplan los datos de evolución de 
salarios que reflejan una caída continuada muy aguda. 

Sí es cierto que los salarios nominales han subido a lo largo 
de todos estos años, pero eso es algo que no nos dice mucho. 
Sólo nos indica que si ayer cobrábamos 1.000 euros hoy cobramos 
1.100 euros, pero no nos explica cuánto más o cuánto 
menos ricos somos. Porque para responder a eso se necesita 
saber cómo han subido los precios, es decir, el coste de la vida. 
Quizá con 1.000 euros ayer podíamos comprar todo lo que 
necesitábamos y hoy, sin embargo, con 1.100 euros somos incapaces 
de comprar la mitad. Para resolver esa duda lo que hay 
que hacer es analizar la evolución del salario real y no la del 
salario nominal. 

Y si observamos la evolución del salario real nos damos 
cuenta de que los datos reflejan perfectamente la percepción 
generalizada de la población española: que cada vez tenemos 
menos poder adquisitivo porque con el mismo sueldo podemos 
comprar menos cosas. Así, desde 1994 hasta 2006, cuando 
comenzó la crisis, los salarios reales cayeron un 5,94 por ciento. 

Pero además resulta que la participación salarial en la renta 
cayó en el mismo periodo un 7,98 por ciento. Lo que quiere 
decir que, aunque el país se ha enriquecido desde 1996 hasta 
2004, y que, por tanto, la tarta que hay que repartir ha aumentado, 
la proporción que ha correspondido a los trabajadores se 
ha reducido en ese porcentaje del 7,98 por ciento, en oposición, 
claro está, con el crecimiento equivalente de los beneficios 
empresariales. Y, sin embargo, no ha aumentado nuestra competitividad, 
sino todo lo contrario, lo que significa que esta última 
depende de otros factores y que no se va a conseguir que 
mejore ahora bajando aún más los salarios. 

127 

HAY ALTERNATIVAS 

LA RESPONSABILIDAD DEL PODER EMPRESARIAL 
EN NUESTRA MENOR COMPETITIVIDAD 


Como se puede deducir de lo que hemos analizado hasta 
aquí, para poder evaluar correctamente el impacto de los salarios 
en la competitividad de una economía hay que relacionar 
su magnitud y su evolución con la productividad y con los precios, 
y eso se puede hacer a través de un concepto técnico muy 
importante pero cuyo significado se puede entender también 
con facilidad: los llamados "costes laborales unitarios", que 
miden el coste salarial medio que cuesta producir una unidad 
de producto. 

Para entender la importancia de este concepto vamos a 
poner un sencillo ejemplo. 

Supongamos una empresa X que fabrica sillas y en la que 
trabajan 10 empleados que ganan en total 100.000 euros al año 
y que producen un total de 10.000 sillas. 

Para saber qué nos están costando nuestros trabajadores y 
para medir si son más o menos productivos que los de la competencia 
calculamos los costes laborales unitarios (CLU) dividiendo 
el salario medio (100.000/10) entre la productividad, 
sabiendo que esta última se calcula dividiendo el producto total 

(10.000) entre el número de trabajadores (10). 
Eso quiere decir que el coste laboral unitario habrá sido de 
10 [CLU = (100.000/10) / (10.000/10) = 10]. 
Esto es lo mismo que decir que si cada trabajador fabrica por 
término medio 1.000 sillas y que si su salario medio es 1.000, 
entonces el coste laboral medio o unitario de la silla es de 10. 

Ahora imaginemos que tenemos otras dos empresas competidoras. 
Una de ellas, la empresa Y, tiene también 10 trabajadores 
que también producen 10.000 sillas pero a los que paga 
menos (80.000 euros en total). La otra, la empresa Z, tiene también 
10 trabajadores a los que paga 100.000 en total pero dispone 
de mejor tecnología y son capaces de producir 12.500 
sillas en total. 

128 

¿BAJAR SALARIOS O SUBIRLOS? 

Los costes laborales unitarios de esas dos empresas, calculados 
como indicamos antes, son de 8 en ambas, es decir, más 
bajos que los de la empresa X.2 

Eso nos demuestra lo que adelantamos antes: que se puede 
ser más competitivo porque se bajan los salarios, como la 
empresa Y, o porque se es más productivo, como la empresa Z. 

Podríamos decir entonces que los costes laborales unitarios 
reflejan el contrapeso que hay en cada empresa entre el salario 
y la productividad. Por eso se puede deducir que, si los salarios 
suben más que la productividad, los costes laborales unitarios 
subirán también y, por tanto, la empresa en la que eso ocurra 
será menos competitiva. 

Cuando hemos utilizado el concepto de costes laborales 
unitarios, como hasta ahora, para el caso de empresas que producían 
el mismo producto no hemos tenido problemas en la 
comparación y hemos podido saber quién era más o menos 
competitiva. Pero cuando lo aplicamos al conjunto de la economía, 
en la que se producen millones de productos distintos, 
ya no podemos comparar peras con manzanas y entonces 
tendríamos que homogeneizar recurriendo al valor monetario 
de cada producto, que es el resultado de multiplicar la cantidad 
producida por el precio. 

Y eso quiere decir que para el conjunto de toda la economía 
los costes laborales unitarios ya no muestran el contrapeso 
entre salarios y productividad sino que ahora hay que tener en 
cuenta cómo varían los precios. 

Y así llegamos a donde queríamos llegar: los economistas 
Jesús Felipe y Utsav Kumar han demostrado que entre los años 
1980 y 2007 los costes laborales unitarios de la Zona Euro han 
aumentado (y también en España, por cierto), pero que este 
aumento se explica por incrementos en los precios y no en los 
salarios.3 

2. En la empresa Y serían [(80.000/10) / (10.000/10) = 0,8] y en la empresa Z[(100.000 /10) / (12.500 /10) = 0,8].
3. Jesús Felipe 
y Utsar Kumar, Unit Labor Costs in the Eurozone: The 
Competitiveness Debate Again, Working Paper of Levy Institute, 2011. 
129 

HAY ALTERNATIVAS 

Esto significa que, incluso si se aceptara, como dicen los 
neoliberales, que los costes laborales unitarios son los determinantes 
de la competitividad y ésta del empleo, no se podría afirmar, 
como se viene haciendo para imponer las políticas de 
recorte salarial de la Unión Europea, que la medida para reducirlos 
sería el ajuste salarial. Por el contrario, habría que intervenir 
en el componente precios. 

Y lo que sabemos sobre las subidas de los precios, que son 
las que nos están haciendo perder competitividad, es que tienen 
sobre todo que ver con el poder de mercado del que gozan las 
grandes empresas. 

Resulta entonces que lo que está haciendo menos competitivas 
a las empresas y a las naciones de la Zona Euro no es que 
suban los salarios (de hecho, no podía serlo cuando, como 
hemos visto, los salarios han bajado en términos reales y también 
su participación en la renta total), sino que los mercados 
están dominados por grandes empresas que tienen poder suficiente 
para subir los precios o para mantenerlos cuando bajan 
los costes. Y es ese poder excepcional que las empresas utilizan 
para obtener beneficios extraordinarios controlando los precios 
al margen de las reglas de la competencia lo que, en todo caso, 
nos hace perder competitividad o, al menos, lo que explica que 
hayan subido los costes laborales unitarios. 

Y eso sí que es un freno importante a la creación de empleo 
porque ésta no la producen esas grandes empresas sino las 
pequeñas y medianas en su mayor parte (alrededor del 80 por 
ciento), sobre las que se trasladan en forma de mayores costes 
los precios más elevados que les imponen las que tienen poder 
sobre el mercado. 

LA IMPOSIBILIDAD DE QUE TODOS 
LOS PAÍSES SEAN COMPETITIVOS 


La estrategia neoliberal recomienda el incremento de la 
competitividad para todos los países y la aplicación en todos 

130 

¿BAJAR SALARIOS O SUBIRLOS? 

ellos de las mismas medidas, con independencia de las situaciones 
específicas, lo que también conlleva un grave error de 
concepto. 

Ya hemos dicho que la idea de ser más competitivo es la de 
poder vender los productos a un precio más bajo que los rivales 
para poder aumentar así las exportaciones. Pero entonces 
está claro que no todos los países pueden ser competitivos a la 
vez. Las exportaciones de unos países son las importaciones de 
otros, de modo que no todos ellos pueden aumentar su relación 
exportaciones/importaciones. Es una carrera en la que no pueden 
ganar todos y en la que es muy difícil que, si sólo predominan 
las leyes del mercado, quienes salen con ventaja lleguen a 
perder sus posiciones dominantes. 

A la vez hay que recordar que se puede ser competitivo en 
algunos sectores y no competitivo en otros. Lo que significa que 
las medidas que pueden ser recomendables para algunas 
empresas pueden ser contraproducentes para otras. 

Así, la rebaja de salarios puede ser una buena medida en 
España, como hemos adelantado antes, para las grandes empresas 
que pagan salarios aquí pero venden en terceros países 
donde los salarios no bajan, pues de esa forma reducen sus costes 
salariales mientras que sus ventas no disminuyen. 

Pero las pequeñas y medianas empresas no suelen exportar 
su producción y sus ventas dependen de la capacidad de consumo 
interna, es decir, del nivel de salarios que haya en la economía. 
Por eso lo que hace la bajada de salarios que imponen 
las grandes empresas exportadoras es asestar un golpe durísimo 
porque, aunque puedan bajar sus costes, también lo hacen sus 
ventas y, en definitiva, sus ingresos, lo que les lleva a destruir 
empleo. 

Incluso hay que tener en cuenta que también las grandes 
empresas que vendan en mercados europeos se verán igualmente 
en problemas si las medidas neoliberales se aplican con 
éxito en toda Europa. En ese caso esas grandes empresas también 
verán cómo sus ventas caen al ser sus compradores más 
pobres que antes. 

131 

HAY ALTERNATIVAS 

Por estas razones no es cierto que la búsqueda compulsiva 
de la competitividad sea una estrategia que nos enriquezca a 
todos, como afirman los neoliberales para justificar sus propuestas 
de reducción de salarios, sino más bien todo lo contrario. 
Al estar basadas en esa permanente pérdida de poder 
adquisitivo son estrategias globalmente empobrecedoras. 

La alternativa debe ser otra. Por un lado tratar de mejorar la 
posición en los mercados mediante estrategias basadas en la 
mayor productividad, en la calidad y en la innovación y no en 
la simple reducción del salario. Y, por otro lado, establecer la 
cooperación como principio que guíe las relaciones económicas, 
favoreciendo acuerdos y sinergias, la colaboración y el estímulo 
mutuo para encontrar fórmulas orientadas fundamentalmente 
a satisfacer las necesidades humanas y no sólo a que las 
grandes empresas obtengan cada vez más beneficio a costa de 
limitar la capacidad global de producir los bienes y servicios 
que necesitan los seres humanos. 

LA NECESIDAD DE UN PACTO NACIONAL 
SOBRE EL REPARTO DE LA RENTA 


En nuestra opinión los principales problemas estructurales 
de la economía española a los que ya hemos hecho referencia 
son el alto nivel de desempleo incluso en épocas de bonanza 
económica, nuestra insuficiente capacidad de generar ingreso y 
la poca competitividad de nuestras empresas. Y todos ellos tienen 
que ver con un mismo factor: la desigual distribución de la 
renta que se ha ido agudizando en los últimos años. 

La caída de la participación de los salarios en la renta nacional 
en España ha sido de unos 10 puntos en la última década 
(frente a unos 4 puntos en Alemania) a pesar de que ahora hay 
unos 5 millones más de trabajadores ocupados, y de unos 13 
puntos desde 1976. Eso ha estado necesariamente asociado a 
una constante pérdida de fuerza de la demanda interna, que es 
la que puede sostener la creación de empleo de las pequeñas y 

132 

¿BAJAR SALARIOS O SUBIRLOS? 

medianas empresas y, lógicamente, a un crecimiento paralelo 
del excedente empresarial que tampoco ha servido para crear 
empleo, como dicen los neoliberales que debe ocurrir cuando 
reclaman constantemente moderación salarial. 

Si se quiere recuperar el empleo en España, si se quiere dar 
la vuelta a una economía que lo destruye a poco que se deteriora 
la actividad en su entorno, hay que cambiar el modo de generar 
ingreso y de distribuirlo. 

LA EVOLUCIÓN DE LAS RENTAS DEL TRABAJO 
Y DE LA DESIGUALDAD SALARIAL 


El salario medio medido en euros estandarizados (es decir, 
en euros homologables en su capacidad adquisitiva entre países 
de distinto nivel de riqueza) por trabajador era en España en 
2007 de 27.348, en Grecia de 24.485 y en Portugal de 20.072, los 
tres países con la media salarial más baja de la UE-15, que es el 
grupo de países de la Unión Europea que tienen un nivel de 
desarrollo económico semejante al nuestro. 

La media salarial de Dinamarca en ese mismo año fue de 
36.184, la de la Gran Bretaña 38.145 y la de Luxemburgo de 
44.602, siendo estos países los que tenían la media salarial más 
alta. 

Pero hay que tener en cuenta que esa cantidad mide la 
media de los salarios de la gente que trabaja en el momento en 
que se calcula sin tener en cuenta el nivel de desempleo (es 
decir, los que no trabajan y buscan empleo). Si se incluye este 
último, la media salarial en los países con gran desempleo, 
como es el caso de España, es mucho menor que la cifra citada 
anteriormente. De ahí que el nivel salarial para toda la población 
(ocupada y no ocupada) en España sea incluso más baja 
que la cifra citada. 

Además, en España hay una gran distancia entre los salarios 
altos y los bajos. Así, dividiendo las rentas salariales por decilas 
(grupos en los que están desde el 10 por ciento de mayor sala


133 

HAY ALTERNATIVAS 

rio medio al 10 por ciento de menor), se puede ver que los que 
están en la decila superior tienen unos salarios que son 3,46 
veces mayores que los de la decila inferior (uno de los diferenciales 
más elevados de la UE-15). En Suecia este diferencial es 
sólo 2,28 veces, en Dinamarca 2,73 veces y en Finlandia 2,57 
veces. En Alemania es 3,35 veces y en Francia 2,91. 

España también es el país en el que existe mayor diferencia 
entre los salarios altos y la media salarial (contando las veces 
que la decila superior salarial es mayor que el salario medio). 
Lo que caracteriza, pues, la situación en España es una media 
salarial muy baja con una dispersión salarial muy elevada (es 
decir, con un alto porcentaje de trabajadores con salarios 
bajos): del 17 por ciento en 2007. 

Esto último refuta claramente el dogma neoliberal según el 
cual la dispersión salarial es una condición necesaria de eficiencia 
económica y elevada productividad. Los países nórdicos 
tienen salarios más altos, con menores desigualdades salariales, 
y son los que tienen y gozan de mayor eficiencia económica 
precisamente porque allí el porcentaje de salarios bajos es 
ínfimo. 

El excesivo número de salarios bajos en España se debe en 
parte a unos salarios mínimos muy bajos (junto con Grecia y 
Portugal). Aquí el salario mínimo es menos de la mitad que en 
países como Francia, Bélgica, Holanda o Reino Unido. 

Y, como es bien conocido, en España los economistas, los 
empresarios y los políticos conservadores y neoliberales se 
oponen a la elevación del salario mínimo y proponen incluso 
su eliminación. Argumentan que su elevación destruiría 
empleo pero los datos muestran, por el contrario, que Grecia, 
España y Portugal, que son los países con el salario mínimo 
más bajo de la UE-15 (en 2008 en Grecia era de 4,86 euros 
estandarizados por hora, en Portugal de 3,31 y en España de 
4,07 euros por hora), tienen también el mayor nivel de desempleo. 
Mientras que Francia, Bélgica, Holanda y Gran Bretaña, 
que tienen un salario mínimo que es más del doble del de 
España (Francia 8,70, Bélgica 8,23, Holanda 8,22 y Gran 

134 

¿BAJAR SALARIOS O SUBIRLOS? 

Bretaña 8,06 euros estandarizados por hora), tienen un desempleo 
mucho menor. 

En contra de lo que dicen los neoliberales es necesario el 
aumento del salario mínimo, porque tiene un impacto muy 
positivo en el nivel salarial de la mayoría de la población empleada, 
aumenta su capacidad adquisitiva, ayuda a que se recupere 
la demanda y sirve de estímulo para el aumento de la producción 
y del empleo. Por eso una de las medidas de mayor 
éxito tomadas por el presidente Franklin Roosevelt para salir de 
la Gran Depresión en Estados Unidos fue aumentar el poder de 
los sindicatos (para que crecieran los salarios) y subir así el salario 
mínimo. 

En resumidas cuentas, en España los salarios son demasiado 
bajos y la dispersión salarial es demasiado acentuada, lo cual 
es causa y efecto a la vez de la persistencia de un régimen de distribución 
de la renta que hace que la economía sea muy ineficiente 
y tenga que soportar constantemente un altísimo nivel de 
endeudamiento familiar. 

LOS BENEFICIOS EMPRESARIALES: 
TANTO AUMENTO ¿PARA QUÉ? 


Mientras que los trabajadores vienen sufriendo la pérdida 
constante de poder adquisitivo de los salarios y peso en la distribución 
de la renta, recayendo sobre sus espaldas los sacrificios 
que las políticas neoliberales obligan a hacer, los beneficios 
de los grupos empresariales más importantes de España que 
marcan la pauta de desarrollo económico no se han visto afectados. 
Durante el periodo de la crisis (2007-2010), época 
durante la cual el número de desempleados ha pasado de 1,8 
millones en 2007 a más de 4 millones en 2010, sólo tres empresas 
que componen el Ibex-35 (las 35 más grandes que cotizan 
en Bolsa) han tenido pérdidas, lo cual supone sólo un 8,5 por 
ciento de las grandes empresas. Todas las demás reportaron 
beneficios. Es más, de las tres que indicaron pérdidas, dos 

135 

HAY ALTERNATIVAS 

tuvieron pérdidas sólo durante el primer año y al año siguiente 
beneficios de más de 900 millones de euros una de ellas, y más 
de 2.000 millones de euros en la otra. Sólo la tercera empresa, 
ACERINOX, obtuvo pérdidas dos años seguidos y consiguió 
obtener 123 millones de euros de beneficio en 2010. 

El centro del mundo empresarial no ha tenido pérdidas 
durante estos años de crisis y a pesar de ello se ha destruido 
empleo, lo que ratifica la necesidad que planteamos en el capítulo 
anterior en el sentido de obligar a las grandes empresas a 
realizar una gestión del empleo en función de la demanda 
social de bienes y servicios y no sólo de su beneficio. Ha de 
impedirse que empresas que obtienen beneficios puedan disminuir 
sus plantillas y es imprescindible que cualquier ventaja 
fiscal que puedan obtener (al revés de lo que ahora sucede) 
deba estar condicionada a la creación de empleo y al mejoramiento 
salarial de sus empleados o al establecimiento de un 
fondo en la empresa, conjuntamente gestionado por los empleados 
y la dirección, con el fin de crear empleo. 

Se trata de medidas que ya existen en muchos países europeos, 
en donde, por cierto, hay mucho menor desempleo que 
en el nuestro, mucha más competitividad y mayor eficiencia 
económica y bienestar social. Su implantación en España está 
aún más justificada precisamente porque aquí las grandes 
empresas tienen un poder excesivo y muy negativo desde el 
punto de vista de hacer más eficiente y más justa a la actividad 
económica a costa del que tienen los trabajadores, los pequeños 
y medianos empresarios. 

Como hemos visto, este excesivo poder de los grandes grupos 
empresariales ha destruido empleo y ha provocado pérdidas 
de competitividad al suponer subidas de costes laborales 
unitarios asociadas a presiones sobre sus precios. Y sus grandes 
excedentes han alimentado la burbuja especulativa y grandes 
salidas de capital hacia otros países en detrimento de la inversión 
y del desarrollo nacional. Hay que poner fin a todo ello 
urgentemente. 

136 

¿BAJAR SALARIOS O SUBIRLOS? 

PACTO DE RENTAS Y CAMBIO DE MODELO PRODUCTIVO 

Las propuestas que hacemos nacen de lo que nos parece que 
son tres evidencias fundamentales de la economía española. 

La primera, que sus grandes limitaciones que ya hemos 
mencionado repetidamente, tienen su origen en la desigualdad 
y en la insuficiencia de rentas orientadas a su demanda y a su 
mercado interno. 

La segunda, que nos parece que no tiene ningún sentido 
económico ni es en absoluto viable que todas las economía 
europeas o todos los sectores y empresas españolas traten de ser 
competitivas unas frente a otras. 

Y la tercera, que la experiencia muestra que no es posible 
mantener niveles de empleo y de ingreso satisfactorios o suficientes 
mediante políticas cuyos simples efectos son deprimir la 
demanda interna y aumentar el excedente empresarial. 

Nos parece que de esta evidencia se debe deducir que la 
regeneración de la economía española sólo puede proceder de 
una estrategia de fortalecimiento de su mercado interno combinada 
con otra que modifique a medio y largo plazo su dimensión 
exportadora, sustituyendo su especialización tradicional 
por otra basada en nuevas líneas productivas que puedan ser 
competitivas sin recurrir al simple expediente de los recortes 
salariales. En nuestra opinión todo ello podría ser posible si se 
forjara un gran pacto de rentas que permitiera que los salarios 
recuperen, en un plazo que puede estar entre los cinco y diez 
años, el mayor nivel de participación en la renta nacional alcanzado 
en la etapa democrática. 

Es fundamental entender que esta medida no va solamente 
en beneficio de los asalariados sino que al dedicar éstos la 
mayor parte de sus incrementos de renta al consumo, produciría 
también una extraordinaria recuperación de la oferta y de 
los beneficios de las pequeñas y medianas empresas, que la 
experiencia nos dice que se traducen enseguida en incrementos 
de las contrataciones. 

137 

HAY ALTERNATIVAS 

Para que esta medida fuera viable y tuviera un impacto verdaderamente 
transformador sería necesario que al mismo 
tiempo se dispusiera del capital humano, físico y social necesario, 
lo que obligaría a poner en marcha sobre todo planes extraordinarios 
de inversiones en educación, innovación y desarrollo, 
a reconvertir la política de creación de infraestructuras para 
dejar de estar al servicio de la ganancia de las grandes empresas 
(en especial bancarias y constructoras) que permitiera la puesta 
en marcha de las actividades de nueva generación a las que 
nos referimos en el capítulo III, lo que lógicamente obliga, 
como veremos en el siguiente capítulo, a aumentar la presencia 
del sector y el gasto público y no a reducirlo como proponen los 
neoliberales. 

LA VIABILIDAD DE LA PROPUESTA 

Como hemos comentado, los economistas neoliberales, los 
dirigentes de los bancos centrales, los organismos internacionales 
como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la 
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico 
(OCDE) y, por supuesto, los banqueros y los líderes de la patronal 
afirman que la mejor vía para salir de la crisis y lograr que 
crezcan la actividad económica y el empleo es bajar los salarios. 
Y como lo hacen con tanta insistencia y diciendo siempre que 
se trata de una idea científica es normal que la población termine 
creyendo que es así. 

Pero es muy importante ser conscientes de que las cosas no 
son exactamente como las pintan los neoliberales y que hay evidencias 
empíricas que demuestran, por el contrario, que las 
propuestas que estamos realizando son mucho más eficaces 
para generar actividad económica y crear empleo. 

Además de las razones que ya hemos analizado con anterioridad, 
los neoliberales argumentan que el crecimiento económico 
es espoleado fundamentalmente por las empresas y, por 
tanto, que es necesaria una alta participación de los beneficios 

138 

¿BAJAR SALARIOS O SUBIRLOS? 

en la renta para que se pueda invertir y así se puedan contratar 
trabajadores. De modo que los incrementos de la participación 
de los salarios en la renta debilitarían el crecimiento económico 
y la creación de empleo. Pero otros economistas estiman, por 
el contrario, que el crecimiento económico es el resultado de 
que aumente no sólo la inversión sino también el consumo, el 
gasto público y el saldo del comercio exterior. Y, por tanto, que 
se puede generar crecimiento económico mediante el estímulo 
del consumo que favorecen los salarios más elevados. 

Hace ya tiempo, en 1990, los economistas Amit Bhaduri y 
Stephen A. Marglin desarrollaron un modelo para estudiar cuál 
de las dos estrategias resulta más favorable para las economías 
y concluyeron que el resultado final dependía de la configuración 
de la economía. Es decir, que subir y bajar salarios sería 
bueno o malo para el crecimiento económico dependiendo de 
las características específicas de la economía en cuestión. 

Según estos economistas un aumento de la participación de 
los salarios puede debilitar la inversión porque reduce el ahorro 
-como dicen los neoliberales para justificar que no suban-, 
pero también incrementa la demanda global de la economía, 
como sabemos, al aumentar el consumo. El resultado final 
dependerá entonces de la sensibilidad de la inversión ante las 
variaciones de la participación de los salarios en la renta. 

Pues bien, los estudios empíricos que se han realizado a partir 
del modelo de Bhaduri y Marglin han determinado que en 
la mayoría de las economías europeas (incluida la economía 
europea como un todo) lo mejor para aumentar el crecimiento 
económico es la alternativa de subir los salarios. Y un estudio 
realizado por Martin Naastepad en 2007 para España concluyó 
asimismo que esa estrategia también era la más conveniente 
para el caso español. 

Podemos afirmar, por tanto, que la estrategia neoliberal 
basada en reducir salarios no favorecerá ni el crecimiento de la 
actividad ni el aumento del empleo en España y, en consecuencia, 
que para lograrlos es más acertado actuar como acabamos 
de proponer. 

139 

HAY ALTERNATIVAS 

VII 

La financiación de otro modelo 
de actividad económica 

Como vimos en el capítulo I, el primer efecto destructor de 
la crisis que emergió en 2007 fue el cierre del crédito a las 
empresas y a los consumidores, una circunstancia que aún no 
está resuelta y que, por tanto, y mientras no se solucione, paraliza 
cualquier tipo de salida a corto plazo de la economía y, por 
supuesto, el recambio de modelo productivo a medio y largo 
plazo. 

Veremos en este capítulo qué soluciones alternativas tiene 
este asunto frente a la incapacidad de las autoridades para resolverlo. 


Las grandes empresas disponen de gran cantidad de fondos 
propios y no necesitan tanto de la financiación bancaria, pero 
las pequeñas y medianas empresas dependen enteramente de 
los préstamos para financiar su actividad ya que, a diferencia 
de las primeras, ni tienen liquidez sobrante ni capacidad para 
emitir acciones o títulos financieros con los que recibir fondos. 
Por eso el hecho de que los bancos dejaran de prestar dinero, o 
que lo hicieran pero a un tipo de interés prohibitivo, supuso un 
durísimo golpe a la economía real (el 87 por ciento de las 
PYMES reconocía a comienzos de 2011 tener problemas para 
obtener un crédito).1 Y con ello también al empleo, puesto que 
son precisamente las pequeñas y medianas empresas las que 
generan la mayor parte del empleo. 

Además el cierre del grifo crediticio afectaba también a los 
hogares, los cuales se endeudaban para compensar una pérdida 

1 Expansión.com, 27-IV-2011 (http://www.expansion.com/2011/04/27/economia/
1303896280.html). 

141 

HAY ALTERNATIVAS 

sistemática de poder adquisitivo. En definitiva los bancos internacionales 
habían generado un problema importante de financiación 
de la economía y su crecimiento. Habían empujado a la 
economía a la crisis. 

En esa coyuntura el Banco Central Europeo y los Estados 
decidieron actuar, pero lo hicieron mal. En lugar de garantizar 
una banca pública y abrir ellos mismos un canal de transmisión 
del dinero público hacia la economía, con lo que la actividad 
económica se hubiera recuperado, tanto el BCE como los 
Estados siguieron confiando la marcha de la economía a la 
banca. Ambos prestaron dinero a los bancos a unos tipos de 
interés muy bajos con la intención de que éstos prestaran a su 
vez ese mismo dinero a las empresas y a los hogares (aunque, 
eso sí, a un tipo de interés más alto). 

Sin embargo, la banca utilizó el dinero público barato para 
tapar sus agujeros, para seguir especulando en los mercados 
financieros o para prestar a los mismos Estados que les estaban 
dando el dinero. El resultado fue el que cabía esperar: los problemas 
de financiación de la economía continuaron y la banca 
siguió sumando beneficios pero ahora a costa de un mayor 
endeudamiento de los Estados. 

LA DEUDA PÚBLICA 

Por otro lado, la crisis también secó pronto otra importante 
fuente de financiación de la economía: la que viene del Estado. 

Como cualquier otro agente económico, el sector público 
tiene tanto ingresos como gastos y, como consecuencia de la 
recesión provocada por la crisis bancaria, los ingresos del 
Estado habían comenzado a disminuir. 

Los ingresos de los Estados provienen fundamentalmente 
de los impuestos, cuya cuantía final depende sobre todo de las 
rentas personales o de los beneficios empresariales que se obtienen 
(el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el 
Impuesto sobre Sociedades) o del consumo que se realiza 

142 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

(IVA), y en épocas de recesión como la que creó la crisis es lógico 
que todos ellos caigan en picado, como en efecto ocurrió. 

Pero, por otro lado, los gastos del Estado estaban aumentando, 
puesto que para intentar superar la crisis no sólo se vieron 
obligados a prestar dinero a los bancos o directamente a rescatar 
entidades financieras sino también a realizar planes de estímulo 
a la economía que eran muy costosos. 

En definitiva, los gastos en aumento y los ingresos a la baja 
llevaban a la necesidad de endeudamiento público, es decir, a 
pedir prestado a quienes tienen dinero. 

En España la deuda pública representaba en 2006, antes de 
la crisis, un 39,6 por ciento del PIB, muy poco. Pero en 2010 
alcanzó el 60,1 por ciento. En Alemania, la economía más fuerte 
de la Zona Euro, la deuda pública pasó también de un 67,6 
por ciento del PIB en 2006 a un 83,2 por ciento en 2010. Y algo 
así ocurrió en el conjunto de la Unión Europea de los 
Veintisiete: la deuda pública se redujo un 0,01 por ciento entre 
los años 2000 y 2006, pero creció de forma espectacular, un 
30,08 por ciento, entre 2006 y 2010. 

Había una alternativa que hubiera impedido ese crecimiento 
de la deuda tan alto: la actuación correcta del Banco Central 
Europeo. Éste podría haber prestado el dinero directamente a 
los Estados o incluso haber emitido sus propios títulos de 
deuda pública mediante acuerdos bien organizados con los 
diferentes Gobiernos. Y si además estos últimos hubieran 
poseído una banca pública no habría sido difícil reconducir ese 
dinero hacia las empresas que lo requerían para poder seguir 
invirtiendo y creando empleo. 

Sin embargo, el Banco Central Europeo prefirió dejar que 
fueran los Estados los que se endeudaran y, dado que no había 
banca pública, éstos tuvieron que permitir que la banca comercial 
se quedara el dinero sin poder controlar lo que hacían realmente 
con él. De hecho, y como hemos visto, lo usaron en su 
contra. 

Todo esto significa efectivamente que las cosas se han hecho 
muy mal hasta ahora, pero todavía hay alternativas para resol


143 

HAY ALTERNATIVAS 

ver el problema de la financiación de la economía que los 
gobiernos y el Banco Central Europeo no han conseguido asegurar 
mediante sus políticas neoliberales de apoyo a la banca. 

Las alternativas tienen que ver con las tres dimensiones 
implicadas en la financiación de la economía: la financiación 
bancaria, la financiación del Estado a la provisión de bienes y 
servicios públicos, y la financiación del déficit público y la 
deuda. 

REFORMAR EL SISTEMA DE FINANCIACIÓN BANCARIA 

La crisis nos ha demostrado que no podemos confiar en la 
banca privada y en el modo de funcionamiento actual del sistema 
financiero, desregulado, con plena libertad de movimiento 
de los capitales y sin apenas vigilancia. Es imprescindible reformarlo 
urgente y profundamente conforme a los siguientes principios 
y prioridades. 

Garantizar la financiación 

Los bancos y otras entidades financieras tienen la misión de 
proporcionar fondos para la inversión y el consumo, haciendo 
así que la economía prospere y se creen puestos de trabajo. Sin 
embargo, en los últimos treinta años los bancos comerciales se 
han desnaturalizado y, aunque han seguido recogiendo el ahorro 
igual que hacían antes, han dejado de financiar de forma 
eficiente y eficaz la actividad productiva. En lugar de ello han 
desplazado la mayor parte de ese ahorro a los procesos especulativos 
en los múltiples mercados financieros, posibilitando que 
una parte minoritaria de la sociedad se haya lucrado con actividades 
que en nada benefician a la economía en su conjunto y 
que, al contrario, la empujan hacia crisis como la actual. 

Por tanto, la primera cuestión que hay que garantizar ejecutivamente 
es que los bancos financien la actividad económica, 
para lo cual se pueden imponer coeficientes o establecer medi


144 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

das indirectas que los obliguen a cumplir con la función económica 
que justifica su existencia. 

Reforzar la regulación y la vigilancia 

Los reguladores han permitido durante estas últimas décadas 
que los bancos y las grandes empresas llevaran a cabo todo 
tipo de prácticas financieras que ponían en grave peligro a la 
economía. Ni el Fondo Monetario Internacional ni el Banco 
Central Europeo han impedido los procesos especulativos que 
nos han arrastrado a la crisis, y de hecho toleraron y hasta 
fomentaron el uso de instrumentos complejos de ingeniería 
financiera que ni siquiera los mismos reguladores comprendían. 
Además, los bancos han estafado y engañado con 
impunidad a muchos de sus clientes, haciéndoles pasar por 
contratos sin riesgos unos préstamos que incluían todo tipo de 
artimañas financieras que ponían en riesgo las finanzas personales 
de los ciudadanos pero que a la vez garantizaban suculentos 
beneficios a la banca. Un sinfín de despropósitos que han 
sido permitidos cuando era obvio que reflejaban una trayectoria 
errática, peligrosa, absurda e inmoral de la economía. 

Por si fuera poco, y al contrario de lo que debería ser, las instituciones 
internacionales han recompensado a algunos de los 
directivos de esos bancos con puestos preferentes en sus instituciones. 
Así, el que fue vicepresidente de Goldman Sachs en la 
época en que este banco de inversión ayudó al gobierno griego 
a falsear su contabilidad es ahora el nuevo presidente del Banco 
Central Europeo, que es el organismo encargado de la política 
monetaria y el que debería velar por la estabilidad financiera. Y 
el gabinete de Obama está lleno de antiguos directivos de Wall 
Street. 

Depurar responsabilidades 

La depuración de las responsabilidades es una tarea inmediata, 
esencial e ineludible. Hemos explicado que las dificulta


145 

HAY ALTERNATIVAS 

des de las finanzas públicas se deben a la crisis financiera y, por 
tanto, es una barbaridad exigir que quienes no tuvieron responsabilidad 
en el origen de la crisis, que son las clases populares 
cuyos salarios reales cayeron durante los últimos diez años 
(como hemos visto en el capítulo VI), sean quienes paguen los 
platos rotos. 

Y es a la vez inadmisible que los verdaderos responsables de 
la crisis y las instituciones internacionales y nacionales que la 
han permitido y fomentado no paguen en modo alguno por sus 
malas artes. Al contrario, y con la excepción de lo que sucede 
en Islandia, todos los banqueros, directivos y reguladores cuya 
acción u omisión generó la crisis están hoy recibiendo incluso 
remuneraciones salariales especiales y más altas. 

Por eso es también prioritaria la creación de una comisión 
independiente, crítica y rigurosa que estudie y evalúe las responsabilidades 
financieras de la crisis. Hay que poner nombres 
y apellidos a todos aquellos que se beneficiaron de ella mientras 
ésta latía en la superficie y también mientras ésta arrasaba los 
puestos de trabajo y los derechos sociales de millones de personas. 


Banca pública 

En un ámbito nacional no se nos puede olvidar que la crisis 
se ha intensificado en España como resultado de la carencia de 
una verdadera banca pública. Paradójicamente el Estado está 
hoy día incluso privatizando y bancarizando las cajas de ahorros, 
que eran unos instrumentos pseudopúblicos que deberían 
haber sido el germen de una banca pública orientada hacia las 
necesidades reales de la economía y cuyo problema ha sido, 
precisamente, que han actuado como bancos privados y no 
siguiendo criterios de servicio público. 

Por eso la solución no puede ser la que se le está dando: privatizar 
las bancas para ponerlas un poco más tarde en manos 
del capital bancario. Hacer que el capital popular acumulado 
por las cajas de ahorros en tantos años pase a la banca privada 

146 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

es un expolio gigantesco que además va a dificultar todavía más 
la recuperación económica. 

Las autoridades dijeron que tuvieron que poner billones de 
euros para salvar a bancos irresponsables que habían provocado 
la crisis porque eran "demasiado grandes para caer". Y ahora 
lo que están haciendo al darles ese dinero y al ponerles a las 
cajas en bandeja es precisamente hacerlos más grandes todavía 
y provocar así que la próxima crisis sea aún más dura y peligrosa. 


Nuestra propuesta es nacionalizar las cajas de ahorros, pero 
no para que sigan haciendo el mismo tipo de negocio de los 
bancos privados irresponsables, sino para que de verdad lleven 
a cabo una práctica financiera vinculada al desarrollo regional 
y local, al servicio de los emprendedores y, en general, de todas 
las personas y empresas que necesitan financiación ágil, barata 
y segura para crear riqueza y no para especular. No cabe ninguna 
duda de que sin una banca pública el Estado será incapaz 
de recomponer la economía española, pues carecerá de un instrumento 
esencial para reorientar el modelo productivo. Si la 
financiación no viene, como hemos visto en estos tres últimos 
años, de la banca privada, la única manera de poner de nuevo 
en marcha la economía es disponiendo de banca pública. 

Y lo intolerable es que esas mismas entidades españolas que 
no han financiado de forma adecuada la economía productiva 
han obtenido, sin embargo, ingentes beneficios antes y después 
de la crisis. Beneficios que no se han canalizado ni a la economía 
(en forma de préstamos) ni al Estado (por la reducción 
impositiva de las últimas décadas), sino que en su lugar se han 
destinado más de la mitad a los accionistas privados (un 65 por 
ciento en 2009) y el resto a hacer inversiones para ampliar el 
negocio dentro y, sobre todo, fuera de España. 

En consecuencia creemos que se debe plantear la nacionalización 
de las entidades que actúan así, sin cumplir la tarea para 
la que se supone que reciben el dinero de sus clientes. De esa 
forma se garantizaría el flujo de financiación a la economía 
además de incrementar los ingresos del Estado. 

147 

HAY ALTERNATIVAS 

Controlar la creación de dinero bancario a través de la deuda 

Hay que tener en cuenta que la base de los problemas que ha 
creado la banca privada se encuentra en el privilegio que tiene 
de crear dinero bancario cuando concede préstamos.2 Eso lleva 
a que la banca haga todo lo que esté en su mano por aumentar 
la deuda (entre otras cosas, propiciando políticas que reduzcan 
los ingresos de los sujetos económicos para que se vean obligados 
a endeudarse) y así desestabiliza la economía. Por tanto, 
hay que avanzar ya hacia un sistema bancario que elimine ese 
privilegio y que no se base en la creación del dinero a través de 
la deuda. 

2. Veamos un ejemplo que muestra cómo los bancos crean dinero a medidaque utilizan una parte de los depósitos de sus clientes para conceder créditos. 
Supongamos que una persona llamada Harry es la única que tiene dinero:
cinco billetes de 20 euros. La cantidad de dinero que hay en la economía es,
por tanto, de 100 euros. Supongamos ahora que Potter le pide prestados 40euros y que se los presta. Después del préstamo la cantidad de dinero quehay en la economía sigue siendo 100 euros aunque ahora 60 euros estén enmanos de Harry y 40 euros en las de Potter. 
Pero supongamos ahora que Perico, una tercera persona, crea un banco yconvence a Harry para que deposite sus 100 euros a cambio de un generosointerés del 5 por ciento anual. Enseguida Perico pensará que no es probableque Harry quiera disponer de inmediato de todo su dinero, de modo quedecidirá dejar una parte en su caja (supongamos que 60 euros) por si Harryen efecto le solicita retirar alguna cantidad, y prestar el resto a Potter. 
Lo que ocurre cuando el banco presta entonces 40 euros a Potter suele parecer 
milagroso a quienes lo oyen por primera vez. Por un lado Perico le darálos 40 euros a un interés mayor, de modo que ya así obtendrá una suculenta 
retribución. Pero eso no es todo. Lo que parecerá un milagro es que cuando 
Perico presta los 40 euros hace que en la economía haya más dinero.
Exactamente 40 euros más, es decir, el importe de la deuda de Potter con elbanco. Veamos: Harry sigue teniendo sus 100 euros. De hecho, puede hacerpagos con sus cheques por ese valor. Y, por su parte, cuando Potter ha recibido 
el préstamo tiene 40 euros en su bolsillo. 
En total, pues, ahora hay 140 euros en la economía. Perico no ha creadodinero legal, puesto que la cantidad de dinero en billetes no ha cambiado(sigue habiendo 100 euros en billetes: 40 en el bolsillo de Potter y 60 en lacaja del banco de Perico). Pero sí ha creado medios de pago denominados"dinero bancario". 
148 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

Modificar la función de los bancos centrales 

Para que todo lo anterior sea posible es fundamental que el 
Banco Central Europeo cambie su política de manera radical. 

No se puede permitir que una institución encargada de la 
regulación haya hecho la vista gorda ante las prácticas y el uso 
y abuso de productos financieros que amenazan a medio plazo 
la economía mundial o que sea indiferente ante la falta de 
financiación de la economía cuando está dando dinero al 15 
por ciento a la banca privada, casi regalado, para que la financie. 


Hay que acabar con el estatuto de independencia del Banco 
Central Europeo, someterlo a los poderes representativos y vincular 
su función a la consecución del pleno empleo y la satisfacción 
plena e integral de las necesidades humanas. Y tiene 
que pasar a actuar con transparencia y ser gobernado con pluralidad 
y representando los distintos intereses sociales y no ser 
gobernado por ideólogos neoliberales al servicio de los grupos 
financieros más poderosos, como ahora sucede. 

Banca ética 

Tal y como hemos apuntado antes, la banca debe estar 
subordinada a la economía productiva, pero además tiene que 
tener un carácter ético y social. Al fin y al cabo no es ni mucho 
menos lo mismo financiar la construcción de los trenes de alta 
velocidad que financiar a los pequeños productores o proyectos 
de energía renovable. El papel de la banca tiene que estar basado 
en los deseos sociales sobre qué y cómo se quiere producir. 
Por eso es fundamental que se elabore una ley de ética bancaria 
y financiera que imponga transparencia y que asegure el buen 
uso de los fondos, que impida que los bancos sean instrumentos 
del fraude y la evasión fiscal. 

149 

HAY ALTERNATIVAS 

Descentralizar el sistema bancario y monetario 

Por otro lado hay que tener también en cuenta que la financiación 
de la economía se mueve a muy diferentes niveles: no es 
lo mismo financiar una infraestructura gigantesca que a 
pequeños empresarios o a mujeres emprendedoras que quieren 
abrir un pequeño negocio, ni se necesita el mismo tipo de 
banco para una cosa u otra. Un banco global seguramente sea 
mucho más ineficiente para financiar a la economía local y personal 
que otro de pequeña dimensión pegado al terreno. Como 
también hay que tener en cuenta que cada sector o actividad 
tiene sus peculiaridades (agricultura, vivienda, mujeres...) y que 
un banco generalista las atiende peor que otro especializado. Y, 
por supuesto, hay que pensar que muchas necesidades de financiación 
de pequeña escala ni siquiera necesitan bancos en sentido 
estricto, sino que se pueden satisfacer mediante cooperativas 
de crédito o mediante la puesta en común solidaria del 
pequeño ahorro de compañeros o conciudadanos en empresas, 
asociaciones, colegios, etcétera. 

Por eso se debe promover la segmentación de la actividad 
bancaria, rompiendo el oligopolio ineficiente y muy contrario a 
los intereses de las personas dominantes que sólo beneficia a los 
grandes propietarios. 

Conviene fomentar instrumentos innovadores de financiación 
ética y solidaria como una forma alternativa a la banca 
comercial que permite que las personas sean conscientes de que 
sus ahorros no se están utilizando para especular contra los bienes 
públicos o para apoyar la industria del armamento, por 
ejemplo. 

Concretamente, hay que ir creando las condiciones para que 
el ahorro personal pueda servir de motor de actividades económicas 
a pequeña escala sin necesitar de la intermediación de 
instituciones bancarias, utilizando para ello las redes sociales y 
los grupos de trabajo, los espacios vecinales, etcétera. La micro-
financiación tan necesaria para satisfacer necesidades de dine


150 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

ro inmediatas y a veces muy decisivas para la vida de muchas 
personas puede organizarse a través de pequeñas y descentralizadas 
redes de financiación alternativa que fortalecen los lazos 
entre las personas y refuerzan la vida social. 

Una nueva concepción de las finanzas personales puede 
contribuir a mejorar la economía en su conjunto si todos formamos 
parte de ese proceso. Y en ese sentido se debe empezar 
a experimentar ya con el uso de monedas locales, vinculadas a 
las actividades que tienen que ver con las dimensiones más 
microscópicas de la vida económica, con los intercambios no 
mercantiles o basados en relaciones ajenas a los mercados convencionales. 


LA FINANCIACIÓN DEL SECTOR PÚBLICO 

Como hemos dicho, una parte fundamental de la financiación 
que necesita la economía es la que se dirige al Estado y es 
muy importante que sea eficiente, suficiente y sostenible. 

Como sabemos, cuando los ingresos del Estado han caído 
mientras que los gastos han aumentado los economistas neoliberales 
han propuesto una rebaja del gasto público. Y los 
gobiernos, a través de la aplicación de los planes de ajuste, están 
haciendo caso a esas recomendaciones. 

Insuficiencia de gastos e ingresos 

Sin embargo, ésa es una solución muy dañina para los intereses 
sociales, muy negativa para la economía y que además se 
basa en una lectura muy cínica del equilibrio entre ingresos y 
gastos, puesto que sólo se fija en estos últimos sin tener en 
cuenta el nivel de ingresos. 

El cinismo de este tipo de propuestas se comprueba teniendo 
en cuenta que el PIB per cápita en España es ya el 94 por 
ciento del PIB per cápita promedio de la UE-15. Y que, sin 
embargo, el gasto público social per cápita es sólo el 74 por 

151 

HAY ALTERNATIVAS 

ciento del gasto público social per cápita promedio de la UE-15 
y que los ingresos del Estado español representan una cantidad 
equivalente al 34 por ciento del PIB, que es el porcentaje más 
bajo de la UE-15, cuyo promedio es del 44 por ciento. 

Es decir, que lo nos equipara con nuestros socios europeos, 
lo que se supone que debemos hacer, es aumentar el gasto y 
también los ingresos, no disminuir ambos. 

Nosotros creemos que el "santo temor al déficit", una idea 
muy de moda en la época liberal que defendía el Nobel 
Echegaray y que los neoliberales han resucitado (aunque luego 
no la respetan cuando gobiernan si no les conviene), no está 
siempre justificado. Hay inversiones que tienen un necesario 
horizonte a largo plazo y que lo lógico es que se financien con 
deuda, y siempre se puede mantener un nivel sostenible de esta 
última que facilite la dotación del capital social que es imprescindible 
para que cualquier economía funcione con eficiencia. 

Pero lo que nos interesa resaltar aquí es que si fuera obligado 
equilibrar las cuentas de nuestro sector público, o reducir 
ahora su déficit, se podría conseguir no sólo recortando gastos 
esenciales, como proponen los neoliberales para evitar que las 
clases de renta alta tengan que contribuir al sostén del Estado 
con impuestos, sino aumentando los ingresos como resultado, 
por un lado, de un incremento en la actividad económica, que 
dependerá precisamente de la aplicación de medidas inversas a 
los planes de ajuste que se llevan a cabo, y, por otro, de la reestructuración 
de las fuentes de ingresos impositivos. 

La primera opción es obvia. Los planes de ajuste están intentando 
reducir el gasto público, pero éste es un estimulante del 
crecimiento económico y del empleo (como se pudo comprobar 
cuando se aplicaron los llamados planes de estímulo al 
comienzo de la crisis), de modo que su reducción provocará de 
forma inevitable un descenso en la actividad económica. Y ese 
descenso necesariamente desembocará en menores ingresos 
para el Estado, con lo cual a la vez que se estará gastando menos 
también se estará ingresando menos y, en definitiva, la relación 
ingresos/gastos se mantendrá idéntica. Por esta misma razón 

152 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

premios Nobel de Economía como Joseph Stiglitz o Paul 
Krugman se oponen a los planes de austeridad, indicando que 
dirigen las economías hacia el desastre. 

La segunda opción (aumentar la recaudación impositiva) no 
está muy bien vista en general, pero se debe a la insistencia con 
que se difunde la idea de que los impuestos son malos y que a 
todos nos conviene que bajen. 

Cuando se difunde ese discurso se ocultan dos hechos fundamentales. 


El primero, que la recaudación del Estado se consigue 
mediante los impuestos, pero que no todo el mundo paga los 
mismos impuestos. 

En España, por ejemplo, tenemos un sistema justo y progresivo 
en teoría, pero sólo en teoría porque en la práctica, como 
ya hemos avanzado antes, la mayoría de los ingresos provienen 
de la imposición sobre el trabajo y no sobre las rentas del capital, 
y en particular sobre los asalariados que sólo tienen su sueldo 
como única fuente de ingresos. 

La segunda cuestión que ocultan es que, cuando se hacen 
reformas fiscales que se presentan como menos impuestos para 
todos, en realidad sólo suponen rebajas impositivas, como se ha 
demostrado que ocurrió en España con las últimas que se han 
llevado a cabo, para las rentas más elevadas y del capital, y especialmente 
las de origen inmobiliario. 

Justicia fiscal 

Nosotros abogamos por una reestructuración que suponga 
un incremento de los impuestos directos, es decir, que afecte 
fundamentalmente a las clases más adineradas. 

Con esos ingresos impositivos el Estado financia los servicios 
públicos que proporciona a los ciudadanos, así que si el sistema 
español funcionara bien podría decirse que los ricos 
financian en mayor parte el Estado del Bienestar. Pero por desgracia 
y como puede intuirse el sistema no funciona como 
debería, y además los gobiernos no hacen nada por resolverlo. 

153 

HAY ALTERNATIVAS 

Hay dos fallas enormes que permiten que al final, en la práctica, 
el sistema impositivo opere al revés de como está previsto 
y que sean en realidad las clases populares las que financien el 
Estado del Bienestar en su mayor parte. 

La primera falla es la economía sumergida, que son todas 
aquellas actividades económicas que deberían declararse (y por 
tanto pagar impuestos) y que no lo hacen. El Sindicato de 
Técnicos del Ministerio de Hacienda calcula que este tipo de 
actividades representa en torno al 23 por ciento del PIB,3 es 
decir, unos 245.000 millones de euros. 

En su opinión la aplicación de medidas adecuadas para atajar 
la economía sumergida permitiría aumentar la recaudación 
en 38.500 millones de euros anuales, lo que a su vez contribuiría 
a recortar el déficit del conjunto de las administraciones 
en torno a un 40 por ciento. 

Pero la segunda y más importante falla es el fraude fiscal y 
el uso de instrumentos financieros (como los fondos de inversión 
tipo SICAV y otros que operan en paraísos fiscales) que 
permiten que las grandes fortunas declaren tener mucho 
menos de lo que en realidad tienen y que, por tanto, paguen 
menos impuestos. Las grandes fortunas y las grandes empresas 
desvían sus fondos a paraísos fiscales o mantienen sus posesiones 
(casas, coches, empresas, etcétera) a nombre de fondos de 
inversión inscritos también en paraísos fiscales o en países con 
menores tasas impositivas.4 

Además, con la excusa de que de esa forma se promovía el 
crecimiento económico (lo que se ha demostrado que era 
falso), los sucesivos gobiernos han ido reduciendo de forma sistemática 
los impuestos directos e incrementando ligeramente 
los indirectos, de manera que el Estado tiene cada vez menos 
recursos para pagar los servicios públicos y resta progresividad 
al sistema. La reducción de impuestos ha sido, tal y como ha 

3. Cinco Días, 15-XII-2010, "La economía sumergida se mantiene en el 20 porciento" (http://www.cincodias.com/articulo/economia/economia-sumergida-
mantiene/20101215cdscdieco_7/).
4. J. H. Vigueras, Los paraísos fiscales, Akal, Madrid, 2000. 
154 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

señalado el Fondo Monetario Internacional, responsable del 40 
por ciento del déficit estructural existente en España y en la 
mayoría de los países de la OCDE que siguieron semejantes 
políticas. Si se recuperaran los tipos existentes antes de las 
reformas regresivas fiscales, pasando de un 43 a un 45 por ciento 
para las rentas superiores a 60.000 euros, y se añadiera un 
nuevo tramo para los que ingresan más de 120.000 euros, con 
un tipo del 50 por ciento, el Estado ingresaría 2.500 millones de 
euros más a las arcas, lo que afecta únicamente al 3,98 por ciento 
de los ciudadanos. A esta cantidad podría añadirse la recuperación 
del Impuesto sobre el Patrimonio y con tal medida el 
Estado podría ingresar 2.120 millones de euros. Si por otra 
parte se recuperara el tramo que pagaban las grandes empresas 
en su Impuesto de Sociedades, pasando del 30 al 35 por ciento, 
el Estado recuperaría 5.300 millones de euros (lo que afecta 
sólo al 0,12 por ciento del total de las empresas). Sumado esto a 
lo anterior, podemos decir que en España se impuso una trayectoria 
lenta pero constante de regresión social.

Ésa es la razón de que el Estado no disponga de ingresos 
suficientes y, por tanto, lo que debe hacer es subir los impuestos 
a las clases más adineradas y a las empresas cuyos beneficios 
no están volviendo a la economía productiva, pero también 
debe concentrar su actividad en perseguir el fraude fiscal y la 
economía sumergida. Todo eso permitirá reflotar dinero que 
nunca debería haber dejado de entrar. Además hay que recuperar 
impuestos como el del Patrimonio, así como imponer otros 
impuestos como el de las Transacciones Financieras, destinado 
a evitar la especulación financiera. 

LA FINANCIACIÓN DEL DÉFICIT Y LA DEUDA PÚBLICA 

Antes comentamos que cuando un Estado necesita financiarse 
para pagar el desfase entre gastos e ingresos recurre al 
mercado de deuda pública. Allí los inversores (bancos, grandes 
fortunas, etcétera) prestan dinero a un determinado tipo de 

155 

HAY ALTERNATIVAS 

interés que a su vez y en un sentido general depende de la confianza 
que se tenga en la economía. Por ejemplo, si se desconfía 
de la devolución de los préstamos por parte del Estado, los 
inversores exigirán mucho más dinero en pago de intereses. 

Cuando la crisis comenzó y los Estados tuvieron que endeudarse, 
muchos inversores, muy cualificados y con muchos 
medios a su alcance, aprovecharon la situación para especular y 
hacer grandes negocios en este mercado. 

Terrorismo financiero 

Como tiburones, los especuladores acuden cuando huelen 
sangre, y la herida de Grecia tras el reconocimiento de que 
había falseado las cuentas públicas dejaba entrever grandes 
posibilidades de beneficio que podían ser explotadas. La similitud 
entre las situaciones económicas de los países periféricos 
europeos hizo que otros países como Portugal o España sufrieran 
también el ataque de fondos de inversión y bancos que buscaban 
aprovechar la coyuntura. Eso conllevó un incremento de 
la desconfianza en los Estados, bastante injustificada (como en 
el caso de España que en realidad nunca ha estado en una situación 
que objetivamente haya supuesto riesgo de impago) porque 
era el resultado de rumores que los propios especuladores 
lanzaban para lograr subir los tipos pero que terminaba por 
incrementar el coste de la deuda para el Estado. Cada vez que 
éste acudía a endeudarse tenía que pagar más y más en concepto 
de intereses. Mientras que la contrapartida era que quienes 
prestaban al Estado cada vez recibían más y más, y además 
podían incluso vender los títulos de deuda pública -que le 
daban derecho a cobrar del Estado- 
y seguir especulando en un 
proceso sin fin. 

El ejemplo más evidente es el ya comentado de los grandes 
bancos europeos, que recibiendo préstamos baratos del Banco 
Central Europeo (BCE) utilizaron ese dinero para prestar a los 
diferentes Estados europeos y no para proporcionar fondos a la 
economía real. Y que, además de ello, después de todo se han 

156 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

atrevido a reclamar reformas profundas en las economías 
nacionales con el único propósito de aumentar el poder y los 
privilegios de la banca y las grandes empresas. 

Sin embargo, como hemos advertido, las reformas actuales 
no conseguirán más que debilitar la actividad económica y, con 
ello, los ingresos del Estado. La consecuencia final será la necesidad 
de endeudarse una y otra vez, en un círculo vicioso que 
no terminará hasta que se decida no pagar la deuda. Los bancos 
evidentemente lo saben y por eso exigen a la Unión 
Europea que rescate a los Estados, porque en realidad esos rescates 
sólo benefician a los propios bancos que en caso de quiebra 
o de denuncia de la deuda no cobrarían sus préstamos. Y los 
rescates no son más que una transferencia de dinero público 
(proporcionado por la Unión Europea) a manos privadas (a los 
bancos que tienen deuda pública), a costa además de graves 
recortes sociales. 

El caso de Irlanda 

Durante muchos años el ejemplo irlandés estuvo de moda y 
se ponía constantemente a los demás países: la política de bajos 
impuestos sobre el capital (casi la mitad de la media europea), 
la amplia liberalización de la actividad económica y las privatizaciones, 
la moderación salarial y las grandes facilidades a los 
capitales para que pudieran actuar a su antojo se consideraban 
la clave de su éxito y lo que debería hacer cualquier otra economía 
que quisiera ser tan próspera y dinámica como el "tigre 
celta" de entonces. Claro que se estaba hablando de un éxito que 
sólo se medía por el incremento vertiginoso del PIB pero no 
por la disminución de las desigualdades o de la brecha de los 
estándares de bienestar del país respecto a la media europea. 

Los gobiernos conservadores facilitaban la actividad de los 
bancos que se dispusieron a crear deuda y a financiar la actividad 
especulativa sin freno sin que ni a uno ni a otro preocupara 
la generación de burbujas inmobiliarias o la escasa base real 
del crecimiento que se generaba. 

157 

HAY ALTERNATIVAS 

En realidad lo que estaba haciendo Irlanda no era otra cosa 
que aplicar como un alumno aventajado las políticas de ajuste 
estructural que el Fondo Monetario Internacional había propuesto 
desde hacía años para favorecer el incremento de las 
rentas del capital. Y por eso el Fondo aplaudía lo que se estaba 
haciendo allí al afirmar que sus políticas económicas ofrecían 
lecciones útiles a otros países. 

Por eso no fue ni mucho menos una casualidad que el alumno 
europeo que las aplicó con mayor fidelidad fuera precisamente 
el primero que entró en recesión en 2008, cuando se 
desencadenó la crisis de las hipotecas basura. Como tampoco 
es casual que la economía que primero aplicó los planes de austeridad 
como respuesta frente a la crisis fuera la que primero 
sufrió los latigazos que producen las medidas neoliberales. 

En realidad Irlanda es actualmente una especie de laboratorio 
que permite comprobar el efecto de las políticas neoliberales 
de austeridad que impone el fundamentalismo dominante 
desde hace años en Europa. 

Aunque ahora muy pocos lo recuerdan, Irlanda aprobó 
antes que nadie el gran programa de austeridad y recortes que 
proponen los economistas liberales para salir de la crisis: reducción 
de hasta el 20 por ciento en los sueldos de los funcionarios 
y un 10 por ciento en las prestaciones sociales, además de hacer 
lo mismo en un buen número de programas de gasto público y 
social. Aunque, eso sí, poniendo al mismo tiempo a disposición 
de bancos quebrados docenas de miles de millones de euros 
que pusieron por las nubes el déficit y la deuda del Estado. 

Cuando tomó estas medidas, de nuevo el caso irlandés fue 
puesto como un ejemplo para los demás. Los medios de comunicación 
neoliberales, la Comisión Europea y por supuesto una 
vez más el Fondo Monetario Internacional alabaron su política 
de austeridad y recortes frente a la crisis. 

Este último organismo, haciendo otra vez gala de su desvergonzada 
forma de hacer pronósticos económicos, afirmó, para 
poder aplaudirlas así con aparente fundamento, que gracias a la 
aplicación de estas medidas la economía irlandesa crecería un 1 

158 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

por ciento en 2009. Sin embargo, su efecto real fue otro, como 
los economistas críticos habíamos pronosticado que iba a ocurrir 
allí o en otros países en donde se aplicaran: en 2009 el PIB 
de la economía irlandesa, lejos de aumentar, bajó un 11 por 
ciento. 

Con esa caída estrepitosa, con una reducción de la inversión 
del 30 por ciento y de más del 7 por ciento del consumo, la economía 
no pudo generar recursos suficientes, fue más difícil 
recaudar ingresos para hacer frente a la deuda y ésta siguió 
subiendo, lo que hacía, para colmo, que los mercados la castigaran 
subiendo los tipos a los que puede colocarse. 

A eso se añade que al haber dejado sin llevar a cabo una verdadera 
reforma financiera la situación patrimonial de los bancos 
siguió agravándose y les acabó haciendo falta una nueva 
dosis de generosa inyección de liquidez para sacarlos a flote 
poniendo a su disposición (bajo la idea de que se rescataba a 
Irlanda) otros 80.000 millones de euros más sólo para ellos. 

Equívocos sobre la deuda 

Todo lo que acabamos de señalar pone de manifiesto que 
cuando se habla del gran problema de deuda que se ha creado 
en Europa se cae en demasiados equívocos que hay que desvelar 
y rechazar. 

Así, es sospechoso que casi siempre que se subrayan su 
naturaleza indeseable y sus graves consecuencias se haga mención 
a la pública pero no a la privada. 

Por otro lado, cuando se habla en general de deuda no se 
suelen contemplar con rigor sus causas. Lo normal es recurrir a 
frases manidas pero que a fuerza de repetirse calan en la opinión 
de la gente como si fueran verdades indiscutibles: la deuda 
privada es consecuencia de que vivimos por encima de nuestras 
posibilidades y la pública, el resultado de que los gobernantes 
son unos manirrotos cuando utilizan el dinero de los demás. 
Por eso, cuando esta última ha crecido, enseguida se obliga a 
reducir el gasto público y se difunde la idea de que es debida a 

159 

HAY ALTERNATIVAS 

un despilfarro maligno de los gobiernos que debe evitarse 
cuanto antes. 

Otra constante del planteamiento convencional del problema 
de la deuda es que a la hora de hacerle frente no se suele 
poner sobre la mesa, como acabamos de comentar, la necesidad 
de aumentar los ingresos sino que casi siempre queda en primer 
plano la reducción del gasto para disminuirla o ir eliminándola. 


Pero lo que sin duda parece más sospechoso es que al hacer 
referencia a la deuda prácticamente nunca se mencione lo que 
es en realidad: un negocio de la banca. 

Se nos quiere presentar siempre la deuda (y sobre todo la 
pública porque además eso permite combatir al Estado y a la 
política) como una especie de patología perversa que hay que 
erradicar pero nunca se pone de relieve y en primer plano que 
gracias a la deuda los bancos obtienen un beneficio privilegiado, 
no sólo por su cuantía sino también, y quizá sobre todo, por 
el poder inmenso que les da sobre el resto de la sociedad. Como 
hemos señalado anteriormente, cada vez que se concede un 
crédito los bancos obtienen beneficio y más poder, y en consecuencia, 
lo mismo que un productor de sillas trata siempre de 
vender el mayor número de ellas, los bancos procuran que el 
volumen de deuda sea el más elevado posible en la economía 
porque en él le va su ganancia, su extraordinaria influencia 
política y el inmenso poder que obtienen al crearla. 

El origen real de la deuda 

Lo que está ocurriendo hoy día en Europa es que las 
corrientes de opinión neoliberales han logrado hacer creer a la 
población que la explosión de la deuda es culpa de los gobiernos 
y que, por tanto, éstos deben asumir su financiación 
haciéndola descansar sobre las espaldas de la población en 
general. Y de ahí deducen que la deuda se debe combatir, por 
tanto, mediante políticas de austeridad, recortando gastos 
sociales en educación, sanidad, políticas familiares o en pensio


160 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

nes públicas y, en general, reduciendo la presencia del sector 
público en la vida económica. Lo que, casualmente, trae como 
consecuencia que se abra de par en par un nuevo y floreciente 
yacimiento de negocio privado para sustituir la oferta que antes 
realizaba el sector público, aunque ahora para ofrecerla a precio 
más elevado y, por tanto, al alcance de una menor parte de la 
sociedad. 

La ocultación de las verdaderas causas que han originado la 
deuda y su utilización para combatir las políticas de bienestar, 
que para financiarse necesitan la contribución de los sectores 
de renta más elevada pero que están cada vez menos dispuestos 
a darla, ha alcanzando hoy día el paroxismo y tiene en algunos 
casos, como los recientes de Grecia, Irlanda o Portugal 
además de otros en el Este de Europa, tintes verdaderamente 
dramáticos. 

El caso de Grecia es paradigmático. Los poderes europeos e 
internacionales le imponen severos programas de ajuste que 
reducen y deterioran de forma drástica los ingresos y las condiciones 
de vida de la población de menor ingreso para hacer 
frente a la deuda acumulada, pero lo hacen sin tener en cuenta 
su origen: la venalidad criminal de los coroneles dictadores que 
hicieron subir la deuda cuando gobernaron, la corrupción con 
que se organizaron los Juegos Olímpicos (inicialmente presupuestados 
en 1.500 millones de dólares pero que terminaron 
costando unos 20.000 millones debido a las ganancias extraordinarias 
y corruptas de las grandes empresas), los créditos multimillonarios 
vinculados a la compra de armamento a Francia y 
Alemania o las políticas que los bancos europeos impusieron en 
la última década para facilitar la constante inyección de crédito 
a la banca, a las empresas y a las familias griegas precisamente 
porque ése es, como hemos señalado, el negocio de la banca: 
multiplicar sin freno la deuda prestando dinero. 

Y en particular los grandes poderes europeos no están 
teniendo en cuenta que fueron las políticas impuestas en los 
últimos años para incrementar el beneficio del capital en detrimento 
de los salarios y de las rentas del sector público las que 

161 

HAY ALTERNATIVAS 

han provocado una pérdida continuada de ingresos que ha 
obligado a recurrir constantemente al endeudamiento.

Ésa y no otra ha sido la razón por la que los bancos y las 
grandes empresas han defendido las políticas neoliberales de 
los últimos años: los bancos porque al disminuir con ellas el 
poder adquisitivo aumentaban la demanda de créditos, y las 
grandes empresas porque con menos salario y con menos 
empleo no sólo obtenían más beneficio sino también más 
poder de negociación frente a trabajadores siempre amenazados 
por el paro y agobiados por la carga de la deuda. 

Auditar la deuda 

Los gobernantes y los responsables europeos de las políticas 
de austeridad que están imponiendo a la población para combatir 
la deuda, según dicen ellos para justificarlas, no se están 
haciendo una pregunta fundamental que habría que hacerse 
siempre que se aborda un problema de deuda: ¿quién se ha 
lucrado con ella? Y, si se han lucrado unos, ¿por qué tienen que 
pagarla luego otros? 

La deuda de esta última naturaleza, la que se hubiera obligado 
a contraer a unos para que sean otros los que se beneficien 
de ella, es una deuda inmoral, ilegítima u odiosa y, por tanto, 
que puede ser rechazada por aquellos a quienes se impone cargar 
injustamente con su financiación, en este caso la población 
europea.5 

Por eso una demanda de justicia elemental que proponemos 
es que se audite la deuda española de un modo independiente 
y veraz para determinar su origen y sus verdaderos beneficiarios. 
Tanto la privada que se generó gracias a las políticas neo


5. La idea de deuda odiosa ilegítima proviene del principio según el cual lapoblación no tiene por qué hacerse cargo de la deuda contraída por la fuerza 
y contra su voluntad por dictaduras. Podría argumentarse del mismomodo cuando es el resultado de acciones fraudulentas en los mercados, 
resultantes de un poder desmesurado de los financieros respecto a losgobiernos o consecuencia de acciones encaminadas a alterar el precio de lascosas al margen de la buena fe o de los usos habituales en los mercados. 
162 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

liberales fiscales y monetarias de los últimos años, como la 
pública que más recientemente se ha producido para hacer 
frente a la crisis o como consecuencia de la especulación criminal 
que se ha desarrollado, durante mucho tiempo ante la pasividad 
de nuestros gobernantes, contra las emisiones de deuda 
de varios Estados. Y, por supuesto, esa demanda debe ir acompañada 
de la exigencia del derecho correlativo a repudiar la 
deuda que sólo ha beneficiado a la banca, a las grandes empresas 
y a los especuladores internacionales. 

Es de todo punto injustificable que la clase política dominante 
permanezca indiferente ante un crecimiento de la deuda 
debido, en gran parte, a la manipulación artificial de su precio 
por parte de los especuladores (muchos de ellos, bancos, que lo 
hacen con dinero público). Es imprescindible realizar esa auditoría 
y a partir de ella determinar si se reestructura la deuda o 
si se deja de pagar. 

La reestructuración supondría diferenciar los diversos contratos 
de deuda asumidos por el Estado y modificarlos en plazo, 
en cantidad o incluso, ya sí, cancelarlos parcial o totalmente. 

La reestructuración dirigida por los deudores, el Estado, 
supone la realización de una auditoría previa de la totalidad de 
la deuda controlada por los ciudadanos. Se trata de estudiar qué 
parte de la deuda es ilegal, inmoral o directamente insostenible. 
Por ejemplo, puede declararse inmoral cualquier contrato de 
deuda suscrito por bancos rescatados con dinero público o 
incluso los de aquellos bancos que han comprado deuda pública 
con dinero barato prestado por el Banco Central Europeo. 
En ese caso puede reestructurarse en plazos, en cuantía o sencillamente 
declarar que no se pagará nunca. Todo con el objetivo 
de reducir la carga de la deuda. 

Por supuesto este proceso tiene costes políticos y económicos 
importantes. Los mercados financieros (los acreedores) 
actuarían conjuntamente para atacar y especular con el país en 
cuestión. También habrá radicales reticencias a nivel institucional 
por parte de la Unión Europea y el Banco Central Europeo, 
amén de los bancos nacionales. Por eso sería recomendable que 

163 

HAY ALTERNATIVAS 

la reestructuración de la deuda formara parte de un plan más 
amplio y que además estuviera coordinado por, al menos, los 
países que más lo necesitan. Y estos países son los de la periferia, 
como Portugal, Grecia o España. Si bien lo deseable sería 
realizar una auditoría a nivel europeo. Además, y como veremos 
en el capítulo siguiente, es necesario acompañar todas esas 
propuestas con una reestructuración completa del sistema 
financiero europeo y mundial para evitar que la especulación 
contra el mercado de deuda pública pueda ser posible. 

Pero la experiencia ya acumulada nos permite saber que se 
puede ejercer ese derecho de forma ordenada y sin que eso provoque 
daños mayores que los que se pueden evitar, como dirían 
para oponerse al repudio de la deuda quienes durante todo este 
tiempo anterior han trabajado para los grandes beneficiarios de 
la deuda. Todo lo contrario, sólo así se le podrá dar aliento y 
sostenibilidad a la actividad económica que de verdad satisface 
las necesidades sociales. 

Los costes de las actuales estrategias europea 

y española frente a la deuda 

Una investigación reciente de Mark Weisbrot y Juan 
Montecino, de Center for Economic and Policy Research, 
CEPR, de Washington, demostró que pueden darse escenarios 
muy realistas bajo los cuales las políticas de austeridad que está 
llevando a cabo el gobierno español por imposición europea 
darán niveles más altos de endeudamiento en comparación con 
lo que sucedería si se continúa con un estímulo fiscal moderado 
como el que estamos proponiendo.6 

El informe indica que los problemas presupuestarios de 
España así como el desempleo y la débil recuperación de su 
economía son el resultado de lo que ya hemos mencionado 
nosotros: el colapso de la demanda privada. En consecuencia la 

6. La propuesta está en Mark Weisbrot y Juan Montecino, Alternativas a la 
austeridad fiscal en España, Center for Economic and Policy Research,
Washington, 2010 (www.cepr.ne). 
164 

LA FINANCIACIÓN DE OTRO MODELO DE ACTIVIDAD ECONÓMICA 

política más eficiente según esos autores sería que el sector 
público compensara la falta de demanda privada hasta que la 
inversión privada y el consumo, y posiblemente las exportaciones 
netas, puedan sostener un crecimiento normal. Mientras 
que, por el contrario, recortar el gasto público e incrementar 
los impuestos bajo estas circunstancias son acciones pro cíclicas 
(llamadas así porque refuerzan el colapso de la demanda y, 
por tanto, agudizan lo malo de la situación en la que estamos) 
y lo que cabe esperar de ellas es que debiliten la recuperación o 
incluso que vuelvan a llevar a la economía a un estado de recesión. 


Teniendo en cuenta que el volumen de nuestra deuda no es 
muy grande, la solución que proponen sería mantener el gasto 
deficitario en los niveles actuales o posiblemente incrementar 
dicho gasto para así estimular la economía y que el Banco 
Central Europeo comprara una porción de la nueva deuda emitida 
por el gobierno español, y se comprometería a reembolsar 
el interés sobre dicha deuda al gobierno español, como ha sucedido 
en el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos y el 
Banco de Japón. 

De esa manera, si el Banco Central Europeo adquiriera la 
deuda del país por un monto equivalente al 4 por ciento del PIB 
de España, al año, durante los próximos dos años, y el gobierno 
no aumenta los impuestos o recorta el gasto durante este periodo, 
se produciría un aumento en la carga de endeudamiento 
bruto, pero no del endeudamiento neto, que permitiría un estímulo 
fiscal de casi el 4 por ciento del PIB (más de 40.000 millones 
de euros) durante dos años sin tener que recortar el gasto y 
manteniendo los incrementos impositivos planeados. Y así la 
relación de la deuda con el PIB no aumentaría demasiado.7 

Además con esta estrategia de estímulo que venimos defendiendo, 
no sólo se evitaría que haya más deuda en el futuro (lo 
que sólo vendrá bien a los bancos que la financien, no lo olvi


7. La deuda bruta se refiere a los compromisos de pago que tiene el Estadofrente al exterior. La deuda neta tiene también en cuenta los compromisosdel exterior con ese Estado. 
165 

HAY ALTERNATIVAS 

demos), sino también los costos sociales y económicos ocasionados 
por la pérdida de producción y un prolongado periodo 
de alto desempleo que afronta España en la actualidad. 

166 

VIII 
Otra Europa, otro mundo 


En los capítulos anteriores hemos mostrado que existen 
alternativas a las políticas neoliberales que se vienen aplicando 
en España en los últimos años y, por tanto, que no es verdad 
que sólo haya un único camino por el que de forma inexorable 
deba discurrir la vida económica. Nos hemos referido hasta 
ahora principalmente a lo que se puede y se debe hacer en nuestro 
país para lograr mejores resultados que los que vienen 
dando las políticas que defienden los neoliberales, pero somos 
conscientes, como hoy día casi todo el mundo, de que España 
forma parte de un entramado institucional y político más 
amplio, de la Unión Europea y de la Zona Euro, y que eso lógicamente 
impone plantear nuestros problemas en ese diferente y 
obligado campo de juego. 

En primer lugar España es miembro de la Unión Europea y 
eso significa que está sometida al dictado de las políticas comunes, 
lo que a su vez implica que las grandes medidas de tipo 
económico que la afectan son el resultado de consensos previos 

o de imposiciones de unos países sobre otros, que no siempre 
son favorables para el conjunto. La estructura económica de los 
distintos miembros de la Unión Europea es muy diferente y sus 
intereses en muchos casos son incluso antagónicos, lo que hace 
que las políticas que convienen a determinados grupos sociales 
de unos países resulten claramente perjudiciales para otros. Y si 
bien los mecanismos de compensación pueden mitigar a veces 
los efectos dañinos que conlleva aplicar determinadas políticas, 
no siempre se acaba por resolver este conflicto, que es uno de 
los grandes problemas de fondo de la Unión. 
167 

HAY ALTERNATIVAS 

En segundo lugar España también pertenece a la Zona Euro 
y su política monetaria está delegada en el Banco Central 
Europeo. De esa forma, cuando a España le ha interesado devaluar 
su moneda, para hacerla más competitiva, no ha podido 
hacerlo. Y esta imposibilidad ha perjudicado seriamente la 
posición exterior de nuestra economía, haciendo más insostenible 
aún nuestro déficit comercial. 

Este problema se agrava al no estar el Banco Central 
Europeo sujeto a control democrático y no tener que rendir 
cuentas ante el Parlamento europeo, y únicamente estar guiado 
por una concepción muy ideologizada de la economía que 
antepone objetivos nominales y muy favorables al interés privado 
del capital financiero a los del conjunto de la sociedad. Y sus 
decisiones acaban teniendo más que ver con el poder político 
que se encuentra detrás de una institución como el Banco 
Central Europeo que con criterios de solidaridad para favorecer 
al conjunto de las economías que forman parte de la Unión. 

Todo eso significa que cuando hablemos de la economía 
española tengamos que tener presente lo que ocurre en Europa 
y que al igual que hemos de procurar crear en nuestro interior 
las condiciones adecuadas para el empleo y el bienestar también 
hemos de hacerlo en el espacio europeo en su conjunto 
porque también allí hay alternativas para lo que se nos viene 
presentando como una idea exclusivista de Europa. 

Por otro lado también sabemos todos que la economía y la 
sociedad de casi todas las naciones se encuentran hoy día muy 
entrelazadas, que vivimos en un mundo muy globalizado en 
donde lo que cada uno pueda hacer depende en gran medida de 
lo que hagan los demás. Y es verdad que esto constituye también 
una consideración a la hora de aplicar políticas que traten, 
sobre todo, de salvaguardar los intereses nacionales. 

Ya hemos comentado que el triunfo de las ideas neoliberales 
impuso la eliminación de prácticamente todas las trabas a los 
movimientos de capital. Eso quiere decir que si las empresas o 
los financieros no están satisfechos con las condiciones existentes 
en un país (impuestos, normas laborales o ambientales...) 

168 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

pueden deslocalizarse, es decir, desplazarse sin ningún problema 
a cualquier otro lugar. Y, lógicamente, esto actúa como una 
potente arma de disuasión porque muchas veces basta con 
amagar, con amenazar a los gobiernos con esa deslocalización 
para que éstos enseguida también cambien las normas legales y 
concedan ayudas multimillonarias a las grandes empresas que 
actúan así. 

Ante la posible pérdida de empleos e inversiones la respuesta 
suele ser la cesión, y como eso se hace en todos los países 
resulta que estas nuevas condiciones liberalizadoras son las que 
han servido para crear una economía internacional en la que 
los estándares de protección laboral, de salarios, protección 
ambiental o, en general, sometimiento de los intereses empresariales 
a los sociales son cada vez más reducidos. 

Algo semejante ocurre con los capitales financieros. Si una 
nación decide aplicar, por ejemplo, medidas fiscales más equitativas, 
los inversores especulativos podrán organizar auténticos 
ataques contra ese país, destrozar sus monedas o encarecer 
su deuda hasta que se vean obligados a ceder. 

Aunque en este libro no podemos abordar alternativas a 
todos los problemas económicos del planeta, hemos de hacer 
referencia en este capítulo a las cuestiones internacionales más 
importantes que a nuestro juicio deben reformarse para salir de 
la crisis y poder aplicar las medidas que hasta ahora hemos propuesto. 


NADA ES INAMOVIBLE 

Las dos circunstancias de entorno que acabamos de mencionar, 
nuestra pertenencia a Europa y al euro y la globalización, 
son factores que condicionan nuestra capacidad de actuar, 
como la de los demás países, pero eso no quiere decir ni que 
estas condiciones sean inmutables, ni que no dejen rendijas 
muy importantes para actuar defendiendo los intereses nacionales. 
Ninguna de ellas significa ni mucho menos que los paí


169 

HAY ALTERNATIVAS 

ses y sus gobiernos tengan las manos completamente atadas a la 
hora de tomar decisiones. 

El discurso neoliberal imperante un día detrás de otro se 
repite constantemente a fin de que la gente termine por creerse 
que sólo se puede hacer lo que se hace y que no se pueden 
tomar otras medidas porque el mundo "es así", porque "Europa" 

o "la globalización" o "los mercados", que al final viene a ser lo 
mismo, no permiten que nadie se salga del camino trazado. 
Con este discurso consiguen que la ciudadanía no responda 
cuando se aplican las políticas neoliberales que disminuyen su 
renta y su bienestar: "son inevitables, no podemos hacer otra 
cosa", suele pensar casi todo el mundo. Y no reaccionan ni 
piensan ya en otras formas alternativas de resolver sus problemas. 


Por eso es importante entender que nada de eso es verdad. 
Que los ciudadanos pueden construir su historia y que pueden 
tomar las decisiones que deseen, y también en el campo económico, 
aunque lógicamente para ello deban crearse las circunstancias 
adecuadas de distribución de poder y organizarse bien 
los procesos de cambio. 

Nosotros tenemos la convicción de que las cosas se pueden 
hacer de otro modo en Europa y en el mundo. 

Lo cierto es que las políticas neoliberales han provocado un 
desastre general en la economía mundial, tal y como hemos 
analizado. Y no se trata tan sólo de que las medidas liberaliza-
doras que acabamos de comentar y el incremento extraordinario 
de la desigualdad hayan creado la crisis en la que estamos, 
que ya es mucho. En realidad vivimos, por su causa, en un estado 
generalizado y permanente de crisis. Desde hace años mueren 
de hambre entre 30.000 y 35.000 personas todos los días en 
el mundo y unos 2.700 millones de personas carecen de acceso 
al agua limpia en nuestro planeta azul, lo que causa la muerte 
de unas 5.500 personas también todos los días del año. ¿Puede 
haber una manifestación más evidente del fracaso de las políticas 
neoliberales, que, sin embargo, se nos presentan como las 
más eficientes para resolver los problemas económicos? 

170 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

En este capítulo vamos a mostrar que, a diferencia de lo que 
dicen los líderes y los economistas neoliberales, también hay 
alternativas en Europa y en el mundo capaces de plantear los 
problemas económicos de otro modo y de resolverlos de forma 
más eficaz y proporcionando mucho mayor bienestar social. 

EUROPA: ¿CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ? 

A veces se piensa erróneamente que la Unión Europea fue 
construida de una manera romántica, con toda la población 
europea poniéndose de acuerdo para construir un mejor futuro 
común. Esa idea está muy extendida en especial en los países 
del sur de Europa, que vieron la construcción europea como 
la opción para escapar de sus dictaduras y sus gobiernos ultraconservadores. 
Pero la realidad es otra porque la Unión 
Europea en la que ahora nos encontramos surgió de unas élites 
empresariales y financieras que simplemente buscaban disponer 
de un mercado común para el cual se necesitaba una moneda, 
el euro, que pasaría a sustituir a las monedas nacionales de 
la mayoría de países de la UE. 

Un ejemplo claro de la influencia decisiva de estas élites fuela aprobación del Acta Única, el documento en el que se establecían 
las condiciones previas y los procesos que iban a llevar 
a la creación de la Unión Europea y del euro. El propio dirigente 
de la compañía Phillips, Wisse Dekker reconoció años más 
tarde que fue él quien se encargó de reunir a cuarenta representantes 
de "las más grandes empresas europeas" -según sus 
propias palabras- 
y de preparar entre ellos el documento que 
luego sería asumido íntegramente por el comisario Cockfield 
para la elaboración de la propuesta de 300 directivas en las quese basaría el Acta Única.1 

1. G. Kaplan, "Countdown to 92. Gearing up vor competi ti veness", en IEESpectrum, vol. 27-6, pp. 22 y ss., 1990. La propuesta de Dekker fue algo másallá: llegó a proponer -aunque sin éxito- 
que el nacimiento del mercadoúnico coincidiese con la celebración del centenario de su empresa en 1991. 
171 

HAY ALTERNATIVAS 

La banca alemana también influyó de manera decisiva a la 
hora de imponer condiciones y para permitir que el marco, la 
moneda alemana, fuera sustituido por el euro. Una de ellas fue 
que el Banco Central Europeo tuviera como objetivo primordial 
controlar la inflación, que es siempre el enemigo número 
uno de los bancos, pues el valor del dinero desciende si la inflación 
aumenta. Y también impuso que el Banco Central 
Europeo no pudiera comprar deuda pública a los Estados y así 
los sometía a una austeridad continua en la que cada Estado no 
podía ni imprimir moneda ni tener asegurada una venta de su 
deuda a su banco central, y sometía su financiación a la disciplina 
impuesta por los bancos privados, cuyo negocio, como ya 
sabemos, es generar deudas. 

Los intereses de las grandes empresas y de los bancos europeos 
llevaron a que la actual Europa se haya construido atendiendo 
únicamente a los aspectos financiero y monetario, y 
dejando de lado el resto de ámbitos económicos. Eso no sólo ha 
provocado los problemas que más arriba señalamos sino que 
también ha producido un fuerte incremento de las desigualdades 
regionales dentro de la propia Europa. Especialmente 
importantes son las desigualdades que han aumentado como 
consecuencia de no haber planificado el modelo de crecimiento 
europeo, pues en su lugar se ha apostado por una lucha competitiva 
y no cooperativa entre todos los países miembros. Otra 
condición del establecimiento del euro fue el Tratado de 
Maastrich, que obligaba a los Estados a no tener un déficit 
público mayor del 3 por ciento del PIB y una deuda pública 
inferior al 60 por ciento del PIB. Esto significó un enorme freno 
al crecimiento económico y a la producción de empleo, medidas 
que el capital financiero deseaba para prevenir el crecimiento 
de la inflación que se consideraba debería mantenerse 
alrededor del 2 por ciento. Esto imposibilitó que los países, una 
vez en recesión, como ahora, pudieran salir de ella estimulando 
la economía. 

Sin mecanismos suficientes de compensación, sin una 
estrategia cooperadora entre todos los países y, por el contra


172 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

rio, sometidos todos ellos al interés exportador de las grandes 
empresas y de la banca alemana los países periféricos fueron 
perdiendo tejido productivo y capacidad de generar ingresos, 
mientras que los grandes grupos empresariales y financieros 
alemanes fueron acumulando gran cantidad de euros (pues la 
mayoría de exportaciones era a los países de la Zona Euro), 
euros que eran prestados a la banca de esos países periféricos y 
a sus Estados facilitando el enorme crecimiento del endeudamiento 
privado y público en aquellos países. 

De esta manera la clase dominante de Alemania evitaba la 
caída de sus exportaciones, financiando la demanda de los 
demás, incluso a pesar de que la capacidad adquisitiva de las 
clases populares de los países periféricos estaban disminuyendo. 
Una alternativa hubiera sido -tal como en su día había propuesto 
Oskar Lafontaine, ministro de Economía del gobierno 
socialdemócrata Schroeder- 
hacer depender la economía alemana 
de la demanda doméstica y permitir que las rentas producidas 
por la elevada productividad de la clase trabajadora 
alemana repercutiera en un crecimiento de sus salarios (que 
han estado estancados por muchos años), estimulando el crecimiento 
económico a base de aumentar la demanda y con ello 
también las economías periféricas que hubieran visto un crecimiento 
de sus exportaciones a Alemania. 

Esto indica que los intereses de las clases populares de los 
países céntricos y periféricos pueden coincidir, en lugar de 
mostrarlos como antagónicos, presentando a los trabajadores 
alemanes contra los trabajadores, por ejemplo, españoles. Hay 
que establecer estas alianzas frente a las alianzas de las clases 
dominantes de los países centrales y periféricos que controlan 
la Unión Europea, el Consejo Europeo, la Comisión Europea y 
el BCE, que intentan precisamente enfrentarlos, indicando que 
los trabajadores alemanes están ayudando a las personas trabajadoras 
de la periferia que supuestamente tienen mayores beneficios 
que ellos, cuando la realidad es muy distinta. La banca 
alemana y la de otros países centrales ha estado aliada a la 
banca de los países periféricos, así como con las grandes empre


173 

HAY ALTERNATIVAS 

sas, para imponer unas políticas que han perjudicado a las clases 
populares tanto del centro como de la periferia a fin de 
beneficiar sus intereses. 

De ahí que la salida que éstas ofrecen con sus constantes 
políticas de recortes salariales hizo que la única forma de mantener 
su demanda fuera aumentando la deuda, que los bancos 
alemanes no tenían problema en incrementar constantemente 
para hacer negocio y para dar salida así a las exportaciones alemanas. 


La salida que ofrecen los dirigentes neoliberales a esta situación 
es la misma de siempre: recortes salariales, tal y como propone 
ahora el llamado Pacto del Euro. Sus cuatro pilares (competitividad 
-con bajos salarios-, empleo -con reformas laborales-, 
finanzas públicas -con disminución del gasto público- 
y sistema financiero -con privatización de las cajas-) son los 
mismos que han articulado desde hace treinta años las políticas 
neoliberales y los que han dado lugar al problema que 
ahora quieren resolver con la misma receta que produjo la 
enfermedad y que está dañando a las clases populares de todos 
estos países, tanto centrales como periféricos, inhibiendo la 
demanda que se necesita para estimular toda la economía 
europea. 

Como hemos comentado ya, de esta forma no se podrá salir 
de la crisis en muchos años. Las políticas de austeridad agudizarán 
la crisis de las pequeñas y medianas empresas, cuyas ventas 
se hacen en el interior del Estado, y, por supuesto, de los trabajadores 
que verán sus condiciones de trabajo y sus salarios 
muy deteriorados. Las grandes empresas que pagan salarios en 
España y exportan su producción fuera saldrán de nuevo beneficiadas 
porque propuestas como las del Pacto les permiten 
incrementar sus márgenes de beneficio, pero será imposible 
que con esa exclusiva rueda ande bien el carro europeo en el 
que todos estamos subidos. 

174 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

OTRO PROYECTO ECONÓMICO PARA EUROPA 

Para que Europa deje de agudizar las contradicciones 
económicas y resuelva problemas de malestar social y desigualdad 
en su seno, en lugar de crearlos, es necesario en primer 
lugar que se camine en la dirección de una unificación en materia 
de coordinación de políticas económicas y, fundamentalmente, 
en materia fiscal. 

Una unión monetaria consiste en someter a la misma disciplina 
monetaria a países muy distintos. Y si no hay mecanismos 
superiores que eviten que las piezas salten cada una por un sitio 
cuando hay problemas, la unión monetaria no funciona de 
forma adecuada. La Zona Euro, como toda unión monetaria, 
necesita un Estado, una estructura política superior, como 
sucede, por ejemplo, en Estados Unidos, que cimente las distintas 
piezas y que intervenga cuando una de ellas (por ejemplo, 
California en Estados Unidos o Grecia en Europa) tiene problemas. 
En Estados Unidos hay un presupuesto federal que 
supone casi un 30 por ciento del PIB mientras que el europeo 
llega sólo al 1 por ciento. Lo que quiere decir que Europa como 
tal no está en condiciones de salvaguardar ni a cada uno de sus 
países ni al euro en su conjunto cuando se producen situaciones 
que afectan de modo desigual a cada uno de ellos. 

Coordinación política y Hacienda europea 

Conviene que haya un sistema fiscal europeo potente, unificado 
y progresivo, de lo que hemos hablado en el capítulo VII, 
que esté al servicio de ese equilibrio interterritorial y que también 
garantice la demanda interna europea sosteniendo el 
Estado del Bienestar. 

Por eso consideramos imprescindible, si no se quiere que la 
Zona Euro salte por los aires, que se refuerce el gobierno europeo 
de las relaciones económicas mediante el incremento de la 
coordinación y se instituyan mecanismos de reequilibrio que 

175 

HAY ALTERNATIVAS 

no se basen en una simple transferencia de rentas sino en la 
promoción vertebrada de la actividad económica en toda 
Europa, y así evitar la concentración que se produce cada vez 
con mayor intensidad. 

La unificación de este sistema fiscal podría permitir además 
que se emitieran eurobonos o títulos de deuda pública europeos 
en mejores condiciones, lo que haría que los Estados soberanos 
no quedaran en manos de los especuladores a la hora de 
financiar sus deudas, como ocurre ahora con consecuencias 
muy negativas para la población e imprevisibles para el futuro 
del proyecto europeo. 

Un nuevo estatuto para el Banco Central Europeo 

El Banco Central Europeo debería convertirse en un verdadero 
banco central y no en lo que actualmente es: un lobby de 
los bancos. Debería asemejarse en sus funciones a la Reserva 
Federal estadounidense, considerando su responsabilidad de 
estimular la actividad económica tan importante como controlar 
la inflación. Más concretamente, el BCE debería estar comprometido 
con el pleno empleo, la sostenibilidad económica y 
ambiental, y la igualdad. Y por supuesto tendría que dar cuentas 
al Parlamento Europeo, que tendría que tener mayor responsabilidad 
en la política económica. 

Regulación financiera 

Hay que establecer una fuerte regulación sobre los mercados 
financieros más importantes (como el de la deuda pública) y la 
prohibición inmediata de determinados productos financieros 
que sólo se usan para la especulación (como los hedge funds o 
los Credit Default Swap) y de las prácticas que a ello contribuyen 
(como las operaciones al descubierto). Sin una regulación 
potente las finanzas continuarán mostrando un poder excesivo 
respecto a la economía real y obstruirán los procesos productivos 
al dedicar los recursos a la especulación financiera no cre

176 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

adora de empleo. Además hay una importante correlación entre 
el papel especulador de las entidades financieras en la globalización 
y el deterioro de la participación de los salarios en la 
renta, lo que ha debilitado la demanda interna. 

La globalización financiera que ha venido de la mano de las 
políticas neoliberales dedicadas simplemente a permitir que los 
financieros actúan con plena libertad ha perjudicado a la economía 
real en beneficio de la economía financiera, ha debilitado 
el crecimiento económico y ha incrementado la desigualdad 
en la distribución funcional (relación salarios-beneficios), tal y 
como vimos en el capítulo VI. 

La Unión Europea debería reestructurarse según una 
estructura federal que permitiera un pacto social capital-trabajo 
a nivel europeo. Tales cambios deberían hacerse con cierta 
urgencia, pues la propia viabilidad de la Unión Europea está en 
peligro. Algunos estudios como el de Engelbert Stockhammer,
Özlem Onaran y Stefan Ederer2 concluyen que la Zona Euro 
como un todo se comporta de forma negativa respecto al crecimiento 
económico cuando se producen disminuciones en los 
niveles salariales, porque finalmente eso sólo da lugar a que las 
empresas, para mantener sus niveles de beneficios, destinen sus 
recursos a la especulación financiera, que es mucho más rentable. 
En su estudio demuestran que si la Zona Euro se conformara 
como un espacio de cooperación en materia de política 
salarial y promoviera la participación salarial al alza, como 
nosotros defendemos, se podría estimular mucho mejor la actividad 
económica y el empleo, y salir mucho mejor y con mayor 
bienestar de la crisis. 

Autosuficiencia financiera y control de capitales 

Necesitamos también que Europa se considere una zona de 
autosuficiencia financiera y establezca controles de capitales y 

2. E. Stockhammer; Ö. Onaran, y S. Ederer, Functional Income Distribution 
and Aggregate Demand in the Euro Area, Vienna University of Economics &
B.A. Working Paper, núm. 102, febrero de 2007. 
177 

HAY ALTERNATIVAS 

la prohibición de los paraísos fiscales. Los paraísos fiscales son 
un agujero negro que no sólo esconde cantidades ingentes de 
dinero (9,2 billones según la Red Mundial de Justicia Global), 
sino que además son instrumentos que presionan a la baja los 
sistemas impositivos europeos. 

Los neoliberales parten del supuesto de que si se producen 
cambios al alza en los sistemas impositivos se producirían 
expatriaciones del capital, pero para acabar con ese chantaje 
basta con cerrar el espacio financiero a los capitales especulativos 
e imponer controles de capital. En contra de lo que afirman 
los neoliberales ni siquiera una medida contundente como ésta 
provocaría grandes conflictos. Inicialmente las empresas afectadas 
podrían sufrir recortes en sus ganancias extraordinarias, 
a las que terminarían adaptándose como ha ocurrido sin problemas 
en otros momentos históricos, pero incluso podrían 
volver a recuperarlas gracias al incremento de la demanda y de 
los mercados que estas medidas llevarían consigo. 

Los neoliberales rechazan estas medidas y las consideran 
imposibles de llevar a cabo sin grandes traumas y desequilibrios 
porque parten del presupuesto de que la actual pauta distributiva 
entre salarios y beneficios es inamovible, sin darse 
cuenta de que es el resultado de los equilibrios de fuerzas y que, 
lo mismo que los asalariados han soportado peores condiciones 
de vida cuando han dispuesto de menor capacidad de presión, 
las empresas soportan igual menos beneficios cuando no tienen 
más remedio que someterse a la presión de los trabajadores. 

Y, en todo caso, el resultado de todo ello depende del orden 
de prioridades que se establezca: si lo prioritario es la satisfacción 
de las necesidades humanas y el mantenimiento de los 
equilibrios básicos de la sociedad, se puede recurrir a nacionalizar 
las grandes empresas de las que dependen porque en 
ningún lado está escrito que la mayoría de la sociedad deba 
quedar sin recursos porque sea más importante garantizar el 
lucro incesante de una minoría privilegiada. 

178 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

Impuestos sobre las transacciones financieras 

Es necesario también imponer una serie de nuevos impuestos 
tanto a las ganancias de capital como a los bancos y a las 
transacciones financieras. Todos estos impuestos no tendrían 
únicamente un carácter recaudatorio sino que también 
tendrían un sentido económico. Así, los impuestos a las ganancias 
de capital permitirían disuadir a los agentes financieros que 
especulan en plazos de tiempo muy cortos, los impuestos sobre 
los activos bancarios servirían para acumular fondos que permitan 
compensar los programas de rescates bancarios y los 
impuestos sobre las transacciones financieras permitirían 
igualmente mitigar los efectos de la especulación. 

Otro modelo productivo 

El modelo de crecimiento europeo tiene que ser de una 
naturaleza muy distinta a la vista en etapas anteriores. Más que 
aceptar el resultado azaroso de la caótica y desastrosa lucha 
competitiva entre Estados, lo que Europa necesita es apostar 
por un modelo de crecimiento cooperativo y coordinado, en 
donde la inversión pública y privada esté basada en las nuevas 
tecnologías y, en concreto, en las energías renovables y la investigación, 
en el respeto al medio ambiente y en la promoción de 
formas alternativas de producir y consumir. Es decir, es necesario 
establecer un plan de largo plazo que defina el tipo de sociedad 
y el modelo productivo que tendrá la economía. 

En este sentido es necesario también aprobar códigos de responsabilidad 
empresarial en materia laboral, tecnológica, 
ambiental y de igualdad. Hay que controlar también que los 
beneficios empresariales no puedan destinarse a la especulación 
financiera, sino que reviertan en la sociedad. Y por supuesto 
esos beneficios tienen que obtenerse en sectores cuya existencia 
también favorezca a la sociedad sin perjudicar el medio natural 
tanto en términos de utilidad social como de empleo. 

179 

HAY ALTERNATIVAS 

Convenios colectivos a nivel de toda la Unión Europea 

Hoy no existe la posibilidad de establecer el pacto capital-
trabajo (base del establecimiento del Estado del Bienestar a 
nivel de cada país) en la Unión Europea. De ahí que el mundo 
del trabajo esté en situación de inferioridad frente al mundo 
empresarial, que puede desplazar su producción con facilidad 
dentro y fuera de la Zona Euro y de la UE. Por eso la urgente 
necesidad de que se puedan hacer convenios colectivos a nivel 
de la UE, hoy imposible legalmente de realizarse. 

Una democratización muy profunda 

de las organizaciones europeas 

Tales organizaciones están hoy claramente controladas por 
el capital financiero y el mundo de las grandes empresas que 
han creado una estructura a espaldas de las poblaciones que 
componen tal entidad pública. Sin tales cambios no ocurrirían 
los cambios sufridos con anterioridad. 

¿SALIR DEL EURO? 

Hasta este punto nosotros hemos apostado por reformas 
dentro de la Unión Europea que permitan construir una verdadera 
unión de la población europea. Sin embargo, no todos los 
economistas consideran que sea la única o incluso la mejor 
opción que les queda a los países que ahora están siendo arrasados 
por los planes de ajuste y los mercados financieros que los 
imponen. Una de las visiones alternativas es la de la salida del 
euro. 

En efecto, a nadie le cabe la menor duda de las ventajas que 
disponer de una unión monetaria en Europa puede traer para 
todos. Pero son ventajas que sólo se pueden disfrutar cuando 
está bien diseñada y cuando dispone de los necesarios meca


180 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

nismos compensatorios para evitar que las diferencias que suele 
haber entre los países o territorios que la compongan se conviertan 
en una amenaza para la propia unión y en una fuente de 
desigualdades sociales y personales, de desequilibrios territoriales, 
de conflictos económicos y, en suma, de empobrecimiento 
para algunos de ellos. 

Sin embargo, a nadie se le escapa que salir del euro es una 
opción de costes extraordinarios que llevaría al país que lo 
hiciera a sufrir agresiones sin precedentes en Europa y a vivir 
algunos años de caos financiero y de empobrecimiento.3 Nada 
más cierto. 

Pero ¿acaso está propiciando otra cosa mejor un euro al servicio 
exclusivo del capital financiero y de las grandes empresas? 
¿Acaso ha dado seguridad y bienestar a Grecia, a Portugal o a 
Irlanda? ¿Acaso no hizo España los deberes del euro y no puso 
sin rechistar en manos del capital alemán y europeo sus mejores 
empresas y centros de producción? ¿Acaso el euro nos está 
protegiendo de la extorsión y de los ataques especulativos? ¿No 
alentó el euro, en beneficio de la banca europea, el endeudamiento 
privado imponiendo los recortes salariales en lugar de 
la estabilidad financiera? 

Si se mantienen las políticas que se han aplicado y no se 
pone fin a los sufrimientos extraordinarios que están padeciendo 
ahora países como Grecia pero que pueden extender pronto 
a otros más, será imposible garantizar la mínima estabilidad 
económica y social y la salida del euro será la única opción. 

En nuestra opinión, si no hay un giro urgente en la política 
europea, si no se impone la cooperación, la armonía y el reparto 
equitativo de la riqueza, si no se admite que quien debe 
gobernar Europa es la ciudadanía mediante sus representantes 
y no los grupos de presión y los poderes financieros, no quedará 
más remedio que reclamar la salida de un euro convertido 

3. En realidad, a tenor de las normas legales europeas, ningún país puedesalirse del euro puesto que ésta es una posibilidad no contemplada (lo quede por sí dice mucho del carácter del club del que formamos parte). Seríauna posibilidad que sólo se podría llevar a cabo mediante procedimientosextraordinarios. 
181 

HAY ALTERNATIVAS 

en un infierno para las clases trabajadoras y que sólo serviría en 
el futuro para que Europa quedara como parque de atracciones 
de los adinerados de otros continentes. 

MÁS ALLÁ DE LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL 

La crisis financiera ha vuelto a poner una vez más sobre la 
mesa la necesidad de afrontar la situación de un planeta a la 
deriva en donde, según el Banco Mundial, hay hoy 1.200 millones 
de personas que viven en el umbral de pobreza, y más o 
menos el mismo número de personas hambrientas, y en donde 
no hay manera de que los gobiernos cumplan con sus compromisos 
de ayuda y reformas para evitar todo eso. 

Los rescates bancarios pusieron de relieve la doble vara de 
medir de los poderes económicos de los países desarrollados, 
que siempre habían justificado su falta de acción contra la 
pobreza, el hambre y contra la desigualdad en la falta de dinero. 
El Banco Central Europeo inyectó en las entidades financieras, 
y sólo en 2007, un total de 645.000 millones de euros y la 
Reserva Federal de Estados Unidos más de 200.000 millones de 
dólares sólo en el mismo mes que comenzó la crisis, y no le ha 
importado nacionalizar entidades con gran coste para salvar los 
trastos de los banqueros que arriesgaron demasiado con el 
dinero ajeno. Aunque es difícil de calcular, entre Europa y 
Estados Unidos se han gastado más de 15 billones de dólares 
para hacer frente a la crisis ayudando a las empresas y a los bancos 
que las habían provocado y, sin embargo, no se puede decir 
que con ello se hayan solucionado los problemas porque, como 
hemos comentado, éstos tienen carácter estructural y necesitan 
reformas profundas además de dinero. 

Frente al intento que será completamente ineficaz de salir de 
la crisis aplicando las políticas que la provocan, nosotros creemos 
que es necesario dar un gran golpe de timón en la política 
mundial para imponer otras soluciones que pueden ser mucho 
más eficaces para hacer frente a los problemas económicos de 

182 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

la humanidad. Este otro tipo de soluciones son las que se proponían 
en el informe que resultó de una cumbre de Naciones 
Unidas a la que asistieron representantes de 192 países, basado 
en ideas plurales y no en los mismos prejuicios ideológicos de 
siempre, y que podemos tomar como referencia de los cambios 
urgentes que es necesario llevar a cabo en la esfera internacional 
para evitar que se sigan reproduciendo los problemas financieros 
y económicos que estamos viviendo. 

Instituciones democráticas 

Coincidiendo con esos informes, nosotros creemos que la 
primera exigencia que habría que abordar es la de reformar los 
organismos internacionales para democratizarlos y garantizar 
que los países menos desarrollados tengan también una justa 
representación en sus órganos de decisión. Sobre el Banco 
Mundial, Naciones Unidas ha propuesto, y nos parece razonable, 
que cada país tenga poder en función de tres criterios: el 
peso económico, la contribución al mandato de desarrollo del 
Banco y el volumen de préstamos otorgados. Y en lo que se 
refiere al Fondo Monetario Internacional recomiendan procedimientos 
de votación que no estén en función de la riqueza y la 
elección de sus dirigentes mediante un proceso democrático 
público. 

Naciones Unidas también reclama que el Fondo Monetario 
Internacional actúe para respaldar a los países que tratan de 
administrar las corrientes de capital extranjero para apoyar 
soluciones a sus problemas nacionales y no que condicione las 
políticas nacionales a las exigencias del capital extranjero. 

Necesidad de planes de estímulo 

El informe de Naciones Unidas reconoce que la recuperación 
económica no podrá venir de la sola mano de los mercados 
y por eso recomendaron en su día mantener los planes de 
estímulo y reactivación de la economía, destacando especial


183 

HAY ALTERNATIVAS 

mente la función de éstos como ayuda ante las dificultades creadas 
por la recesión económica para los pobres. Y sobre todo 
insisten en que la única forma de evitar que aumenten la desigualdad 
y la pobreza en el mundo es facilitar la financiación a 
los países en desarrollo y así evitar que sean esclavos de las grandes 
finanzas privadas internacionales. Para ello la declaración 
recomendaba que los países industrializados destinen al menos 
el 1 por ciento de los fondos de sus planes de estímulo a apoyar 
la recuperación de los países en desarrollo y aumentar la asistencia 
oficial para el desarrollo que habitualmente prometen. 

Renegociar la deuda 

Naciones Unidas ha reclamado también que, en lugar de 
dejar que los países con deuda externa a causa de la crisis queden 
en manos de la banca internacional, se tenga en cuenta la 
posibilidad de declarar moratorias de la deuda o, cuando 
corresponda, su cancelación parcial. Una propuesta que apoyamos 
sin reservas porque es materialmente imposible que la 
deuda provocada por la banca internacional y por las políticas 
neoliberales se pueda pagar con su actual volumen y composición 
sin sacrificios extraordinarios para la población y sin hipotecar 
para muchas décadas la actividad económica y el desarrollo 
económico y social. 

Regulación financiera internacional 

En lo que respecta al mercado financiero, Naciones Unidas, 
además de proponer un aumento sistemático de la regulación y 
un cambio en el sistema de incentivos financieros que modifiquen 
los comportamientos irresponsables de los agentes que 
allí operan, ha hecho hincapié en la necesidad de controlar y 
penalizar con severidad las corrientes financieras ilícitas, obligando 
a que se dé la mayor la transparencia de todas las operaciones 
y en la lucha contra la corrupción, un problema que, tal 
y como advierte Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía y 

184 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

miembro del comité que elaboró el Informe sobre la crisis aprobado 
por Naciones Unidas, reduce completamente el efecto de 
la ayuda oficial al desarrollo. 

Control de la ingeniería financiera y del riesgo sistémico 

También es imprescindible exigir, como plantea Naciones 
Unidas, que los productos derivados se registren y se valoren a 
precio real, que estén sometidos a auditorías independientes y 
que se establezcan reservas de capital mucho más potentes para 
evitar los problemas de solvencia que se dan. Y, sobre todo, es 
fundamental evitar que las agencias de calificación crediticia 
impongan reformas radicales para combatir la existencia de 
"conflictos de intereses al proporcionar las calificaciones". 

En cuanto a las labores de los bancos centrales, la declaración 
apostaba por una vigilancia más estrecha y equilibrada, 
independiente de las instituciones de crédito y sometida a una 
eficaz rendición de cuentas públicas. En particular es destacable 
que la declaración recomendara el establecimiento de un 
mandato amplio que abarque no sólo la inflación de los precios, 
sino también los niveles de desempleo, las fuentes de inestabilidad 
para el sistema financiero mundial, así como el impacto de 
los estabilizadores, o desestabilizadores, automáticos y los sistemas 
de protección social. 

Un nuevo sistema monetario internacional 

Finalmente la reunión de los 192 países en el Foro de 
Naciones Unidas puso encima de la mesa una cuestión crucial: 
la reforma del sistema monetario internacional actualmente 
basado en la supremacía del dólar. 

Este sistema pudo tener sentido al finalizar la Segunda 
Guerra Mundial, cuando Estados Unidos disponía del 85 por 
ciento del oro que había en el mundo y podía dar pleno respaldo 
a su moneda. Pero hoy día la deuda de ese país es gigantesca 
y, como sólo puede hacerle frente emitiendo cada vez más 

185 

HAY ALTERNATIVAS 

dólares, resulta que éste no es más que puro papel. De momento 
sobrevive porque los chinos compran la deuda estadounidense 
a cambio de las compras masivas de sus productos y gracias 
al poder militar y político de la potencia imperial que 
domina el mundo. Pero lo primero obliga a China a acumular 
reservas de una moneda que sólo tiene valor porque ella la acumula, 
de modo que antes o después va a obligar a que se modifique 
el actual estatus mundial. 

Puesto que la situación del dólar es insostenible y eso traslada 
continuamente inestabilidad al conjunto de la economía 
mundial, es imprescindible reformar el sistema de pagos internacional 
y la vía más segura y razonable es que, en lugar de 
depender de una moneda imperial, lo haga de una cesta de títulos 
respaldados por varias de ellas y en acuerdos comerciales y 
de cambios basados en la cooperación, flexibles y no concebidos, 
como ocurrió con el dólar, para que una o varias potencias 
disfruten de financiación privilegiada a costa de las demás. 

Acabar con el cinismo del comercio internacional 

Pero además de estas reformas urgentes encaminadas fundamentalmente 
a poner fin a las perturbaciones financieras 
continuadas, hay una esencial que es la que puede permitir que 
todas las economías del mundo recobren la necesaria capacidad 
de generar ingresos y capacidad para satisfacer las necesidades 
de su población. 

Hoy día el comercio internacional se gobierna en apariencia 
por los principios del libre comercio que proclaman las necesidades 
de que todos los países renuncien a proteger sus propios 
intereses en aras de proporcionar la mayor libertad posible a los 
intercambios. Y en virtud de ellos se ha obligado a todos los países 
a que hagan desaparecer las leyes o los mecanismos con los 
que mantenían protegidos su agricultura, industria o servicios, 
lo que ha permitido que los capitales y las empresas multinacionales 
más poderosos conquisten todos los mercados del planeta 
en detrimento de los productores nacionales más débiles. 

186 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

Los neoliberales afirman que de esa manera se puede conseguir 
la mayor eficiencia y beneficio para todas las partes implicadas 
en el comercio internacional. Pero se olvidan de decir que 
eso sólo sería posible si se dieran algunas condiciones que es 
imposible que se den en la realidad.4 

Lo cierto es que los países ricos que han llegado a ser más 
desarrollados (los europeos, Estados Unidos, Japón...) no han 
practicado, salvo en alguna circunstancia o etapa excepcional, 
el librecambio, sino que, por el contrario, se protegen mediante 
impuestos, contingentes, subvenciones o medidas más o menos 
sibilinas dirigidas a dificultar la entrada de productos extranjeros. 
Por ejemplo, subvencionan sus producciones y al mismo 
tiempo a través de los organismos internacionales prohíben que 
hagan eso los países más pobres, gracias a lo cual obtienen la 
gran ventaja de la que disfrutan a escala mundial. 

4. Concretamente, la teoría económica demuestra que para que un régimende libre comercio sea más eficiente que uno proteccionista es preciso que secumplan las siguientes condiciones: 
a) que los mercados son de competencia perfecta, lo que significa que enellos ningún productor ni ningún consumidor tiene poder sobre los precios;
que el producto que se intercambia es homogéneo y que los productores nopueden diferenciarlo de otros; que la información de productores y consumidores 
es perfecta y gratuita sobre todas las condiciones que afectan alintercambio, y que no hay barreras de entrada y salida al mercado. Ademásdebe ocurrir que todos los costes generados por los intercambios puedan sertenidos en cuenta en el cómputo de los precios. 
b) Que los efectos negativos sobre la renta de algunos agentes que puedaproducir el libre comercio se verán siempre compensados de manera que laspérdidas globales siempre serán menores que las ganancias obtenidas. 
c) Que los despedidos de las industrias afectadas como consecuencia de queuna nación permita que los productos de fuera entren libremente en su interior 
encontrarán trabajo en las industrias con ventaja respecto al exterior, demodo que no se reducirán de forma global los ingresos. 
d) Que no existan costes derivados del cambio estructural necesario paraajustarse a las condiciones que imponga la competencia exterior (desmantelamiento 
de fábricas, desplazamiento de personal...). 
e) Que los individuos han de cobrar en función de sus habilidades personales 
en cualquiera que sea la industria en la que estén colocados. De esamanera se supone que si son trasladados a otro puesto de trabajo seguiráncobrando los mismos salarios. Es bastante evidente que estas circunstanciasno se dan hoy día en ningún sitio y que, en realidad, es prácticamente imposible 
que se puedan dar en algún momento. 
187 

HAY ALTERNATIVAS 

Se puede decir, pues, que el comercio internacional está 
dominado por esta doble moral de los países ricos que lo que 
consigue es colonizar a los más pobres: mientras que las estanterías 
de los comercios en estos últimos están llenas de productos 
del Norte rico, los países ricos ponen trabas a la entrada de 
los países del Sur. 

En la Unión Europea, por ejemplo, es donde sale más caro 
producir el azúcar, pero gracias a las subvenciones y a que los 
demás productores no se han podido proteger se ha convertido 
en la primera potencia exportadora mundial. Y eso mismo ocurre 
con multitud de productos que antes exportaban países 
pobres pero que ahora están dominados por las grandes potencias 
que protegen sus intereses como les conviene. 

Esta doble moral de los países ricos es una de las principales 
causas del empobrecimiento de millones de personas y por eso 
hay que reclamar poner fin al actual sistema que rige el comercio 
internacional. Como hemos dicho, la competencia de todos 
contra todos sólo beneficia a los poderosos porque no hay nada 
más injusto que tratar igual a los desiguales. 

El libre comercio que defienden los neoliberales es un simple 
engaño que no se da en ninguna parte y que sirve de excusa 
para que sólo se protejan los ricos. Frente a eso hay que reclamar 
establecer un mecanismo de cooperación que permita que 
los más débiles se protejan y que los más ricos y fuertes ayuden 
y compensen a quienes han empobrecido mediante un sistema 
mundial de reparaciones. 

En contra de la ideología del libre comercio, irrealista porque 
es imposible que se dé en la realidad, el planeta necesita 
una ordenación del comercio internacional que proteja la producción 
nacional encaminada a satisfacer las necesidades, las 
de las pequeñas y medianas empresas, el patrimonio cultural 
propio, el medio ambiente, los derechos de las personas y los 
valores de la solidaridad y del humanismo, y no sólo los del 
comercio. Es decir, hay que avanzar hacia una auténtica desglobalización 
neoliberal. Sólo eso es lo que puede garantizar que la 
humanidad aproveche, como es cada vez más necesario, las 

188 

OTRA EUROPA, OTRO MUNDO 

ventajas de lo global con las de lo local, sin renunciar a lo uno 

o a lo otro, porque combinando ambos niveles es como se pueden 
encontrar las mayores y más eficaces fuentes de satisfacción 
humana. 
Gobierno y justicia económica global 

Para que todo esto sea posible también es urgente e imprescindible 
acabar con el sistema de gobierno informal que se ha 
impuesto en el planeta: cumbres de cinco, de ocho o de veinte 
países según convenga en cada momento a las principales 
potencias. O incluso reuniones de dirigentes empresariales y 
financieros que luego dictan la política a los Gobiernos. Es 
menester que se refuerce la organización de Naciones Unidas. 
Y si hay una economía global y problemas a esta escala debe 
haber igualmente un gobierno mundial representativo de todos 
y cada uno de los pueblos y naciones, y no sólo de los más 
poderosos. Y es necesario que a escala global se establezcan 
impuestos, normas, tribunales y todos los mecanismos necesarios, 
la mayoría de los cuales están ya diseñados por especialistas 
y por los organismos multilaterales más democráticos y por 
multitud de organizaciones civiles, para que la justicia y la seguridad 
económicas sea una realidad a escala global y se puedan 
perseguir todas las actuaciones y medidas que la pongan en 
peligro, como está ocurriendo cuando, sin deliberación ni control 
democrático, se están aplicando las políticas neoliberales. 

189 

HAY ALTERNATIVAS 

IX 


La economía al servicio 
de las personas y en armonía 
con la naturaleza 


Hemos analizado en los capítulos anteriores las piezas que 
funcionan mal de la economía internacional y de la española y 
creemos haber puesto de manifiesto que las respuestas que se le 
están dando no van a mejorar sustancialmente la situación. Y 
después de haberlo dejado claro hemos tratado de ofrecer otro 
punto de vista así como propuestas generales que también concretaremos 
aún más en el siguiente y último capítulo. 

Está claro, creemos nosotros, que en nuestra economía hay 
demasiadas piezas que no funcionan y que hemos de arreglar o 
sustituir por otras, como el sistema bancario, las finanzas en 
general, un sistema productivo que resulta incapaz, ni siquiera 
en las etapas de mayor crecimiento, de proporcionar empleo e 
ingresos a toda la población que los necesita, o nuestros sistemas 
fiscales que se debilitan constantemente para evitar que los 
más ricos tengan que contribuir a los gastos colectivos, pero 
que entonces resultan insuficientes para financiar la provisión 
de bienes que la mayoría de la población no puede disfrutar si 
ha de pagárselos a través de los mercados, sencillamente porque 
sus ingresos no se lo permiten. 

FALLOS PROFUNDOS 

Demasiados elementos de nuestro sistema económico funcionan 
mal cuando vivimos en un mundo en el que cada día 
mueren 60.000 personas de hambre o por desamparo mientras 
que cada uno de esos días se gastan 4.000 millones de dólares 

191 

HAY ALTERNATIVAS 

en armamento. Hay que ser muy ingenuo para creer que esta 
crisis sólo ha sido un desajuste financiero cuando el hambre 
que mata a unas 35.000 personas diarias se podría eliminar de 
nuestro planeta simplemente con gastar el 1 por ciento de los 
recursos que sin mayor problema se le han dado en Europa a 
los bancos privados para que salieran ilesos de la crisis que 
había provocado la codicia y la irresponsabilidad de sus propietarios 
y de sus directivos. Y cuando, sin embargo, sigue sin 
haber dinero para acabar con el hambre. 

Nos parece evidente que debemos estar sufriendo algo más 
que un simple problema económico cuando hace algo más de 
un año el presidente del Banco Mundial advertía que cada 
minuto una mujer da a luz y que la muerte de un millón de 
niños se podría evitar simplemente disponiendo de 2.400 
millones de dólares en 2009. Una cantidad menor a los beneficios 
que un solo banco, el Banco Santander, había obtenido sólo 
en el primer trimestre de ese año (2.100 millones de euros). Y 
que, sin embargo, no pudo recaudarse. 

Los mecanismos que fallan en la sociedad no pueden ser 
sólo económicos cuando cada día circulan en los mercados de 
divisas alrededor de 4 billones de dólares sin pagar impuesto 
alguno, y cuando recaudando más o menos un insignificante 
1,7 por ciento de esa cantidad en un solo día se podría garantizar 
que nadie muriera en el mundo de hambre, ni ninguna 
mujer en el parto por falta de cuidado, ni de sed, o por simples 
diarreas ocasionadas por la carencia de agua limpia que afecta 
a 1.000 millones de personas, o sin el saneamiento básico que 
no tienen 2.700 millones de personas en el planeta. 

¿Alguien puede creer que es un fenómeno simplemente 
financiero o económico el que los multimillonarios y las entidades 
y las instituciones que tienen dinero de sobra para resolver 
todos esos problemas dediquen sus recursos a comprar y 
vender papel en mercados financieros que son en realidad casinos 
globales? 

¿Se puede pensar de verdad que si España se ha dedicado en 
los últimos años a construir más viviendas que Alemania, 

192 

LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y EN ARMONÍA... 

Francia, Inglaterra y Francia juntas para luego dejar tantas de 
ellas vacías o formando monstruosidades urbanas en mitad de 
las playas o de los campos es sólo por una cuestión de lógica 
económica? 

¿Nos parece de verdad que el hecho de que en España, justo 
en el momento en el que los tipos estaban en su nivel más alto, 
hubiera el mayor porcentaje de personas del mundo con contratos 
hipotecarios suscritos a interés variable es un simple 
fruto de la casualidad? 

Nosotros creemos que no. En nuestra opinión todo esto no 
es sino parte de los síntomas que muestran que esta crisis se ha 
caracterizado también porque se ha producido una extraordinaria 
inversión de los valores, una degeneración de las lógicas 
sociales y una concentración de poder en muy pocas manos 
que ha permitido que quienes han causado todo eso hayan 
podido disimular sus efectos reales para que nadie se diera 
cuenta de lo que han ganado con ello. 

Por eso entendemos que a la hora de tratar de dar salida a la 
crisis que vivimos debemos pensar también en estos problemas 
de fondo. 

LO PRIMERO SON LAS PERSONAS 

La situación a la que hemos llegado nos muestra, como creemos 
que claramente indican los hechos que acabamos de 
mencionar, que todo lo que ha pasado ha podido ocurrir porque 
se ha dado prioridad al beneficio y al lucro antes que a las 
necesidades de los seres humanos. 

¿Cómo se puede entender, si no, que se permita que los 
financieros especulen con el precio de las materias primas, del 
arroz, de los cereales... que constituyen la ingesta básica de 
millones de personas y que por causa de los incrementos que 
así se provocan se produzca la muerte por hambre de millones 
de personas, sin que nadie actúe y no haya autoridades que lo 
prohíban? 

193 

HAY ALTERNATIVAS 

¿No es evidente que si se pusieran en primer lugar las necesidades 
y los intereses de las personas en España no habría 3,1 
millones de viviendas vacías, es decir, 100 sin utilizar por cada 
una de las personas que no tiene hogar en España y que lo necesita? 


¿Acaso se estarían recortando los gastos públicos en educación 
en España cuando alrededor del 30 por ciento de los adolescentes 
abandonan antes de tiempo el sistema educativo si 
primaran sus intereses, los de sus familias o los del conjunto de 
la población española? ¿Se recortaría el gasto público dedicado 
a financiar el sistema de cuidados cuando el 89,4 por ciento de 
las personas que los necesitan (1,1 millones) declaran que sólo 
lo reciben con carácter informal y sólo el 4 por ciento exclusivamente 
procedente de servicios públicos? 

¿Se permitiría que Telefónica pudiera despedir al 20 por 
ciento de su plantilla en España el mismo año que ha ganado 

10.167 millones de euros si se considerara que el valor económico 
más importante es la satisfacción de las necesidades 
humanas? 
¿Si se antepusiera el interés colectivo al particular de los 
banqueros se consentiría que casi un millón de pequeñas y 
medianas empresas españolas, casi el 90 por ciento del total, 
tengan dificultades para acceder al crédito que necesitan cuando 
los bancos que deben financiarlas están recibiendo dinero 
del Banco Central Europeo al 1 por ciento? 

¿De verdad alguien puede creerse que es por alguna razón 
económica por lo que los multimillonarios españoles tributen 
sus fortunas, cuando lo hacen, al 1 por ciento, las empresas sus 
beneficios al 10 por ciento, cuando tributan, y los asalariados, 
sin posible escapatoria, al 25 o 35 por ciento a poco que tengan 
un sueldo de clase media? 

Reflexionar sobre estas preguntas lleva de forma inevitable a 
una conclusión que constantemente se procura, con éxito, que 
no forme parte del debate social: no es verdad que el paro, la 
crisis, la pobreza o el reparto tan desigual de la riqueza sean el 
resultado de que fallan unos mecanismos de ingeniería, como 

194 

LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y EN ARMONÍA... 

los de un reloj, que no tienen nada que ver con los individuos y 
su posición social y que, por tanto, deban ser resueltos por técnicos, 
como suelen decir los neoliberales. Todo lo contrario, 
estas paradojas, estas contradicciones y estos problemas aparecen 
precisamente como consecuencia de que las personas tenemos 
una capacidad muy desigual a la hora de dar valor o hacer 
efectivas nuestras preferencias. 

Si todos los seres humanos tuviéramos semejante capacidad 
para ello, estaríamos de acuerdo en que lo prioritario a la hora 
de decidir dónde van los recursos no es que el 75 por ciento de 
la riqueza se la apropie el 1 por ciento más rico, o que el 0,0035 
por ciento de la población española controle recursos por valor 
del 80,5 por ciento del PIB, como hemos visto que ocurre. Sino, 
por el contrario, que se repartieran entre todos para que todos 
pudiéramos vivir con nuestras necesidades más o menos igual 
de satisfechas. 

Hacer que las personas sean lo primero significa precisamente 
eso: obligar, por ejemplo, a evaluar antes de tomar una 
medida económica a quién va a beneficiar y en qué medida, y 
dar la posibilidad a la gente para que se pronuncie sobre si, a la 
vista de ello, quiere que se adopte o no. Y, por supuesto, significa 
que ningún grupo social, como el de los banqueros y grandes 
empresarios a los que se llamó a La Moncloa para que dieran 
sus soluciones a la crisis (a pesar de ser los que más empleo 
han destruido en España en los últimos años, por cierto), va a 
tener la posibilidad de imponer sus intereses a los demás sin 
que medie un método democrático de deliberación y decisión. 

Y hacer que las personas sean lo primero supone igualmente 
que la sociedad asuma un imperativo ético esencial e irrenunciable 
que obliga a rechazar cualquier asignación de los 
recursos que implique la desprotección de seres humanos, su 
empobrecimiento y su exclusión, así como toda decisión 
económica que quite a los que tienen menos para dar a quienes 
tienen más y de sobra. 

195 

HAY ALTERNATIVAS 

OTRO MODO DE PRODUCIR Y DE CONSUMIR. 
OTROS VALORES 


La crisis que vivimos es el resultado de un fenómeno viejo 
pero que se ha exagerado en los últimos tiempos de las economías 
capitalistas: el desarrollo de la producción y el consumo 
como si dispusieran para sí de recursos inagotables. 

Lo que hoy día llamamos economía comenzó siendo en 
Grecia algo que tenía que ver con la administración de las cosas 
cercanas a las personas, con lo doméstico, pero a partir de la 
Edad Media empezó a vincularse sólo a las actividades humanas 
que tuvieran expresión monetaria. Y así se ha desarrollado 
hasta hoy. El trabajo doméstico que principalmente realizan las 
mujeres porque no hay suficiente corresponsabilidad en su 
reparto por parte de los hombres no se considera económico ni 
se contabiliza. Las personas que se dedican a ello se consideran 
económicamente "inactivas" aunque dediquen horas y horas a 
llevarlo a cabo y les suponga mayor esfuerzo que cualquier otro 
trabajo remunerado. 

Como no tiene dimensión monetaria resulta que no se visibiliza 
económicamente, lo que quiere decir que la economía 
registrada se desenvuelve sin preocupación respecto de él o, lo 
que es lo mismo, como si pudiera explotarse sin límite, algo que 
es evidentemente insostenible. 

Así, se pueden recortar gastos en escuelas infantiles o en 
cuidados porque en cada hogar habrá (casi siempre) una mujer 
que asumirá la sobrecarga de trabajo que eso suponga gracias a 
que la sociedad (y ella misma, posiblemente, han asumido valores 
que imponen o justifican que ésa sea la división del trabajo 
imperante). Lo que no ocurriría en el mercado laboral, en 
donde eso conllevaría un sobrecoste (monetario) que regularía 
el uso del recurso en cuestión. Y la economía tampoco tiene en 
cuenta, por ejemplo, el gasto de energía que lleva consigo producir 
un bien o un servicio, o consumirlo. Sólo computa su 
valor de mercado, monetario. 

196 

LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y EN ARMONÍA... 

Y como nada que no tenga expresión monetaria se registra 
a la hora de valorar la actividad económica, resulta que no se 
toman en cuenta ni la destrucción del medio ambiente, ni el 
despilfarro en forma de residuos que no se usan pero que gastan 
energía o recursos naturales, ni la desaparición de especies, 
ni por supuesto lo que pueda tener valor puramente sentimental 
o vital, como la pérdida del horizonte o la belleza de un paisaje. 


La consecuencia de no tener nada de esto en cuenta es que 
la producción y el consumo se incrementan de manera extraordinaria 
como si fueran mucho menos costosos y así se genera 
una utilización de recursos excesiva que es muy rentable desde 
el punto de vista monetario pero materialmente insostenible. 

Los economistas convencionales, por ejemplo, sólo se fijan 
en el Producto Interior Bruto, que registra el valor monetario 
de la actividad económica que se realiza en un país. Y, como 
sabemos bien, hacen todo lo que está en su mano para que 
aumente lo más posible y cuanto antes, pues entienden que de 
ello depende que haya empleo, beneficios e incluso bienestar. 
Pero, si no tienen en cuenta el gasto real de energía, de residuos, 
en suma, de naturaleza que lleva consigo ese crecimiento, realizan 
unas cuentas que son extraordinariamente engañosas porque 
incentivan o promueven la producción y el consumo en 
cantidades que no es posible soportar en la base natural en que 
se llevan a cabo y que explotan. 

Si tenemos en cuenta el concepto novedoso e interesante 
que la economía convencional no considera de "huella virtual", 
resulta que si con él se calcula no sólo el agua que gastamos 
directamente sino la que ha sido necesaria para producir lo que 
consumimos, a cada persona le corresponde entre 2.000 y 5.000 
litros de agua por día de media (teniendo en cuenta, por ejemplo, 
que sólo comerse una hamburguesa conlleva gastar 2.400 
litros de agua). Una cantidad materialmente insostenible. 

La economía tampoco contabiliza, por ejemplo, el coste de 
la energía que lleva consigo producir, transportar o preparar los 
bienes y servicios que, en el caso de los alimentos que consu


197 

HAY ALTERNATIVAS 

mimos, significa un valor seis veces más grande del que suele 
expresar su valor monetario. Lo cual no es de extrañar si tenemos 
en cuenta que los alimentos que comemos conllevan un 
transporte, por término medio, de 4.000 kilómetros. 

Y sin tener en cuenta esas cosas, la economía convencional 
tampoco puede percatarse de que la biocapacidad global de 
España, es decir, el área de la que disponemos para mantener el 
consumo de los recursos naturales y absorber las emisiones de 
dióxido de carbono que requiere nuestra actividad económica, 
se ha superado ya casi tres veces y media. O, dicho de otro 
modo, que para satisfacer nuestro nivel de producción y consumo 
actual de bienes y servicios necesitaríamos casi 3,5 Españas. 

Como eso es evidentemente imposible, lo que significa es 
que como otros países ricos estamos colonizando ambientalmente 
otras superficies del planeta. Pero es de igual manera evidente 
que eso es imposible que lo puedan hacer todos países y 
que en cualquier caso lleva a una vía sin salida, insostenible. 

Si por el contrario somos realistas y tenemos en cuenta esas 
limitaciones ambientales, resulta que no podemos aspirar a 
satisfacer nuestras necesidades, a crear empleo e ingresos simplemente 
incrementando la dimensión monetaria de la actividad 
porque sabremos que eso sólo conduce al borde del precipicio. 
O, lo que es lo mismo, no podemos seguir considerando 
como objetivo de la actividad económica el crecimiento de las 
actividades con expresión monetaria, lo que ahora llamamos 
"crecimiento económico" medio a través del PIB. 

Por eso hay que dar prioridad al incremento de la producción 
local y de proximidad, a la ecológica y la ahorradora en 
energía, transporte y materiales. 

Eso significa que hemos de aprender a medir y a dar valor 
de otro modo a las cosas que necesitamos, utilizando otros 
indicadores y variables para gobernar la vida económica y 
tomar decisiones. Y, sobre todo, que debemos producir los bienes 
que necesitemos ajustándonos no sólo, como ahora, a la 
escasez de recursos valorables monetariamente, sino también a 
la de todos aquellos que nos proporciona la naturaleza. Algo 

198 

LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y EN ARMONÍA... 

que en concreto se traduce en que no vale sólo computar el 
beneficio que produce el ahorro de costes salariales, sino el que 
se corresponda con la consideración de costes que no se traducen 
de forma directa en gasto monetario. Lo que seguramente 
llevaría a desechar, porque entonces no sería rentable, la construcción 
de docenas de campos de golf, trenes de alta velocidad, 
autopistas o urbanizaciones sin solución de continuidad, por 
ejemplo. 

Y esos condicionantes que nos marca la exigencia de tener 
que vivir con la naturaleza como un espacio del que sólo disponemos 
como prestado y que tenemos que devolver en las 
mismas condiciones que lo recibimos nos obligan también a 
modificar nuestra pauta de consumo sobre todo, y a liberarla de 
la esclavitud que le impone la lógica mercantil ajena a la necesidad 
y vinculada sólo al lucro. 

En la economía de mercado el consumo es también un producto 
de la producción que además crea un tipo de sujeto, de 
ser humano adecuado a lo que se produce. La producción de 
hoy día que las nuevas tecnologías han podido lograr que sea 
diferenciada a bajo coste es la que crea el consumidor que 
busca, sobre todo, la diferencia y, por tanto, que cultiva su individualismo 
como la condición en la que se siente satisfecho. Es 
el que usa el ordenador personal, el que compra ropa en el gran 
almacén creyendo que compra un producto exclusivo (sin percatarse 
de que ésa es la ficción que provoca el sistema de reposición 
instantánea de mercancías) o el que personaliza su 
automóvil tratando de que sea diferente de cualquier otro. Y así 
es como el liberalismo acaba con la sociedad porque, como 
decía Margaret Thatcher, ésta no existe, sólo existen los individuos. 


Unos individuos, entonces, a los que les sobra el sindicato, la 
organización, el barrio, la compañía y que gracias a ese aislamiento 
van a permanecer impotentes y sumisos ante cualquier 
cosa que se les venga encima, que es lo que se busca para que 
un orden social tan desigual, frustrante e injusto como el que ha 
impuesto el neoliberalismo se mantenga sin ser puesto en cues


199 

HAY ALTERNATIVAS 

tión por esos consumidores individualizados, ensimismados y 
por tanto deshumanizados que son precisamente quienes más 
lo sufren. Aunque nunca puedan saberlo porque para ello hay 
que ponerse al lado del otro y comparar una condición con otra 
para percibir que es la misma y que tienen destinos comunes 
que vale la pena recorrer de la mano. 

Esa estrategia que es la que justifica que los productores se 
hayan hecho también con el sistema de mediación social, es 
decir, con el que permite elaborar y difundir la información, 
conformar la conciencia, generar las ideas e inocularlas a los 
demás. 

Las alternativas a la crisis pasan, pues, por romper también 
este cascarón de fantasía consumista y de individualidad en el 
que están encerrados millones de personas. 

Eso significa que hemos de aprender a pensar al revés. 

Es decir, no con los códigos del otro sino son los nuestros 
propios. Pero no sólo para hablar con nosotros mismos sino 
para crear un relato colectivo. Eso significa que hemos de 
aprender a desear y a sentir. Pero no para ser esclavos del capricho 
sino para dominar la necesidad. 

Claro que esto implica situarnos en unas coordenadas diferentes 
a las del mundo en el que vivimos para poder modular y 
vivir de otro modo los valores en los que queremos insertar 
nuestra existencia como seres humanos: sustituir el dinero, el 
comercio, la ganancia, la competición y el cálculo por la cooperación 
y el afecto, la justicia, el amor o el placer de sentirse satisfecho 
con mucho menos pero en realidad con mucho más de lo 
que ahora tenemos. 

¿HABLAMOS SÓLO DE UTOPÍAS? 
¿SE PUEDE CAMBIAR LA SOCIEDAD? 


Hemos realizado un diagnóstico y proponemos remedios, 
principios generales de actuación y medidas concretas que 
ofrecemos en el siguiente para concluir el libro. 

200 

LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y EN ARMONÍA... 

Cualquier persona que las lea se preguntará si son viables o 
si constituyen simplemente un desiderátum y la respuesta está 
en la historia misma de los seres humanos, en nuestro código 
genético de seres sociales que hemos tenido siempre el entorno 
que nosotros mismos hemos querido tener. 

Las preferencias sociales, cualesquiera que sean, no son viables 
o no por definición sino en la medida en que los sujetos 
que las defienden sean capaces o no de hacer que se asuman 
como deseables por la mayoría de la sociedad, o bien porque las 
impongan a los demás por la fuerza. 

Lo que ha ocurrido en los últimos años es que la concentración 
de las rentas y la riqueza ha sido tan grande que grupos 
muy reducidos de personas disponen de un poder inmenso 
sobre el conjunto de la sociedad y que se traduce principalmente 
en el dominio de los medios de comunicación más influyentes 
por un grupo muy reducido de propietarios. 

Berlusconi, el presidente del gobierno italiano, no sólo ha 
controlado mientras gobierna el cien por cien de la televisión 
terrestre y el 90 por ciento del total de cadenas italiano, sino que 
en España posee el 41 por ciento de Telecinco y Cuatro, el 22 
por ciento de Digital + y además los canales de la TDT 40 
Latino, Divinity, Canal Club, Factoría de Ficción, La Siete y 
Boing, además de productoras. 

Como ha indicado, entre otros, la profesora Nuria Almirón, 
la concentración en el sistema de comunicación español es muy 
grande, como demuestra que los cinco primeros grupos aglutinen 
más de la mitad del negocio de la comunicación en España 
y que los diez primeros grupos aglutinen el 84 por ciento de los 
ingresos del sector.1 Y esta concentración de los medios en 
pocas manos no es ni mucho menos inocua porque materialmente 
imposibilita que los ciudadanos conozcan con transparencia 
la realidad económica en la que viven. Los medios de 
propiedad privada prácticamente monopolizando las fuentes 

1. Nuria Almirón, "Grupos privados propietarios de medios de comunicaciónen España: principales datos estructurales y financieros", Comunicación y 
Sociedad, vol. 22, núm. 1, pp. 243-27, 2009. 
201 

HAY ALTERNATIVAS 

de información son, por el contrario, un instrumento privilegiado 
para ocultar la realidad económica y para trasladar a la 
sociedad una visión deformada de la vida económica, pues cultivan 
el monolitismo y promueven un auténtico pensamiento 
único. 

La concentración del poder se ha traducido también, y al 
mismo tiempo, en la aparición de espacios de decisión cada vez 
más ajenos al de los poderes representativos a los que se ha 
puesto de moda denominar como "los mercados", pero que en 
realidad son los grandes financieros, directivos y representantes 
de las grandes corporaciones que tienen una influencia 
decisiva sobre el poder político, hasta el punto de que es impensable 
que los gobiernos tomen hoy día decisiones si no es bajo 
su tutela. 

Y lógicamente eso se ha traducido en una paralela y progresiva 
debilidad de las instituciones democráticas, pues el papel 
de los Parlamentos, por ejemplo, palidece ante el de los gobiernos, 
que son quienes en realidad promueven las leyes, elaboran 
sus anteproyectos y dirigen las estrategias parlamentarias. Y los 
gobiernos, como acabamos de decir, quedan a su vez a la orden 
de los grupos de poder y presión ajenos a cualquier veleidad 
representativa. 

Y si a eso se añade la oligarquización de los partidos y la 
desaparición paulatina de cualquier otro espacio de debate 
social o de participación política, resulta que las democracias 
de nuestra época que sirven de soporte institucional y legitimador 
al neoliberalismo no son sino un dibujo muy difuminado, 
un remedo de la verdadera democracia que a los ciudadanos no 
ofrece otra alternativa que la de votar periódicamente y en ocasiones, 
como ocurre en España, sujetándose a una ley electoral 
elaborada expresamente para reducir de manera artificial la 
representación de la izquierda en general y de la más radical en 
particular. 

No es de extrañar, pues, que la generalización de este tipo de 
procesos haya llevado a que miles de personas llenen las calles 
y plazas de España gritando que lo llaman democracia pero 

202 

LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y EN ARMONÍA... 

que no lo es o que la clase política nacida de ella no los representa. 


OTRO MUNDO ES POSIBLE 

Sin embargo, es posible modificar la trayectoria de los procesos 
sociales y cambiar la historia para construir otro mundo 
y una sociedad distinta. 

La historia es precisamente la mejor muestra de que somos 
los seres humanos quienes podemos agilizar los cambios y, por 
supuesto, determinar en qué dirección pueden orientarse las 
grandes y las pequeñas tendencias que la mueven. 

Y pueden cambiarse y dar lugar tanto a los grandes acontecimientos 
que abren en un momento horizontes antes impensables 
como a las minúsculas transformaciones que operan con 
mayor lentitud y a veces de modo imperceptible. 

Lo que ocurre es que los cambios sociales necesitan siempre 
fuerza social, el empeño político de la ciudadanía, ideas y 
voluntad para hacerlos efectivos, decisión y un proyecto capaz 
de encantar a muchos más de quien inicialmente lo suscribe y, 
sobre todo, una visibilización nítida en toda la sociedad que no 
puede ser sino la expresión de la movilización continuada. 

Las medidas que proponemos son plenamente viables, y 
mucho más realistas que hacen que funcionen, como defienden 
los neoliberales, mercados de competencia perfecta en medio 
de un universo de intereses oligopólicos y de grupos de poder 
sumamente concentrados o economías con cientos de miles de 
personas pasando necesidad a base de reducir de manera constante 
sus ingresos. Necesitan, aunque eso no es poco, la asunción 
ciudadana, su apoyo y la movilización que las haga imprescindibles 
porque las desee la mayoría de la sociedad. 

Y para que llegue a ser posible todo esto es preciso también 
romper las inercias y las imposiciones de los poderes actuales 
basadas en el dinero, en la manipulación informativa, en la 
imposición y en la centralización de los procesos de decisión 

203 

HAY ALTERNATIVAS 

desarrollando otro sistema completamente distinto, plural, libre 
y realmente democrático fundado en la deliberación franca, en 
la información libre, en la convivencia plural, en el reparto, en 
la tolerancia y en el respeto a cualquier manifestación de diversidad. 
Frente al poder de pocos que ha hecho de nuestra economía 
una fuente de frustraciones y perturbaciones constantes, 
de crisis y desequilibrios ya casi irresolubles, deberíamos ser 
capaces de construir sociedades de contrapoderes en las plazas 
pero sobre todo en los centros de trabajo, en los barrios y también 
en la vida personal y diaria, en donde tan a menudo esta 
sociedad reproduce la esclavitud y la discriminación, por ejemplo, 
en el caso de las mujeres. 

Quienes se están aprovechando de una forma tan privilegiada 
del modo en que ahora funcionan las cosas en el mundo 
económico nunca van a reconocer que sea factible cualquiera 
de las medidas que proponemos y que evidentemente reduciría 
su ingreso, su poder y su beneficio. Pero es que el modo en que 
queramos que sea el mundo no depende sólo de su deseo, sino 
del deseo de todos porque a la hora de decidir qué política 
económica poner en pie debe valer tanto la preferencia del más 
rico de los banqueros como la del ser más humilde. Y es justamente 
a éste a quien creemos que ha llegado ya la hora de darle 
la palabra, no sólo para que cada cuatro años elija cada vez más 
inútilmente entre quienes luego no tienen capacidad de hacer 
efectivas sus promesas, sino en los espacios abiertos del debate 
y de la movilización social para crear un poder ciudadano que 
se imponga frente a quienes ahora deciden todo tras las tramoyas 
del mercado. 

Por eso saludamos con satisfacción extraordinaria el nacimiento 
del movimiento del 15M, con sus limitaciones y sus 
miserias, como todos podamos tener, pero que representa un 
golpe de aire fresco que puede regenerar, ojalá que para siempre, 
el aire tan viciado de la política de nuestros días. 

Lo que nosotros deseamos es que la aportación modesta que 
hemos ofrecido en este libro sea de utilidad para los miles de 
personas que ponen en marcha el 15M y ayude para que cada 

204 

LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y EN ARMONÍA... 

día que pase se sumen muchas más hasta convertirlo en una 
oleada imparable de libertad, de progreso y de democracia real. 

CAMBIOS POLÍTICOS NECESARIOS 

Cualquier diagnóstico de la realidad debe ir acompañado 
con una serie de propuestas de cómo resolver el problema que 
ha sido analizado. Y esto es lo que intentamos hacer en este 
libro. Naturalmente que somos conscientes de que habrá un 
rechazo en los centros de sabiduría convencional dominados 
por el dogma neoliberal. Pero es urgente y necesario que se 
informe a la ciudadanía de que hay alternativas posibles, realistas 
y razonables, y que son populares. Tenemos la evidencia de 
que la mayoría de la ciudadanía simpatizaría con ellas y las apoyaría 
si tuviera la posibilidad de decidir sobre ellas. De ahí la 
gran urgencia de movilizarse para presionar a las instituciones 
llamadas representativas para que las implemente. Y un elemento 
clave para que ello ocurra es mejorar la enormemente 
insuficiente democracia que existe en España. Resultado del 
dominio que tuvieron las fuerzas conservadoras en el proceso 
de la Transición, la democracia en nuestro país es muy incompleta 
y esto ha determinado un bienestar bastante insuficiente. 
De ahí que para alcanzar el bienestar social que el pueblo 
español, creador de su riqueza, se merece, se necesitan cambios 
muy sustanciales del sistema político, haciéndolo auténticamente 
representativo de la población, dentro de la cual las clases 
populares son la mayoría. 

Esto no está ocurriendo en España. Se están tomando decisiones 
sumamente impopulares, que son consecuencia de la 
excesiva distancia entre los representantes (próximos a la banca 
y a los poderes fácticos) y los representados (predominantemente 
las clases populares). Y una de las causas es el excesivo 
bipartidismo resultado de una ley electoral muy poco representativa 
y que perjudica, cuando no imposibilita, la aplicación de 
los programas de los partidos de izquierda, entre los que se 

205 

HAY ALTERNATIVAS 

incluye el del partido socialista. Ello explica que aun cuando los 
votos de izquierda hayan sumado cifras mayores que los votos 
de las derechas en España en prácticamente todas las elecciones 
legislativas al Parlamento español (2.677.061 votos en 1982; de 

1.460.497 en 1986; de 2.174.278 en 1989; de 2.014.027 en 1993; 
de 1.250.822 en 1996; de 2.152.514 en 2004; y de 1.486.896 en 
2008), España continúa a la cola de la Europa social. El sistema 
electoral diseñado para perjudicar a las izquierdas, y muy en 
especial a los partidos minoritarios a la izquierda del partido 
socialista, es responsable de ello. De ahí que es fundamental 
que se respete el principio sobre el cual se construye la democracia, 
es decir, que cada persona tenga la misma capacidad de 
decisión, con independencia de cuál sea su lugar de votación. 
Una persona, un voto de igual valor. Todos los cambios que se 
han hecho a este principio han tenido como consecuencia debilitar 
el mismo a favor de las fuerzas conservadoras. 
Otro elemento necesario es la introducción de formas directas 
de participación (hoy prácticamente inexistentes en 
España), como son los referendos vinculantes que deberían 
convocarse a nivel autonómico y local, sin cortapisas y con todo 
tipo de facilidades. 

Junto con ello es necesario democratizar todas las instituciones, 
tanto de democracia representativa como directa. 
Democracia no es sólo votar cada cuatro años. Democracia es 
la participación de la ciudadanía en los lugares donde vive, trabaja, 
disfruta, goza y es feliz. Y que lo haga en bases diarias y no 
sólo cada cuatro años. Es más, la supervisión de los gobernantes 
por los gobernados exige la posibilidad de retirar una decisión 
o a un representante según el deseo del electorado. Un elemento 
esencial de esta democratización es la democratización 
de los partidos, convirtiéndolos en colectivos horizontales integrados 
en la sociedad, en lugar de aparatos verticales poco sensibles 
a la voz de sus electores. 

Y todo ello no ocurrirá a no ser que haya una democratización 
de los medios de información y prensa, hoy muy poco 
plurales, con marginación de las voces críticas del pensamien


206 

LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS Y EN ARMONÍA... 

to actual. Libertad de prensa (y de medios radiofónicos y televisivos) 
no puede ser igual a libertad de sus propietarios. Los 
medios consumen recursos públicos, y por tanto, debiera 
exigírseles como condición de su capacidad la existencia de 
unos baremos de diversidad que en la actualidad son inexistentes. 


Y con ello terminamos este libro. Saludamos y celebramos 
las movilizaciones que están ocurriendo hoy en España, como 
el movimiento 15M, que valoramos muy positivamente y que 
junto con las recientes movilizaciones laborales prefiguran un 
futuro en que la razón, la solidaridad, la justicia y la democracia 
predominarán y terminarán con el dogma, las crisis que ha 
causado, la injusticia y la manipulación que la aplicación del 
neoliberalismo nos ha conducido y nos ha llevado al lugar 
donde estamos y del que la mayoría de la población desea salir. 

207 

HAY ALTERNATIVAS 

115 propuestas concretas 


GOBERNANZA MUNDIAL 

1. Constitución de un gobierno mundial que permita compensar 
y reducir el poder de los grupos privados internacionales, 
así como facilitar la instauración de un mundo 
diferente. 
2. Asunción de competencia ejecutiva por parte de Naciones 
Unidas para la adopción de decisiones en materia económica 
y financiera, y siempre subordinando sus decisiones 
a la Declaración de Derechos Humanos. 
3. Democratización de los organismos internacionales como 
el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y 
Naciones Unidas con votos no vinculados a la riqueza y 
sin derecho a veto. 
4. Obligación de los países respeten e implementen los derechos 
humanos definidos por la Declaración de Derechos 
Humanos de las Naciones Unidas para poder ser admitidos 
en las organizaciones internacionales. 
SISTEMA FINANCIERO Y MONETARIO INTERNACIONAL 

5. Nuevo estatuto de la banca internacional que permita 
compartimentar la actividad financiera, separando banca 
comercial de banca de inversión y avanzar en la supresión 
del sistema de reservas fraccionarias, comenzando por 
incrementar el coeficiente de caja. 
6. Prohibición de prácticas y productos financieros especulativas 
tales como las operaciones al descubierto y los 
209 

HAY ALTERNATIVAS 

Credit Default Swap (CDS), de los mercados Over The 
Counter (OTC) y de las operaciones de alta frecuencia, 
del secreto bancario y de los paraísos fiscales.1 

7. Impuestos sobre transacciones financieras en función del 
grado de utilidad social de la transacción. 
8. Reforma del sistema de pagos internacional sustituyendo 
el dólar como moneda dominante por una cesta de títulos 
respaldados por varias monedas internacionales. 
JUSTICIA GLOBAL 

9. Presupuesto mundial para Naciones Unidas y creación de 
un Fondo de Restitución para compensar a los países 
empobrecidos por los efectos de las políticas coloniales y 
neoliberales. 
10. Ayuda Oficial al Desarrollo del 0,7 por ciento destinada 
al presupuesto de Naciones Unidas. 
11. Reducción inmediata del gasto militar de todos los países 
en un 20 por ciento y destino de esos fondos al presupuesto 
de Naciones Unidas. 
12. Impuestos globales a los beneficios extraordinarios del 
comercio internacional y sobre la emisión de gases contaminantes 
del medio ambiente, todos los cuales irán 
destinados a financiar el presupuesto de Naciones 
Unidas. 
13. Ejecución inmediata de los compromisos incumplidos 
por los países del G-8 en materia de ayudas para acometer 
tareas urgentes como la hambruna o los desastres 
naturales. 
1. Las operaciones Over The Counter son las que se realizan por inversoresmuy poderosos al margen de los mercados organizados a base de acuerdosinterpartes y sin someterse a las normas reguladoras establecidas por lasautoridades para otras operaciones financieras. Las operaciones de alta frecuencia 
son las operaciones de compra y venta de productos financieros quese llevan a cabo a través de programas informáticos, con unos márgenes muypequeños pero con un volumen muy grande, lo que da una gran ventaja a losinversores que las llevan a cabo. Casi la mitad de las operaciones financierasque se llevan a cabo en el mundo se realizan de esta forma. 
210 

115 PROPUESTAS CONCRETAS 

14. Plan urgente de acción inmediata para garantizar el 
cumplimiento de los objetivos del milenio. 
COMERCIO INTERNACIONAL 

15. Conferencia en el marco de las Naciones Unidas de autoridades, 
expertos y organizaciones y organismos independientes 
de los gobiernos para definir nuevas reglas 
del comercio internacional que sean más justas y 
democráticas, que garanticen la protección efectiva de 
los derechos de las personas, de los pueblos empobrecidos, 
de las economías más vulnerables y del medio 
ambiente. 
16. Desaparición inmediata de las barreras impuestas al 
comercio por parte del Norte, así como de las ayudas y 
subvenciones a sectores o empresas de los países ricos. 
17. Prohibición del dumping de productos no autorizados en 
los países ricos a los países pobres. 
18. Establecimiento de un código de responsabilidad de las 
empresas multinacionales para garantizar el cumplimiento 
de las condiciones laborales, sanitarias y humanas. 
19. Control estricto sobre el sector armamentístico. 
20. Elaboración de un código internacional de investigación 
sanitaria y financiación por parte de Naciones Unidas de 
investigaciones no rentables pero que permiten salvar 
millones de personas en el mundo. 
21. Garantía de la propiedad de la población sobre los recursos 
naturales básicos, considerando el agua como una 
propiedad común de la humanidad que no es apropiable 
por ninguna empresa. 
CONSTITUCIÓN DE UN AUTÉNTICO 
ESTADO CONFEDERAL EUROPEO 

22. Reforzar los poderes del Parlamento Europeo. 
211 

HAY ALTERNATIVAS 

23. Nombramiento de la Comisión Europea a través del 
Parlamento a fin de garantizar su legitimidad. 
24. Establecimiento de mecanismos de coordinación integral 
de las políticas europeas. 
25. Nuevo estatuto del euro que garantice simetrías, equilibrio 
e igualdad entre los pueblos. 
26. Modificación de los criterios de pertenencia a la Unión 
Europea y Monetaria para exigir que en todos sus países 
miembros se garantice el ejercicio de los Derechos 
Humanos definidos por las Naciones Unidas con indicadores 
sociales y políticos además de los fiscales y monetarios. 
Y para que los países tengan que alcanzar objetivos 
sociales, como pleno empleo y universalización de 
los derechos humanos y sociales como condición de pertenencia. 
27. Flexibilización del criterio de Maastricht y modificación 
de sus indicadores fiscales y monetarios para permitir y 
garantizar los estímulos económicos y la creación de 
empleo. 
INSTITUCIONES ECONÓMICAS 

28. Reforma del estatuto del Banco Central Europeo que lo 
obligue a rendir cuentas ante el Parlamento Europeo y 
que le imponga como preocupación prioritaria el mantenimiento 
del pleno empleo, la igualdad y el bienestar 
humano, dentro de un sistema financiero que proteja a 
los Estados miembros de la eurozona frente a los ataques 
de los especuladores financieros. 
29. Creación de una agencia pública de calificación y la 
prohibición de que las agencias privadas puedan calificar 
los títulos de deuda pública. 
30. Creación de la Hacienda Pública Europea con un carácter 
altamente progresivo y que permita acabar con la 
competencia fiscal entre países. 
31. Reforzamiento del Banco Europeo de Inversiones al 
212 

115 PROPUESTAS CONCRETAS 

Desarrollo, cuya actividad esté orientada a modificar el 
modelo productivo europeo. 

EUROPA Y LA ECONOMÍA INTERNACIONAL 

32. Definición de la Unión Europea como zona de autosuficiencia 
financiera que ignore las demandas de la industria 
financiera. 
33. Establecimiento de control de capitales para acabar con 
los movimientos especulativos. 
34. Prohibición de paraísos fiscales con la elaboración de 
una lista completa de los mismos a partir de criterios 
estrictos. 
35. Estricta regulación financiera que adecue la regulación 
financiera internacional al entorno europeo de autosuficiencia 
financiera. 
36. Impuesto sobre las transacciones financieras para desincentivar 
la especulación y promover la actividad productiva 
y sobre los activos bancarios para crear un fondo que 
permita compensar posibles rescates bancarios futuros. 
37. Reforma de la estrategia comercial europea renunciando 
a las ayudas y las subvenciones de la Unión Europea a 
sectores o empresas que compiten con países empobrecidos. 
38. Fortalecimiento de los mecanismos de carácter redistributivo 
como las transferencias de rentas entre países y 
entre clases sociales, las prestaciones europeas de desempleo, 
etcétera. 
39. Fortalecimiento de la producción local y no contaminante, 
menos generadora de residuos y con menor gasto 
energético. 
40. Coordinación salarial europea y convenios colectivos 
europeos con un pacto capital-trabajo basado en la recuperación 
progresiva del peso de los salarios en la renta. 
41. Normas europeas de obligado cumplimiento en materia 
de igualdad, conciliación y corresponsabilidad. 
213 

HAY ALTERNATIVAS 

42. Códigos de responsabilidad empresarial y limitación de 
las remuneraciones de los directivos y los brókers. 
43. Políticas europeas de promoción de la cooperativa 
social, avanzando en la gestión democrática de las 
empresas. 
RESPUESTAS INMEDIATAS A LA CRISIS 

44. Creación de una comisión formada por personas con 
acreditada experiencia en el mundo de las finanzas y de 
la economía mundial que depure las responsabilidades 
de los causantes de la crisis. 
45. Puesta en marcha de planes de estímulo bien orientados 
y que estimulen el crecimiento de nueva actividad 
económica sostenible generadora de riqueza social, de 
empleo decente e igualdad y respetuosa con el medio-
ambiente. 
46. Auditoría de la deuda pública con un estudio pormenorizado 
de los contratos de deuda pública de todos los países 
europeos con objeto de buscar aquellos contratos 
considerados ilegítimos. 
47. Concesión al Banco Central Europeo de poderes para 
emitir títulos propios de deuda pública con los que 
financiar su presupuesto y las ayudas a los países. 
RESPUESTAS INMEDIATAS A LA CRISIS EN ESPAÑA 

48. Referéndum vinculante ante cualquier plan de ajuste 
estructural. 
49. Pacto de rentas entre capital y trabajo para alcanzar el 
nivel más alto de participación de los salarios en la renta 
nacional en el periodo democrático. 
50. Plan de estímulo económico orientado a avanzar en la 
puesta en marcha de nuevas actividades y formas de producción 
y consumo. 
51. Auditoría de la deuda pública y privada para denunciar 
214 

115 PROPUESTAS CONCRETAS 

los contratos ilegítimos y liberar la carga financiera asociada. 


52. Comisión de responsabilidades a nivel español que 
evalúe el papel de las autoridades que han permitido la 
burbuja inmobiliaria y el nivel de endeudamiento extremo. 
53. Nacionalización de las grandes empresas privatizadas en 
su día. 
54. Incremento de las partidas de gasto social para lograr 
que España converja en gasto público social por habitante 
con el promedio de la UE-15 en cinco años. 
55. Puesta en marcha de un plan estratégico nacional encaminado 
a promover la igualdad de género, con especial 
énfasis en la eliminación de todas las manifestaciones 
económicas y sociales de la discriminación entre mujeres 
y hombres, en el fomento de la corresponsabilidad 
entre ambos y con el objetivo concreto de alcanzar la 
tasa de actividad femenina media de la Unión Europea 
de los 15. 
SISTEMA FINANCIERO 

56. Nacionalización de las cajas de ahorro para financiar la 
actividad productiva y que sirva de contrapeso a la banca 
comercial privada y a la banca que haya recibido ayudas 
por parte del Estado o a la devolución de todas estas. Y 
creación de una banca pública que garantice la financiación 
de la economía y la disponibilidad de crédito a 
empresas y ciudadanos que lo requieran. 
57. Impuestos sobre los beneficios extraordinarios de la 
banca y los activos financieros. 
58. Código de comportamiento ético de la banca pública 
que asegure que todas las inversiones financieras deben 
ser socialmente responsables. 
59. Introducción de coeficientes de caja más altos y de coeficientes 
de inversión. 
215 

HAY ALTERNATIVAS 

60. Promoción de las instituciones financieras de nuevo tipo 
vinculadas a las finanzas personales, a los mercados locales 
y a la microfinanciación. 
MODELODEPRODUCCIÓNYCONSUMO 

61. Plan estratégico de redefinición del modelo productivo 
basado en la promoción del mercado interno y la 
demanda doméstica y que a corto plazo potencie los sectores 
de las energías renovables y el reciclado del sector 
de la construcción en la recuperación de viviendas y el 
Estado social. 
62. Modelo de crecimiento orientado al mercado interno 
basado en altos salarios y elevado gasto público. 
63. Fomento de la agricultura ecológica y de la producción 
de bienes y servicios de proximidad. 
64. Nuevo modelo de transporte público que priorice el desplazamiento 
de la mayoría de la población (cercanías, 
autobuses, etcétera) sobre el transporte minoritario, caro 
y poco eficiente (AVE). 
65. Promoción del empleo local fomentando la creación de 
cooperativas de agricultores y de vendedores de materias 
primas, que permitan distribuir localmente sus productos 
y eliminando así de forma progresiva el peso de los 
intermediarios. 
66. Acercar los lugares de consumo y producción, acabar 
con la cultura del "centro comercial" y ayudar financieramente 
a los pequeños comercios. 
67. Democratización de las empresas, introduciendo modelos 
de cogestión donde sindicatos y trabajadores estén en 
los consejos de dirección de las empresas. 
DESARROLLO EMPRESARIAL Y DEL EMPRENDIMIENTO 

68. Garantizar la financiación de las pequeñas y medianas 
empresas a través de la banca pública. 
216 

115 PROPUESTAS CONCRETAS 

69. Nuevo horario laboral que permita mejorar las condiciones 
laborales y humanas de los trabajadores, incrementando 
la productividad en las empresas. 
70. Mejorar los trámites burocráticos, facilitando y agilizando 
los procesos de creación de pequeñas y medianas 
empresas. 
FISCALIDAD 

71. Incrementar la progresividad de los impuestos sobre la 
renta y los beneficios, con nuevos tramos y tipos más 
altos y recuperación de nuevos impuestos que graven la 
riqueza, como el impuesto del patrimonio o el de sucesiones, 
con tramos exentos para centrarlos en los niveles 
más elevados de riqueza. 
72. Igualar la fiscalidad que soportan las rentas del capital a 
la del trabajo. 
73. Incremento de los presupuestos técnicos de Hacienda y 
de las partidas destinadas a prevenir y controlar el fraude 
fiscal que permitan aumentar las inspecciones fiscales 
y de trabajo a las empresas, en especial a las más grandes. 
74. Acabar con los privilegios financieros de la Iglesia y utilizar 
ese ahorro en la educación pública y laica. 
75. Individualización total del IRPF con la eliminación de 
todas las desgravaciones por esposa dependiente en la 
forma actual (declaración conjunta) o en cualquier otra 
posible. 
CREACIÓN DE EMPLEO Y DERECHOS LABORALES 

76. Derogación de la reforma laboral y paralización de todos 
los proyectos de reforma que prosigan la filosofía del 
neoliberalismo. 
77. Aumento del salario mínimo a niveles equiparables a los 
de los países europeos con un PIB similar. 
78. Reducción progresiva del abanico salarial mediante polí217 


HAY ALTERNATIVAS 

ticas fiscales y de negociación en el seno de las empresas 
para lograr que la diferencia entre los extremos no supere 
la relación 4 a 1. 

79. Aumento de las prestaciones por desempleo. 
80. Prohibición de los despidos en empresas con beneficios. 
81. Reparto del tiempo de trabajo y disminución de la jornada 
laboral. 
82. Fortalecimiento de las normas de corresponsabilidad 
entre mujeres y hombres, y de conciliación entre la vida 
personal y laboral. 
83. Asunción del objetivo de permisos de maternidad y 
paternidad iguales e intransferibles con la misma parte 
obligatoria para el padre que para la madre y el establecimiento 
de una hoja de ruta hasta su plena consecución. 
84. Plan de austeridad pública que respete los derechos 
laborales y sociales. 
DERECHOS SOCIALES 

85. Fomento de la vivienda en alquiler social, usando el 
excedente de viviendas vacías en posesión de las entidades 
financieras. 
86. Derogación del art. 18 del Proyecto de Ley de Dependencia 
y de las extensiones de las excedencias para el cuidado 
previstas en el proyecto de Ley de Igualdad para 
que las prestaciones o desgravaciones para el cuidado no 
estén, en ningún caso, condicionadas a la inactividad 
laboral en la persona cuidadora. 
87. Paralización de los expedientes de desahucios, aceptación 
de la dación en pago voluntaria y creación de comisiones 
de arbitraje para evitar la pérdida de las viviendas 
por razones sobrevenidas. 
88. Reducción del gasto militar en un 35% en tres años. 
89. Incremento del número de empleados públicos, especialmente 
en los servicios del Estado de Bienestar, hasta 
alcanzar el promedio de la Unión Europea de los 15. 
218 

115 PROPUESTAS CONCRETAS 

90. Reforma del sistema público de pensiones a través de 
estímulos a la economía, financiación vía impuestos, 
reducción de la vida laboral y el fin de los incentivos fiscales 
a los planes privados de pensiones. 
91. Eliminación del retraso de la edad de jubilación de 65 a 
67 años. 
92. Desarrollo del cuarto pilar del bienestar (que debería 
incluir tanto los servicios de atención domiciliaria a las 
personas con dependencia como el derecho de acceso a 
las escuelas de infancia de 0 a 3 años) hasta alcanzar los 
niveles de cobertura promedios de los países de la UE-15 
en 5 años con el objetivo de lograr los indicadores actuales 
de los países nórdicos en 10 años. 
EDUCACIÓN 

93. Plan de choque para aumentar el número y la atención 
de las escuelas infantiles. 
94. Fin del régimen de concertación con la enseñanza privada. 
95. Aumento del gasto en educación hasta alcanzar la media 
europea en todas las comunidades autónomas. 
96. Plan de choque para el mejoramiento de la condición 
laboral y social de maestros y profesores. 
97. Plan de choque para la mejora de las enseñanzas de 
bachillerato y formación profesional y para combatir el 
fracaso y el abandono escolar en esos niveles. 
98. Financiación pública de la universidad en los niveles 
existentes en la Unión Europea de los 15. 
99. Reforma de la ley de universidades y de la forma en que 
se han aplicado las normad del Sistema Europeo de 
Enseñanza Superior para asegurar que el servicio público 
de la educación superior se oriente fundamentalmente 
a la promoción del conocimiento que satisface necesidades 
sociales. 
100. Normas que garanticen que en los planes de estudios de 
economía se introduce un estudio serio, riguroso y plu219 


HAY ALTERNATIVAS 

ral de las diferentes corrientes de pensamiento y no solo 
el pensamiento neoliberal. 

101. Planes de choque para el mejoramiento de la condición 
laboral y social de maestros y profesores. 
102. Incremento de la financiación dedicada a la investigación 
científica hasta alcanzar el promedio de la Unión 
Europea de los 15. 
103. Plan urgente para dignificar la actividad y el salario de 
los investigadores jóvenes para recuperar talentos que 
actualmente se encuentran fuera de España e insertarlos 
en el sistema español de ciencia y tecnología. 
104. Plan de estímulo de la investigación y la innovación en 
el seno de las empresas privadas vinculando y condicionando 
otros tipo de ayudas y subvenciones al desarrollo 
de actividades de esta naturaleza. 
POLÍTICA 

105. Nuevas normas para fortalecer los procedimientos de 
evaluación y control del gasto público sometiéndolo a 
principios de austeridad y ejemplaridad que impliquen 
mejoras en la provisión de los bienes y servicios públicos. 
106. Permitir y facilitar la participación ciudadana en el 
conocimiento y control de la gestión del dinero público 
y de los servicios públicos. 
107. Estatuto de la comunicación social que garantice la pluralidad 
de los medios de comunicación e impida la concentración 
de poder en ellos y fomente medios de comunicación 
alternativos a través de difusión pública. 
108. Garantizar que los medios públicos de información presenten 
la pluralidad ideológica existente a la población a 
la que tales medios sirven, y condicionar las ayudas públicas 
a los medios privados así como su reconocimiento 
legal a su compromiso con la diversidad ideológica. 
109. Establecer como responsabilidad pública la defensa del 
consumidor de bienes y servicios privados, así como del 
220 

115 PROPUESTAS CONCRETAS 

usuario de los servicios públicos que garanticen la calidad 
y seguridad de todos los bienes y servicios. 

110. Control exhaustivo de la clase política a través de la 
introducción de criterios de eficiencia en la administración 
pública y mejorar su funcionamiento a través de la 
aplicación de nuevas tecnologías y procesos de transparencia. 
Y democratización de los partidos políticos 
potenciando la responsabilidad de los cargos electos ante 
sus electores en lugar de ante las élites gobernantes en los 
partidos. 
111. Ley que garantice la absoluta transparencia en la financiación 
de los partidos políticos y que prohíba las contribuciones 
privadas en el proceso electoral. Y leyes que 
prohíban la rotación entre cargos políticos o de funcionarios 
con responsabilidades reguladoras, por un lado, y 
los sectores regulados, por otro, impidiendo que los primeros 
puedan ser contratados antes de cinco años por 
los segundos. 
112. Incentivar las formas directas de participación ciudadana 
y establecer referendos vinculantes a nivel local, 
autonómico y central. Creación de una autoridad pública 
independiente que al final de las legislaturas muestre 
el grado de cumplimiento de los programas electorales. 
113. Basar el sistema democrático en el principio de que el 
voto de cada persona es igual independientemente de su 
residencia en cualquier lugar del país y facilitar que la 
capacidad de decisión de los ciudadanos sea la misma. 
114. Reforma de la Constitución que redefina los niveles de 
autoridad y responsabilidad en los distintos niveles del 
Estado para garantizar la igualdad efectiva de todos los 
ciudadanos y ciudadanas. 
115. Reforma constitucional que haga que todos los cargos 
públicos que tengan función de representatividad sean 
electos y que impida el carácter heredable de los puestos 
representativos. 
221 

Harold Laski 
Los peligros de la obediencia 


Jeremy Bentham 
En defensa de la usura 


Marcos Roitman 
Democracia sin demócratas, y otras invenciones 


Michael Oakeshott 
La actitud conservadora 


Paul Barry Clarke 
Ser ciudadano, conciencia y praxis 


Georg Simmel 
El pobre 


Roberto Mangabeira Unger 
España y su futuro 


Condorcet 
¿Es conveniente engañar al pueblo? 


Boaventura Sousa Santos 
Reinventar la democracia, reinventar el Estado 


Karl Marx 
Las crisis del capitalismo 


Paul Barry Clarke 
Ser ciudadano, conciencia y praxis 


Jonathan Swift 
El arte de la mentira política 


Juan Torres y Alberto Garzón 
La crisis de las hipotecas basura 


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El conflicto, sociología del antagonismo 


Werner Sombart 
Lujo y capitalismo 
















































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